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Cántico gradual
Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro.
Mi socorro viene de Jehová, que hizo el cielo y la tierra.
No dará tu pie al resbaladero; ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.
Jehová es tu guardador: Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.
Jehová te guardará de todo mal: Él guardará tu alma.
Jehová guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre.