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¡Yahvé reina!
¡Que la tierra se alegre!
¡Que la multitud de islas se alegre!
Las nubes y la oscuridad lo rodean.
La rectitud y la justicia son el fundamento de su trono.
Un fuego va delante de él,
y quema a sus adversarios por todos lados.
Su rayo ilumina el mundo.
La tierra ve y tiembla.
Las montañas se derriten como la cera ante la presencia de Yahvé,
ante la presencia del Señor de toda la tierra.
Los cielos declaran su justicia.
Todos los pueblos han visto su gloria.
Que se avergüencen todos los que sirven a las imágenes grabadas,
que se jactan de sus ídolos.
¡Adoradle, todos los dioses!*los LXX se lee “ángeles” en lugar de “dioses”.
Sión escuchó y se alegró.
Las hijas de Judá se alegraron
a causa de tus juicios, Yahvé.
Porque tú, Yahvé, eres altísimo sobre toda la tierra.
Estás exaltado muy por encima de todos los dioses.
10 Tú que amas a Yahvé, odia el mal.
Conserva las almas de sus santos.
Los libra de la mano de los malvados.
11 La luz se siembra para los justos,
y alegría para los rectos de corazón.
12 ¡Alegraos en Yahvé, pueblo justo!
Da gracias a su santo Nombre.

*97:7 los LXX se lee “ángeles” en lugar de “dioses”.