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Salmo de David
Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
Jehová enviará desde Sión la vara de tu poder: Domina en medio de tus enemigos.
Tu pueblo estará dispuesto en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad: desde el seno de la aurora, tienes tú el rocío de tu juventud.
Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
El Señor a tu diestra herirá a los reyes en el día de su furor:
Juzgará entre las naciones, las llenará de cadáveres; herirá las cabezas en muchas tierras.
Del arroyo beberá en el camino; por lo cual levantará la cabeza.