22
Balac y Balaam
Después partieron los hijos de Israel y acamparon en las llanuras de Moab, al otro lado del Jordán, frente a JericóA Núm 33:48, 49.
Y BalacA Jue 11:25, hijo de Zipor, vio todo lo que Israel había hecho a los amorreos. Entonces Moab tuvo mucho temorA Ex 15:15 a causa del pueblo, porque eran muchos; y Moab tuvo miedo ante los hijos de Israel. Y Moab dijo a los ancianos de MadiánA Núm 25:15-18; 31:1-3: Esta multitud lamerá todo lo que hay a nuestro derredor, como el buey lame la hierba del campo. Y en aquel tiempo Balac, hijo de Zipor, era rey de Moab. Y envió mensajeros a Balaam, hijo de BeorA Jos 24:9; 2 Ped 2:15, 16; Jud 11, en PetorB Deut 23:4, que está cerca del río1 I.e., el Eufrates, en la tierra de los hijos de su pueblo, para llamarlo, diciendo: Mira, un pueblo salió de Egipto y he aquí, cubren la faz de la tierra y habitan frente a mí. Ven ahora, te ruegoA Núm 22:17; 23:7, 8, y maldíceme a este puebloB Núm 22:12; 24:9 porque es demasiado poderoso1 Lit., numeroso para mí; quizá pueda derrotarlos2 Lit., herirlos y echarlos de la tierra. Porque yo sé que a quien tú bendices es bendecido, y a quien tú maldices es maldecido.
Y los ancianos de Moab y los ancianos de Madián fueron con el precio de la adivinaciónA Núm 23:23; 24:1; Jos 13:22 en la mano; y llegaron a Balaam, y le repitieron1 Lit., hablaron las palabras de Balac. Y él les dijo: Pasad la noche aquí y yo os traeré palabra según lo que el Señor me diga. Y los jefes de Moab se quedaron con Balaam. Entonces DiosA Gén 20:3 vino a Balaam y le dijo: ¿Quiénes son estos hombres que están contigo? 10 Y Balaam dijo a Dios: Balac, hijo de Zipor, rey de Moab, me ha enviado un mensaje: 11 “Mira, el pueblo que salió de Egipto cubre la faz de la tierra; ven ahora, maldícemelos; quizá yo pueda pelear contra ellos y expulsarlos.” 12 Y Dios dijo a Balaam: No vayas con ellos; no maldecirásA Núm 23:8; 24:9 al pueblo, porque es benditoB Gén 12:2; 22:17. 13 Balaam se levantó de mañana y dijo a los jefes de Balac: Volved a vuestra tierra, porque el Señor ha rehusado dejarme ir con vosotros. 14 Y los jefes de Moab se levantaron y volvieron a Balac, y le dijeron: Balaam rehusó venir con nosotros.
15 Entonces Balac envió jefes otra vez, más numerosos y más distinguidos que los anteriores1 Lit., éstos. 16 Y fueron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: “Te ruego que no rehúses venir a mí; 17 porque en verdad te honraré en gran manera, y haré cualquier cosa que me digas. Ven, pues, te ruego, y maldíceme a este puebloA Núm 22:6.” 18 Y Balaam respondió, y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría traspasar el mandamiento1 Lit., la boca del Señor mi DiosA Núm 22:38; 24:13; 1 Rey 22:14; 2 Crón 18:13 para hacer ni poco ni mucho2 Lit., ni pequeño ni grande. 19 Pero, os ruego que permanezcáis aquí también esta noche, y sabré qué más me dice el Señor. 20 Y Dios vino a Balaam de noche, y le dijo: Si los hombres han venido a llamarte, levántate y ve con ellos; pero sólo dirás1 Lit., harás la palabra que yo te hableA Núm 22:35; 23:5, 12, 16, 26; 24:13.
21 Y Balaam se levantó muy de mañana, aparejó su asna y se fue con los jefes de MoabA 2 Ped 2:15. 22 Pero Dios se airó porque él iba, y el ángelA Ex 23:20 del Señor se puso en el camino como un adversario contra él. Y Balaam iba montado sobre su asna, y sus dos sirvientes con él. 23 Cuando el asna vio al ángel del Señor de pie en el camino con la espada desenvainada en la mano, el asna se salió del camino y se fue por medio del campo; pero Balaam golpeó el asna para hacerla volver al camino. 24 Entonces el ángel del Señor se puso en una senda estrecha de los viñedos, con una pared a un lado y otra pared al otro lado. 25 Al ver el asna al ángel del Señor, se pegó contra la pared y presionó el pie de Balaam contra la pared; entonces él la golpeó otra vez. 26 Y el ángel del Señor se fue más lejos, y se puso en un sitio estrecho donde no había manera de volverse ni a la derecha ni a la izquierda. 27 Y viendo el asna al ángel del Señor, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y golpeó al asna con su palo. 28 Entonces el Señor abrió la boca del asnaA 2 Ped 2:16, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho yo que me has golpeado estas tres veces? 29 Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. Ojalá tuviera una espada en mi mano, que ahora mismo te matabaA Prov 12:10; Mat 15:19. 30 Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna, y sobre mí has cabalgado toda tu vida hasta hoy? ¿He tenido la costumbre de portarme así contigo? Y él dijo: No.
31 Entonces el Señor abrió los ojos de Balaam, y él vio al ángel del Señor de pie en el camino, con la espada desenvainada en su mano, e inclinándose, se postró rostro en tierraA Jos 5:13-15; 32 y el ángel del Señor le dijo: ¿Por qué has golpeado a tu asna estas tres veces? Mira, yo he salido como adversario, porque tu camino me era contrario1 O, perversoA 2 Ped 2:15; 33 pero el asna me vio y se apartó de mí estas tres veces. Si no se hubiera apartado de mí, ciertamente yo te hubiera matado ahora mismo, y a ella la hubiera dejado vivir. 34 Y Balaam dijo al ángel del Señor: He pecadoA Núm 14:40, pues no sabía que tú estabas en el camino para enfrentarte a mí. Pero ahora, si te desagrada, me volveré. 35 El ángel del Señor respondió a Balaam: Ve con los hombres, pero hablarás sólo la palabra que yo te digaA Núm 22:20. Y Balaam se fue con los jefes de Balac.
36 Al oír Balac que Balaam se acercaba1 Lit., venía, salió a recibirlo en una ciudad de Moab, que está sobre la frontera del Arnón, al2 Lit., la cual está en el extremo de la frontera. 37 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿No envié a llamarte con urgencia? ¿Por qué no viniste a mí? ¿Acaso no soy capaz de honrarte? 38 Balaam respondió a Balac: Mira, ahora he venido a ti. ¿Hay algo, acaso, que pueda decir? La palabra que Dios ponga en mi boca, ésa diréA Núm 22:18. 39 Balaam fue con Balac, y llegaron a Quiriat-huzot. 40 Y Balac sacrificó bueyes y ovejas, y envió algunos a Balaam y a los jefes que estaban con él.
41 Y sucedió que a la mañana siguiente, Balac tomó a Balaam y lo hizo subir a los lugares altos de Baal1 O, a Bamot-baalA Núm 21:28, y desde allí vio un extremo del puebloB Núm 23:13.

