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Al Músico principal: sobre Sosanim: Salmo de David
Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta mi alma.
Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo sentar pie; he llegado a aguas profundas, donde la corriente me anega.
Cansado estoy de clamar; mi garganta se ha enronquecido; mis ojos desfallecen mientras espero a mi Dios.
Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme; Sin razón son mis enemigos; he tenido que pagar lo que no he robado.
Dios, tú sabes mi locura; y mis pecados no te son ocultos.
No sean avergonzados por mi causa los que esperan en ti, oh Señor, Jehová de los ejércitos; no sean confundidos por causa mía los que te buscan, oh Dios de Israel.
Porque por amor a ti he sufrido afrenta; confusión ha cubierto mi rostro.
He venido a ser extraño a mis hermanos, y extranjero a los hijos de mi madre.
Porque me consumió el celo de tu casa; y las afrentas de los que te injuriaban, han caído sobre mí.
10 Y lloré afligiendo con ayuno mi alma; y esto me ha sido por afrenta.
11 Me puse además cilicio por vestidura; y vine a serles por proverbio.
12 Hablan contra mí los que se sientan a la puerta, y vine a ser la canción de los borrachos.
13 Pero yo a ti elevo mi oración, oh Jehová, en tiempo aceptable; oh Dios, por la multitud de tu misericordia, por la verdad de tu salvación, escúchame.
14 Sácame del lodo, y no dejes que me hunda; sea yo librado de los que me aborrecen, y de las aguas profundas.
15 No me anegue la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca.
16 Escúchame, oh Jehová, porque benigna es tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus piedades.
17 Y no escondas tu rostro de tu siervo; porque estoy angustiado; apresúrate a escucharme.
18 Acércate a mi alma, redímela. Líbrame a causa de mis enemigos.
19 Tú sabes mi afrenta, y mi confusión y mi oprobio; delante de ti están todos mis enemigos.
20 La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado; y esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; y consoladores, y ninguno hallé.
21 Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre.
22 Que la mesa delante de ellos se vuelva en lazo, y lo que era para su bien se les convierta en trampa.
23 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, y haz vacilar continuamente sus lomos.
24 Derrama sobre ellos tu ira, y el furor de tu enojo los alcance.
25 Sea asolada su habitación; y no haya morador en sus tiendas.
26 Porque persiguen al que tú heriste; y cuentan del dolor de los que tú quebrantaste.
27 Pon maldad sobre su maldad, y no entren en tu justicia.
28 Sean borrados del libro de los vivientes, y no sean inscritos con los justos.
29 Pero yo estoy afligido y quebrantado, tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.
30 Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, con acciones de gracias lo exaltaré.
31 Y esto agradará a Jehová más que el sacrificio de un buey, o de un becerro que tiene cuernos y pezuñas.
32 Los humildes lo verán y se gozarán. Buscad a Dios y vivirá vuestro corazón.
33 Porque Jehová oye al pobre, y no menosprecia a sus prisioneros.
34 Alábenlo el cielo y la tierra, los mares, y todo lo que se mueve en ellos.
35 Porque Dios salvará a Sión, y reedificará las ciudades de Judá; y habitarán allí, y la poseerán.
36 Y la simiente de sus siervos la heredará, y los que aman su nombre habitarán en ella.