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Y EL SEÑOR dijo a Noé: Ven tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.
De todo animal limpio te toma­rás de siete en siete, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, dos, macho y su hembra.
También de las aves del cie­lo de siete en siete, macho y hembra; para guardar en vida la casta sobre la faz de toda la tie­rra.
Porque aún siete días, y yo haré llover sobre la tierra cua­renta días y cuarenta noches; y toda sustancia viviente que hice destruiré de sobre la faz de la tierra.
E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó el SEÑOR.
Y siendo Noé de seiscientos años, el diluvio de las aguas fue sobre la tierra.
Y vino Noé, y sus hijos, y su esposa, y las esposas de sus hijos con él al arca, por las aguas del diluvio.
De los animales limpios, y de los animales que no son limpios, y de las aves, y de todo lo que se arrastra sobre la tierra,
De dos en dos entraron a Noé en el arca: macho y hembra, como mandó Dios a Noé.
10 Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio fueron sobre la tierra.
11 El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a die­cisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas del cielo fueron abiertas;
12 Y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
13 En este mismo día entró Noé, y Sem, y Cam y Jafet, hijos de Noé, la esposa de Noé, y las tres esposas de sus hijos con él en el arca;
14 Ellos, y todos los animales según sus géneros, y todos los animales mansos según sus géneros, y todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra según su género, y toda ave según su género, todo pájaro alado.
15 Y vinieron a Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida.
16 Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios: y el SEÑOR le cerró la puerta.
17 Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecie­ron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra.
18 Y prevalecieron las aguas, y crecieron en gran manera sobre la tierra; y andaba el arca sobre la faz de las aguas.
19 Y las aguas prevalecieron mucho en extremo sobre la tie­rra; y todos los montes altos que había debajo de todo el cielo, fueron cubiertos.
20 Quince codos en alto prevale­cieron las aguas; y fueron cubier­tos los montes.
21 Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganados, y de bestias, y de todo reptil que anda arrastran­do sobre la tierra, y todo hombre:
22 Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, de todo lo que había en la tierra, murió.
23 Así fue destruída toda sustancia viviente de sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y los reptiles, y las aves del cielo; y fueron destruidos de la tierra; y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el arca.
24 Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento y cincuenta días.