23
Y ACONTECIÓ, pasados muchos días después que el SEÑOR dio reposo a Israel de todos sus enemigos al contorno, que Josué, siendo viejo, y entrado en días,
Llamó a todo Israel, a sus ancianos, a sus príncipes, a sus jueces y a sus oficiales, y díjoles: Yo soy ya viejo y entrado en días:
Y vosotros habéis visto todo lo que el SEÑOR vuestro Dios ha hecho con todas estas naciones en vuestra presencia; porque el SEÑOR vuestro Dios ha peleado por vosotros.
He aquí os he repartido por suerte, en herencia para vuestras tribus, estas naciones, así las des­truídas como las que quedan, desde el Jordán hasta el gran mar hacia donde el sol se pone.
Y el SEÑOR vuestro Dios las echará de delante de vosotros, y las lanzará de vuestra presencia: y vosotros poseeréis sus tierras, como el SEÑOR vuestro Dios os ha dicho.
Sed pues muy valientes para guar­dar y hacer todo lo que está escri­to en el libro de la ley de Moisés, sin apartaros de ello ni a la dies­tra ni a la siniestra;
Que cuando entrareis a estas naciones que han quedado con vosotros, no hagáis mención ni juréis por el nombre de sus dio­ses, ni los sirváis, ni os inclinéis a ellos:
Mas al SEÑOR vuestro Dios os allegaréis, como habéis hecho hasta hoy;
Pues ha echado el SEÑOR delante de vosotros grandes y fuertes naciones, y hasta hoy nadie ha podido parar delante de vuestro rostro.
10 Un varón de vosotros perse­guirá a mil: porque el SEÑOR vuestro Dios pelea por vosotros, como él os dijo.
11 Por tanto, cuidad mucho por vuestras almas, que améis al SEÑOR vuestro Dios.
12 Porque si os apartareis, y os allegareis a lo que resta de estas naciones que han quedado con vosotros, y si concertareis con ellas matrimonios, y entrareis a ellas, y ellas a vosotros;
13 Sabed que el SEÑOR vuestro Dios no echará más estas naciones delante de vosotros; antes os serán por lazo, y por tropiezo, y por azote para vuestros costados, y por espinas para vuestros ojos, hasta tanto que perezcáis de esta buena tierra que el SEÑOR vuestro Dios os ha dado.
14 Y he aquí que yo estoy para entrar hoy por el camino de toda la tierra: reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no se ha perdi­do una palabra de todas las bue­nas palabras que el SEÑOR vuestro Dios había dicho de vosotros: todas os han venido, no se ha perdido de ellas ni una.
15 Mas será, que como ha veni­do sobre vosotros toda palabra buena que el SEÑOR vuestro Dios os había dicho, así también traerá el SEÑOR sobre vosotros toda palabra mala, hasta destrui­ros de sobre la buena tierra que el SEÑOR vuestro Dios os ha dado;
16 Cuando traspasareis el pacto del SEÑOR vuestro Dios que él os ha mandado, yendo y honran­do dioses ajenos, e inclinándoos a ellos. Y el furor del SEÑOR se inflamará contra vosotros, y luego pereceréis de esta buena tierra que él os ha dado.