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Al Músico principal: sobre Mutlaben: Salmo de David.
TE alabaré, oh SEÑOR, con todo mi corazón; mostraré todas tus maravillas.
Alegraréme y regocijaréme en ti: cantaré alabanza a tu nombre, oh Altísimo;
Cuando mis enemigos son vueltos atrás, caerán y perecerán en tu presencia.
Porque tú has mantenido mi derecho y mi causa; te sentaste en el trono juzgando justamente.
Reprendiste a los paganos, destruiste al impío, raíste el nombre de ellos para siempre jamás.
Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos; y las ciudades que destruiste, su memoria pereció con ellas.
Mas el SEÑOR permanecerá para siempre: él ha preparado su trono para juicio.
Y él juzgará al mundo con justicia, él administrará juicio a los pueblos con rectitud.
Y será también el SEÑOR refugio para el oprimido, un refugio en tiempos de angustia.
10 Y en ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú, SEÑOR, no desamparaste a los que te buscan.
11 Cantad alabanzas al SEÑOR, que habita en Sión: declarad entre los pueblos sus obras.
12 Cuando hace inquisición por sangre, él se acuerda de ellos: No se olvida del clamor de los humildes.
13 Ten misericordia de mí, oh SEÑOR: Considera mi turbación que padezco de los que me aborre­cen, tú que me levantas de las puertas de la muerte;
14 Para que yo muestre toda tu alabanza en las puertas de la hija de Sión: Me regocijaré en tu salvación.
15 Están hundidos los paganos en la fosa que hicieron; en la red que escondieron es tomado su propio pie.
16 El SEÑOR es conocido por el juicio que ejecuta; en la obra de sus propias manos es enlazado el impío. Higaion. Selah.
17 Los impíos serán trasladados al infierno, y todas las naciones que se olvidan de Dios.
18 Porque no para siempre será olvidado el necesitado; ni la expectativa de los pobres perecerá perpetuamente.
19 Levántate, oh SEÑOR; no prevalezca el hombre; sean juzgados los paganos ante tu vista.
20 Pon, oh SEÑOR, temor en ellos: conozcan las naciones mismas que son no más que hombres. Selah.