1 Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: 2 Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles: “Esto es lo que el Señor ha ordenado, diciendo: 3 “Cualquier hombre de la casa de Israel que degüelle un buey, un cordero o una cabra en el campamento, o el que lo degüelle fuera del campamento, 4 sin llevarlo a la puerta de la tienda de reunión para presentarlo como una ofrenda al SeñorA Deut 12:5-21, delante del tabernáculo1 O, de la morada del Señor, ese hombre será culpable de la sangre2 O, a ese...sangre le será imputada. Ha derramado sangre y ese hombre será cortado de entre su pueblo3 Lit., sus parientes y así en los vers 9-10. 5 “Esto es para que los hijos de Israel traigan los sacrificios que sacrificaban en campo abierto, los traigan al Señor a la puerta de la tienda de reunión, al sacerdote, y los sacrifiquen como sacrificios de las ofrendas de paz al Señor. 6 “Y el sacerdote rociará la sangre sobre el altar del Señor a la puerta de la tienda de reunión, y quemará la grasa como aroma agradable al SeñorA Núm 18:17. 7 “Y ya no sacrificarán sus sacrificios a los demonios1 O, ídolos en forma de machos cabríosA Ex 22:20; 32:8; 34:15; Deut 32:17; 2 Crón 11:15; Sal 106:37; 1 Cor 10:20 con los cuales se prostituyen. Esto les será estatuto perpetuo por todas sus generaciones.”

8 Entonces les dirás: “Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que residen entre ellos, que ofrezca holocausto o sacrificio, 9 y no lo traiga a la entrada de la tienda de reunión para ofrecerlo1 Lit., hacerlo al Señor, ese hombre también será cortado de su puebloA Ex 20:24; Lev 17:4.

10 “Si cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que residen entre ellos, come sangre, yo pondré mi rostro contra esa persona que coma sangreA Gén 9:4; Lev 3:17; 7:26, 27; Deut 12:16, 23-25; 1 Sam 14:33, y la cortaré de entre su puebloB Lev 20:3, 6; Jer 44:11. 11 “Porque la vida1 Lit., el alma de la carne está en la sangreA Gén 9:4; Lev 17:14, y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida1 Lit., el alma, la que hace expiaciónB Heb 9:22.” 12 Por tanto dije a los hijos de Israel: “Ninguna persona entre vosotros comerá sangre; tampoco comerá sangre ningún forastero que reside entre vosotros.” 13 Y cuando algún hombre de los hijos de Israel o de los forasteros que residen entre ellos, que al cazar capture un animal o un ave que sea permitido comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierraA Deut 12:16.

14 Porque en cuanto a la vida1 Lit., alma de toda carne, su sangre es su vida1 Lit., almaA Gén 9:4; Lev 17:11. Por tanto, dije a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida1 Lit., alma de toda carne es su sangre; cualquiera que la coma será exterminado2 Lit., cortado. 15 Y cuando alguna persona, sea nativo o forastero, coma de un animal muerto, o que haya sido despedazado por fierasA Ex 22:31; Lev 7:24; 22:8; Deut 14:21, lavará sus vestidos y se bañará en agua, y quedará inmundo hasta el atardecer; entonces será limpio. 16 Pero si no los lava o no baña su cuerpo, llevará su culpa1 O, iniquidadA Núm 19:20.