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Jesús sana al siervo del centurión
Cuando Jesús terminó todas sus palabrasA Mat 7:28 al pueblo que le oía1 Lit., a oídos del pueblo, B Mat. 8:5-13 se fue a Capernaúm.
Y el siervo de cierto centurión, a quien éste apreciaba mucho1 Lit., para quien él era honorable, estaba enfermo y a punto de morir. Al oír hablar de Jesús, el centuriónA Mat 8:5 envió a El unos ancianos de los judíos, pidiéndole que viniera y salvara1 O, sanara a su siervo. Cuando ellos llegaron a Jesús, le rogaron con insistencia, diciendo: El centurión es digno de que le concedas esto; porque él ama a nuestro pueblo1 O, nuestra nación y fue él quien nos edificó la sinagoga. Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que entres bajo mi techo; por eso ni siquiera me consideré digno de ir a ti, tan sólo di la1 Lit., mas habla con una palabra y mi siervo2 Lit., muchacho será sanado. Pues yo también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: “Ve”, y va; y a otro: “Ven”, y viene; y a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace. Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande.A Mat 8:10; Luc 7:50 10 Y cuando los que habían sido enviados regresaron a la casa, encontraron sano al siervo.
Jesús resucita al hijo de la viuda de Naín
11 Aconteció poco después1 Algunos mss. dicen: al día siguiente que Jesús fue a una ciudad llamada Naín; y sus discípulos iban con El acompañados por2 Lit., y una gran multitud. 12 Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, he aquí, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella. 13 Al verla, el SeñorA Luc 7:19; 10:1; 11:1, 39; 12:42; 13:15; 17:5, 6; 18:6; 19:8; 22:61; 24:34; Juan 4:1; 6:23; 11:2 tuvo compasión de ella, y le dijo: No llores. 14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: Joven, a ti te digo: ¡Levántate! 15 El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. 16 El temor se apoderó de todosA Luc 5:26, y glorificaban a DiosB Mat 9:8, diciendo: Un gran profetaC Mat 21:11; Luc 7:39 ha surgido entre nosotros, y: Dios ha visitado a su pueblo. 17 Y este dicho que se decía de El, se divulgó por toda Judea y por toda la región circunvecinaA Mat 9:26.
Jesús y los discípulos de Juan
18 A Mat. 11:2-19 Entonces los discípulos de Juan le informaron de todas estas cosas. 19 Y llamando Juan a dos1 Lit., ciertos dos de sus discípulos, los envió al SeñorA Luc 7:13; 10:1; 11:1, 39; 12:42; 13:15; 17:5, 6; 18:6; 19:8; 22:61; 24:34; Juan 4:1; 6:23; 11:2, diciendo: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperamos a otro2 Algunos de los mss. más antiguos dicen: uno diferente? 20 Cuando los hombres llegaron a El, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: “¿Eres tú el que ha de venir, o esperamos a otro?” 21 En esa misma hora curó a muchos de enfermedadesA Mat 4:23 y afliccionesB Mar 3:10, y malos espíritus, y a muchos ciegos les dio la vista. 22 Y respondiendo El, les dijo: Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos reciben la vista, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres se les anuncia el evangelio.A Isa 35:5; 61:1 23 Y bienaventurado es el que no se escandaliza de mí.
Jesús habla de Juan el Bautista
24 Cuando los mensajeros de Juan se fueron, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 25 Mas, ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Mirad, los que visten con esplendor y viven en deleites están en los palacios de los reyes. 26 Pero, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y uno que es más que un profeta. 27 Este es aquel de quien está escrito:
He aqui, yo envio mi mensajero delante de tu faz,
quien preparara tu camino delante de ti.”A Mal 3:1; Mat 11:10; Mar 1:2
28 Os digo que entre los nacidos de mujer1 Lit., mujeres, no hay nadie mayor que Juan; sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él. 29 Cuando todo el pueblo y los recaudadores de impuestos1 O, publicanos; i.e., los que explotaban la recaudación de los impuestos romanos, y así en el vers 34 le oyeron, reconocieron la justiciaA Luc 7:35 de Dios2 O, justificaron a Dios, siendo bautizadosB Mat 21:32; Luc 3:12 con el bautismo de JuanC Hech 18:25; 19:3. 30 Pero los fariseos y los intérpretes de la ley1 I.e., expertos en la ley de MoisésA Mat 22:35 rechazaron los propósitos de Dios para con ellos, al no ser bautizados por Juan2 Lit., él. 31 ¿A qué, entonces, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes? 32 Son semejantes a los muchachos que se sientan en la plaza y se llaman unos a otros, y dicen: “Os tocamos la flauta, y no bailasteis; entonamos endechas, y no llorasteis.” 33 Porque ha venido Juan el Bautista, que no come pan, ni bebe vino,A Luc 1:15 y vosotros decís: “Tiene un demonio.” 34 Ha venido el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: “Mirad, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores.” 35 Pero1 Lit., Y la sabiduría es justificadaA Luc 7:29 por todos sus hijos.
Jesús perdona a una pecadora
36 Uno de los fariseos le pedía que comiera con él; y entrando en la casa del fariseo, se sentó1 Lit., se recostó a la mesa. 37 Y he aquí, había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado1 Lit., recostado a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfumeA Mat 26:6-13; Mar 14:3-9; Luc 7:37-39; Juan 12:1-8; 38 y poniéndose detrás de El a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba sus pies y los ungía con el perfume. 39 Pero al ver esto el fariseo que le había invitado, dijo para sí1 Lit., para sí diciendo: Si éste fuera un profeta2 Algunos mss. dicen: el profetaA Luc 7:16; Juan 4:19, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, que es una pecadora. 40 Y respondiendo Jesús, le dijo: Simón, tengo algo que decirte: Y él dijo*: Di, Maestro. 41 Cierto prestamista tenía dos deudores; uno le debía quinientos denarios1 Un denario valía aprox 4 gramos de plata, o el equivalente al salario de un díaA Mat 18:28; Mar 6:37 y el otro cincuenta; 42 y no teniendo ellos con qué pagar,A Mat 18:25 perdonó generosamente a los dos. ¿Cuál de ellos, entonces, le amará más? 43 Simón respondió, y dijo: Supongo que aquel a quien le perdonó más. Y Jesús le dijo: Has juzgado correctamente. 44 Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casa y no me diste agua para los pies,A Gén 18:4; 19:2; 43:24; Jue 19:21; 1 Tim 5:10 pero ella ha regado mis pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. 45 No me diste beso,A 2 Sam 15:5 pero ella, desde que entré, no ha cesado1 Lit., no cesaba de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite,A 2 Sam 12:20; Sal 23:5; Ecl 9:8; Dan 10:3 pero ella ungió mis pies con perfume. 47 Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama. 48 Y a ella le dijo: Tus pecados han sido perdonados.A Mat 9:2; Mar 2:5, 9; Luc 5:20, 23 49 Los que estaban sentados1 Lit., reclinados a la mesa con El comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste que hasta perdona pecadosA Luc 5:21? 50 Pero Jesús dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado,A Mat 9:22; Luc 17:19; 18:42 vete en paz.B Mar 5:34; Luc 8:48

