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Ayuda para la vida diaria frente a la vanidad
Echa tu pan sobre las aguas,
Porque después de muchos días lo hallarás.
Reparte a siete, y aun a ocho,
Porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra.
Si las nubes están llenas de lluvia,
Se vaciarán sobre la tierra,
Y si un árbol cae hacia el sur o hacia el norte,
En el lugar donde caiga quedará.
El que observa el viento no sembrará,
Y el que mira las nubes, no cosechará.
Así como no sabes cuál es la senda del viento,
Ni cómo crecen los huesos en el vientre de la que está embarazada,
Así ignoras la obra de ʼElohim,
Quien hace todas las cosas.
 
Por la mañana siembra tu semilla,
Y al llegar la noche no des reposo a tu mano.
Porque no sabes qué es lo mejor,
Si esto o aquello,
O si ambas cosas serán igualmente buenas.
 
Agradable es la luz,
Y grato a los ojos contemplar el sol.
Pero aunque el hombre viva muchos años,
Y en todos ellos tenga gozo,
Recuerde que los días de oscuridad serán muchos más.
¡Todo lo que viene es vanidad!
Alégrate, oh joven, en tu juventud,
Y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia.
Sigue los impulsos de tu corazón
Y los deseos de tus ojos.
Pero sabe que por todas estas cosas te juzgará ʼElohim.
10 Aparta la ira y el enojo de tu corazón,
Y aleja el mal de tu carne.
Porque la adolescencia y la juventud son vanidad.