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Contra el rey de Babilonia
Porque Yavé tendrá compasión de Jacob. Volverá a escoger a Israel y los establecerá en su propia tierra. Los extranjeros se unirán a ellos, y se adherirán a la casa de Jacob. Las naciones los tomarán y los llevarán a su lugar. Y la Casa de Israel los poseerá como esclavos y esclavas en la tierra de Yavé. Cautivarán a los que los cautivaron, y señorearán sobre sus opresores.
Aquel día Yavé te dará descanso de tu labor, de tu tribulación y de la dura esclavitud en la cual los obligaron a servir. Entonces se mofarán del rey de Babilonia: ¡Cómo terminó el opresor y cesó la furia! Yavé quebró la vara de los perversos, el cetro de los gobernantes, que sin tregua golpeaba a los pueblos con furor, que oprimía a las naciones con incontrolable persecución. Toda la tierra está en reposo y en paz. Prorrumpe en gritos de júbilo. Aun los cipreses y los cedros del Líbano se alegran por ti y dicen: ¡Desde cuando fuiste derribado, ya no sube el talador contra nosotros! El Seol abajo se estremeció a causa de ti. Despertó a todos los potentados muertos de la tierra para que en tu llegada salieran a recibirte. Levantó de sus tronos a todos los reyes de las naciones. 10 Todos ellos te responderán y dirán: ¡También tú fuiste debilitado como nosotros, y fuiste como nosotros! 11 Tu soberbia y el sonido de tus arpas descendieron al Seol. Los gusanos hacen cama debajo de ti y te cubrirán.
12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero de la mañana! ¡Tú, que debilitabas a las naciones, fuiste derribado a la tierra! 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo, en lo alto. Junto a las estrellas de ʼElohim levantaré mi trono, y me sentaré en la Montaña del Testimonio, a los lados del norte. 14 Subiré sobre las alturas de las nubes, y seré semejante a Elyón. 15 ¡Pero fuiste derribado hasta el Seol, a las partes más profundas de la fosa! 16 Los que te vean se inclinarán hacia ti. Reflexionarán ante ti y dirán: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que sacudía los reinos, 17 que convirtió el mundo en un desierto, que asoló sus ciudades y nunca les abrió la cárcel a sus presos? 18 Todos los reyes de la tierra están tendidos con honra, cada uno en su propia morada. 19 Pero tú eres echado de tu sepulcro como rama repugnante, como ropa de asesinados a espada, que bajan al fondo de la fosa como uno que fue hallado muerto. 20 No serás unido a ellos en la sepultura, porque tú destruiste tu tierra y mataste a tu pueblo. Para siempre no será nombrada la descendencia de los malignos. 21 Preparen la matanza de sus hijos por la perversidad de sus padres, no sea que se levanten, posean la tierra y llenen de ciudades la superficie del mundo.
22 Porque me levantaré contra ellos, dice Yavé de las huestes, y extirparé de Babilonia el nombre y los sobrevivientes, los descendientes y las futuras generaciones, dice Yavé. 23 La convertiré en posesión de erizos y en pantanos, y la barreré con la escoba del exterminio, dice Yavé de las huestes.
Contra Asiria
24 Yavé de las huestes juró: Ciertamente lo que pensé sucederá y lo que decidí se realizará. 25 Quebrantaré al asirio en mi tierra y sobre mis montañas lo pisotearé. Su yugo será quitado de ellos y la carga removida de sus hombros. 26 Éste es el designio acordado para toda la tierra, y ésta la mano extendida sobre todas las naciones, 27 porque Yavé de las huestes lo determinó. ¿Quién podrá impedirlo? ¿Quién puede volver atrás su mano extendida?
Contra Filistea
28 El año cuando murió el rey Acaz vino esta profecía: 29 No te alegres tú, toda Filistea, porque se rompió la vara del que te hería, y saldrá una víbora de la raíz de la serpiente. Su fruto será una feroz serpiente alada. 30 Entonces los primogénitos de los pobres serán apacentados y los necesitados descansarán confiadamente. Pero hará morir de hambre a tu raíz y matará de hambre a tus sobrevivientes. 31 ¡Aúlla, puerta! ¡Grita, ciudad! ¡Desfallece, oh Filistea, toda tú! Porque un humo viene del norte, y no hay rezagado en sus huestes. 32 ¿Qué se responderá a los mensajeros de las naciones? Que Yavé cimentó a Sion, y que en ella se refugian los afligidos de su pueblo.