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RECUÉRDALES que estén sujetos a los principados y potestades, que obedezcan a los magistrados, que estén prestos para toda buena obra,
Que no digan mal de nadie, que no sean pendencieros, mas modestos, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.
Porque también éramos nosotros insensatos en otro tiempo, rebeldes, errados, sirviendo a concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos a los otros:
Mas cuando la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador para con los hombres apareció,
No por las obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia, nos salvó por el lavamiento de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo;
El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesu Cristo nuestro Salvador:
Para que justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.
Palabra fiel, y estas cosas quiero que afirmes con firmeza: que los que han creído en Dios, procuren sobresalir en buenas obras. Estas cosas son buenas y provechosas para los hombres.
Mas evita las cuestiones insensatas, y las genealogías, y las contenciones, y disputas sobre la ley; porque son sin provecho y vanas.
10 Al hombre hereje, después de la primera y segunda amonestación, deséchale:
11 Estando cierto que el tal está pervertido, y peca siendo condenado de sí mismo.
12 Cuando enviare a ti a Artemas, o a Tíquico, date priesa en venir a mí a Nicópolis; porque allí he determinado de invernar.
13 A Zenas doctor de la ley, y a Apolos envía delante, procurando que nada les falte.
14 Y aprendan asimismo los nuestros a sobresalir en buenas obras para los usos necesarios, porque no sean sin fruto.
15 Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe. La Gracia sea con todos vosotros. Amén. A Tito, el cual fue el primer obispo ordenado para la iglesia de los Cretenses, escrita de Nicópolis de Macedonia.