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Las moscas muertas hacen que el ungüento del perfumistaA Ex 30:25 dé mal olor;
un poco de insensatez pesa más que la sabiduría y el honor.
El corazón del sabio lo guía hacia la derecha,
y el corazón del necio, hacia la izquierdaA Mat 6:33; Col 3:1.
Aun cuando el necio ande por el camino,
le falta entendimiento1 Lit., corazón
y demuestra2 Lit., dice a todos que es un necioA Prov 13:16; 18:2.
Si la ira1 Lit., el espíritu del gobernante se levanta contra ti,
no abandones tu puestoA Ecl 8:3,
porque la serenidad suaviza grandes ofensasB 1 Sam 25:24-33; Prov 25:15.
 
Hay un mal que he visto bajo el sol,
como error que procede del gobernante:
la necedad colocada en muchos lugares elevadosA Est 3:1, 5, 6; Prov 28:12; 29:2,
mientras los ricos se sientan en lugares humildes.
He visto siervosA Prov 19:10 a caballoB Est 6:8-10
y príncipes caminando como siervos sobre la tierra.
 
El que cava un hoyo cae en élA Sal 7:15; Prov 26:27,
y al que abre brecha en un muro, lo muerde la serpienteB Amós 5:19.
El que saca piedras puede lastimarse con ellas,
y el que raja leños, puede lesionarse con ellos.
10 Si el hierro está embotado y él no ha amolado su filo,
entonces tiene que ejercer más fuerza;
la sabiduría tiene la ventaja de impartir éxito.
11 Si la serpiente muerde antes de ser encantada1 Lit., sin encantamientoA Sal 58:4, 5; Jer 8:17,
no hay ganancia para el encantador.
12 Llenas de gracia son las palabrasA Prov 10:32; 22:11; Luc 4:22 de la boca del sabio,
mientras que los labios del necio a él consumenB Prov 10:14; 18:7; Ecl 4:5.
13 El comienzo de las palabras de su boca es insensatez,
y el final de su habla1 Lit., su boca perversa locuraA Ecl 7:25.
14 El necio multiplica las palabrasA Prov 15:2; Ecl 5:3,
pero nadie sabe lo que sucederá,
¿y quién le hará saber lo que ha de suceder después de élB Ecl 3:22; 6:12; 7:14; 8:7?
15 El trabajo del necio lo1 Lit., de los necios los cansa tanto
que no sabe ir a la ciudad.
16 ¡Ay de ti, tierra, cuyo rey es un muchachoA Isa 3:4, 12,
y cuyos príncipes banquetean1 Lit., comen de mañana!
17 Bienaventurada tú, tierra, cuyo rey es de noble cuna
y cuyos príncipes comen a su debida hora,
para fortalecerse y no para embriagarseA Prov 31:4; Isa 5:11.
18 Por negligencia se hunde el techo,
y por pereza tiene goteras la casaA Prov 24:30-34.
19 Para el placer se prepara la comida,
y el vino alegra la vidaA Jue 9:13; Sal 104:15; Ecl 2:3,
y el dinero es la respuesta para1 Lit., responde a todoB Ecl 7:12.
20 Ni aun en tu recámara1 Lit., pensamiento maldigas al reyA Ex 22:28; Hech 23:5,
ni en tus alcobas maldigas al rico,
porque un ave de los cielos llevará el rumor,
y un ser alado hará conocer el asuntoB 2 Rey 6:12; Luc 12:3.

A10:1: Ex 30:25

A10:2: Mat 6:33; Col 3:1

110:3: Lit., corazón

210:3: Lit., dice

A10:3: Prov 13:16; 18:2

110:4: Lit., el espíritu

A10:4: Ecl 8:3

B10:4: 1 Sam 25:24-33; Prov 25:15

A10:6: Est 3:1, 5, 6; Prov 28:12; 29:2

A10:7: Prov 19:10

B10:7: Est 6:8-10

A10:8: Sal 7:15; Prov 26:27

B10:8: Amós 5:19

110:11: Lit., sin encantamiento

A10:11: Sal 58:4, 5; Jer 8:17

A10:12: Prov 10:32; 22:11; Luc 4:22

B10:12: Prov 10:14; 18:7; Ecl 4:5

110:13: Lit., su boca

A10:13: Ecl 7:25

A10:14: Prov 15:2; Ecl 5:3

B10:14: Ecl 3:22; 6:12; 7:14; 8:7

110:15: Lit., de los necios los

A10:16: Isa 3:4, 12

110:16: Lit., comen

A10:17: Prov 31:4; Isa 5:11

A10:18: Prov 24:30-34

A10:19: Jue 9:13; Sal 104:15; Ecl 2:3

110:19: Lit., responde a

B10:19: Ecl 7:12

110:20: Lit., pensamiento

A10:20: Ex 22:28; Hech 23:5

B10:20: 2 Rey 6:12; Luc 12:3