A22:1: Núm 33:48, 49

A22:2: Jue 11:25

A22:3: Ex 15:15

A22:4: Núm 25:15-18; 31:1-3

A22:5: Jos 24:9; 2 Ped 2:15, 16; Jud 11

B22:5: Deut 23:4

122:5: I.e., el Eufrates

A22:6: Núm 22:17; 23:7, 8

B22:6: Núm 22:12; 24:9

122:6: Lit., numeroso

222:6: Lit., herirlos

A22:7: Núm 23:23; 24:1; Jos 13:22

122:7: Lit., hablaron

A22:9: Gén 20:3

A22:12: Núm 23:8; 24:9

B22:12: Gén 12:2; 22:17

122:15: Lit., éstos

A22:17: Núm 22:6

122:18: Lit., la boca

A22:18: Núm 22:38; 24:13; 1 Rey 22:14; 2 Crón 18:13

222:18: Lit., ni pequeño ni grande

122:20: Lit., harás

A22:20: Núm 22:35; 23:5, 12, 16, 26; 24:13

A22:21: 2 Ped 2:15

A22:22: Ex 23:20

A22:28: 2 Ped 2:16

A22:29: Prov 12:10; Mat 15:19

A22:31: Jos 5:13-15

122:32: O, perverso

A22:32: 2 Ped 2:15

A22:34: Núm 14:40

A22:35: Núm 22:20

122:36: Lit., venía

222:36: Lit., la cual está en el

A22:38: Núm 22:18

122:41: O, a Bamot-baal

A22:41: Núm 21:28

B22:41: Núm 23:13