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Profecía contra los pastores de Israel
La Palabra de Yavé vino a mí: Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel. Profetiza y dí a esos pastores: ʼAdonay Yavé dice: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar las ovejas? Comen la sustancia, se visten con la lana y matan lo cebado, pero no apacientan el rebaño. No fortalecieron a las débiles, ni curaron a la enferma, ni vendaron a la perniquebrada, ni devolvieron a la descarriada al redil, ni buscaron a la perdida, sino se enseñorearon de ellas con dureza y rigor. Ellas andan errantes por falta de pastor, son presa de todas las fieras del campo y se dispersaron. Mis ovejas andan errantes por todas las montañas y sobre toda colina alta. Mis ovejas fueron esparcidas por toda la superficie de la tierra, y no hubo quien las buscara ni quien preguntara por ellas.
Por tanto oh pastores, oigan la Palabra de ʼAdonay Yavé: Vivo Yo, dice ʼAdonay Yavé, ya que mis pastores no cuidaron mi rebaño, éste se convirtió en objeto de presa y mis ovejas en comida de todas las fieras del campo por falta de pastor. Los pastores se apacientan ellos mismos y no apacientan mis ovejas. Oigan, oh pastores, la Palabra de Yavé. 10  ʼAdonay Yavé dice: Ciertamente Yo estoy contra los pastores. Demandaré de su mano mis ovejas, y dejarán de apacentarlas. Los pastores ya no se apacentarán ellos mismos, pues Yo libraré mis ovejas de sus bocas para que ya no les sirvan de comida.
11 Porque ʼAdonay Yavé dice: En verdad, Yo mismo buscaré a mis ovejas y las reconoceré. 12  Como el pastor reconoce su rebaño el día cuando está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas y las libraré de todos los lugares en los cuales fueron esparcidas en día nublado y oscuro. 13  Las sacaré de entre los pueblos. Las reuniré de las naciones y las traeré a su propia tierra. Las apacentaré en las montañas de Israel, en los valles y en todos los lugares habitados de la tierra. 14  Las apacentaré en buenos prados, y en las altas montañas de Israel estará su redil. Allí dormirán en buen redil. Serán apacentadas en rico prado sobre las montañas de Israel. 15  Yo apacentaré mi rebaño y lo llevaré a descansar, dice ʼAdonay Yavé. 16  Yo buscaré a la perdida, devolveré a la descarriada, vendaré a la perniquebrada y fortaleceré a la débil. Pero destruiré la gorda y la fuerte. Las apacentaré con justicia.
17  En cuanto a ti, rebaño mío, ʼAdonay Yavé dice: Ciertamente Yo juzgo entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos. 18  ¿Es poca cosa para ustedes que se alimenten de buen prado para que también pisoteen el resto de su pasto? ¿O que beban el agua clara y enturbien con sus pies el resto? 19  ¿Y que tengan mis ovejas que comer lo pisoteado y beber lo enturbiado con sus pies?
20 Por tanto ʼAdonay Yavé dice: Miren, Yo mismo juzgaré entre la oveja gorda y la oveja flaca. 21  Porque con el costado y el hombro empujan y con sus cuernos atacan a todas las débiles hasta cuando las echan fuera y las dispersan. 22  Por tanto Yo libraré a mi rebaño. Ya no serán una presa. Juzgaré entre una oveja y otra. 23  Levantaré sobre ellas a un pastor: a mi esclavo David. Él las apacentará y será su pastor. 24  Yo, Yavé, les seré ʼElohim, y mi esclavo David será jefe entre ellas. Yo, Yavé, hablé.
25  Estableceré con ellas un Pacto de paz. Eliminaré las fieras de la tierra. Vivirán seguras en el desierto y dormirán en los bosques. 26  Haré que ellas y los lugares alrededor de mi colina sean una bendición, y enviaré las lluvias en su tiempo. Serán lluvias de bendición. 27  El árbol del campo y la tierra darán sus frutos. Estarán sobre la tierra con seguridad. Sabrán que Yo soy Yavé cuando rompa las correas de su yugo y las libre de mano de aquellos que se servían de ellas. 28  No volverán a ser despojo de las naciones, ni las fieras de la tierra las devorarán, sino habitarán con seguridad. No habrá quien las aterrorice. 29  Yo levantaré para ellas una vegetación renombrada. Ya no serán consumidas por el hambre en la tierra, ni llevarán la afrenta de las naciones.
30  Sabrán que Yo, Yavé su ʼElohim, estoy con ellas, y que ellos, la Casa de Israel, son mi pueblo, dice ʼAdonay Yavé. 31  Y ustedes, ovejas mías, ovejas de mi prado, son hombres, y Yo soy su ʼElohim, dice ʼAdonay Yavé.