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Cántico gradual
Acuérdate, oh Jehová, de David, y de toda su aflicción;
que juró él a Jehová, prometió al Fuerte de Jacob:
No entraré en la morada de mi casa, ni subiré sobre el lecho de mi estrado;
no daré sueño a mis ojos, ni a mis párpados adormecimiento,
hasta que halle un lugar para Jehová, una morada para el Fuerte de Jacob.
He aquí, en Efrata oímos de ella; la hallamos en los campos del bosque.
Entraremos en sus tabernáculos; adoraremos ante el estrado de sus pies.
Levántate, oh Jehová, entra al lugar de tu reposo; tú y el arca de tu fortaleza.
Tus sacerdotes se vistan de justicia, y tus santos se regocijen.
10 Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro.
11 En verdad juró Jehová a David, no se retractará de ello: Del fruto de tus lomos pondré sobre tu trono.
12 Si tus hijos guardaren mi pacto, y mi testimonio que yo les enseñaré, sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.
13 Porque Jehová ha elegido a Sión; la deseó por habitación para sí.
14 Éste es mi lugar de reposo para siempre: Aquí habitaré, porque la he deseado.
15 Bendeciré en gran manera su provisión; a sus pobres saciaré de pan.
16 Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes, y sus santos darán voces de júbilo.
17 Allí haré reverdecer el cuerno de David; he preparado lámpara a mi ungido.
18 A sus enemigos vestiré de confusión; mas sobre él florecerá su corona.