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Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así:
A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto visitaré contra vosotros todas vuestras maldades.
¿Andarán dos juntos, si no están de acuerdo?
¿Rugirá el león en la selva sin haber presa? ¿Dará el leoncillo su rugido desde su guarida, sin haber apresado algo?
¿Caerá el ave en el lazo en la tierra, sin haber cazador? ¿Se alzará el lazo de la tierra, si no se ha atrapado nada?
¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho?
Porque no hará nada el Señor Jehová, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.
Rugiendo el león, ¿quién no temerá? Hablando el Señor Jehová, ¿quién no profetizará?
Haced pregonar sobre los palacios de Asdod, y sobre los palacios de la tierra de Egipto, y decid: Reuníos sobre las montañas de Samaria, y ved muchas opresiones en medio de ella, y violencias en medio de ella.
10 Y no saben hacer lo recto, dice Jehová, atesorando rapiñas y despojos en sus palacios.
11 Por tanto, así dice el Señor Jehová: Un enemigo vendrá aún por todos lados de la tierra, y derribará de ti tu fortaleza, y tus palacios serán saqueados.
12 Así dice Jehová: De la manera que el pastor libra de la boca del león dos piernas, o la punta de una oreja, así escaparán los hijos de Israel que moran en Samaria en el rincón de una cama, y al lado de un lecho.
13 Oíd y testificad en la casa de Jacob, dice el Señor Jehová, el Dios de los ejércitos:
14 Que el día que visite las rebeliones de Israel sobre él, visitaré también sobre los altares de Betel; y serán cortados los cuernos del altar, y caerán a tierra.
15 Y heriré la casa de invierno con la casa de verano, y las casas de marfil perecerán; y las grandes casas serán destruidas, dice Jehová.