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Salmo de David.
SEÑOR, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu santo monte?
El que camina rectamente, y obra justicia, y habla la verdad en su corazón.
El que no calumnia con su len­gua, ni hace mal a su prójimo, ni contra su prójimo acoge oprobio alguno.
En cuyos ojos es despreciado el vil; pero honra a los que temen al SEÑOR; el que jura para su propio daño, y no cambia.
Quién su dinero no da a usura, ni contra el inocente toma soborno. El que hace estas cosas nunca será movido.