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Para el músico principal. Un salmo de David.
¡El rey se alegra de tu fuerza, Yahvé!
¡Cuánto se alegra de tu salvación!
Le has dado el deseo de su corazón,
y no han retenido la petición de sus labios. Selah.
Porque lo encuentras con las bendiciones de la bondad.
Pusiste una corona de oro fino en su cabeza.
Te pidió la vida y se la diste,
incluso la duración de los días por los siglos de los siglos.
Su gloria es grande en tu salvación.
Le das honor y majestad.
Porque tú lo haces el más bendito para siempre.
Lo alegras con tu presencia.
Porque el rey confía en Yahvé.
Por la amorosa bondad del Altísimo, no será conmovido.
Tu mano descubrirá a todos tus enemigos.
Tu mano derecha descubrirá a los que te odian.
Los harás como un horno de fuego en el momento de tu ira.
Yahvé se los tragará en su ira.
El fuego los devorará.
10 Destruirás a sus descendientes de la tierra,
su posteridad de entre los hijos de los hombres.
11 Porque ellos pretenden el mal contra ti.
Han tramado un mal contra ti que no puede tener éxito.
12 Porque los harás volver la espalda,
cuando apuntas con los arcos a la cara.
13 Sé exaltado, Yahvé, en tu fuerza,
por lo que cantaremos y alabaremos tu poder.