A7:1: Mat 7:28

17:1: Lit., a oídos del pueblo

B7:1: Mat. 8:5-13

17:2: Lit., para quien él era honorable

A7:3: Mat 8:5

17:3: O, sanara

17:5: O, nuestra nación

17:7: Lit., mas habla con una

27:7: Lit., muchacho

A7:9: Mat 8:10; Luc 7:50

17:11: Algunos mss. dicen: al día siguiente

27:11: Lit., y

A7:13: Luc 7:19; 10:1; 11:1, 39; 12:42; 13:15; 17:5, 6; 18:6; 19:8; 22:61; 24:34; Juan 4:1; 6:23; 11:2

A7:16: Luc 5:26

B7:16: Mat 9:8

C7:16: Mat 21:11; Luc 7:39

A7:17: Mat 9:26

A7:18: Mat. 11:2-19

17:19: Lit., ciertos dos

A7:19: Luc 7:13; 10:1; 11:1, 39; 12:42; 13:15; 17:5, 6; 18:6; 19:8; 22:61; 24:34; Juan 4:1; 6:23; 11:2

27:19: Algunos de los mss. más antiguos dicen: uno diferente

A7:21: Mat 4:23

B7:21: Mar 3:10

A7:22: Isa 35:5; 61:1

A7:27: Mal 3:1; Mat 11:10; Mar 1:2

17:28: Lit., mujeres

17:29: O, publicanos; i.e., los que explotaban la recaudación de los impuestos romanos, y así en el vers 34

A7:29: Luc 7:35

27:29: O, justificaron a Dios

B7:29: Mat 21:32; Luc 3:12

C7:29: Hech 18:25; 19:3

17:30: I.e., expertos en la ley de Moisés

A7:30: Mat 22:35

27:30: Lit., él

A7:33: Luc 1:15

17:35: Lit., Y

A7:35: Luc 7:29

17:36: Lit., se recostó

17:37: Lit., recostado

A7:37: Mat 26:6-13; Mar 14:3-9; Luc 7:37-39; Juan 12:1-8

17:39: Lit., para sí diciendo

27:39: Algunos mss. dicen: el profeta

A7:39: Luc 7:16; Juan 4:19

17:41: Un denario valía aprox 4 gramos de plata, o el equivalente al salario de un día

A7:41: Mat 18:28; Mar 6:37

A7:42: Mat 18:25

A7:44: Gén 18:4; 19:2; 43:24; Jue 19:21; 1 Tim 5:10

A7:45: 2 Sam 15:5

17:45: Lit., no cesaba

A7:46: 2 Sam 12:20; Sal 23:5; Ecl 9:8; Dan 10:3

A7:48: Mat 9:2; Mar 2:5, 9; Luc 5:20, 23

17:49: Lit., reclinados

A7:49: Luc 5:21

A7:50: Mat 9:22; Luc 17:19; 18:42

B7:50: Mar 5:34; Luc 8:48