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Una canción. Un salmo de David.
¡Oh, Dios! ¡He confiado plenamente en ti! ¡Todo mi ser canta alabanzas a tu nombre!
¡Levántense, arpa y lira! ¡Despertaré al amanecer!
Te agradeceré entre los pueblos, Señor, cantaré alabanzas a ti entre las naciones.* Estos versículos son casi iguales a Salmos 57:8-9.
Porque tu gran amor llega más alto que los cielos, tu fidelidad es más grande que las nubes.
Dios, tu grandeza sobrepasa los cielos, y tu gloria está sobre toda la tierra. Este es el mismo versículo que se encuentra en Salmos 57:11.
¡Rescata a los que amas! Respóndenos, y sálvanos con tu poder!
Dios ha hablado desde su Templo: “He dividido triunfantemente a Siquem y parte del Valle de Sucot.
Tanto Gilead como Manasés me pertenecen. Efraín es mi casco, y Judá es mi cetro.
Trataré a Moab como mi lavabo; pondré mi sandalia sobre Edom; gritaré en triunfo sobre Filistea”.
10 ¿Quién me traerá a la ciudad fortificada? ¿Quién me guiará a Edom?
11 ¿Nos has rechazado, Dios? ¿No dirigirás a tus ejércitos nunca más?
12 Bríndanos, por favor, una mano de ayuda en contra de nuestros enemigos, porque la ayuda humana no vale la pena.
13 Nuestra fuerza está en Dios, y él destruirá a nuestros enemigos. Estos versículos (6-13) son en gran parte iguales a los que están en Salmos 60:5-12. Para referencias, ver Salmos 60.

*108.3 Estos versículos son casi iguales a Salmos 57:8-9.

108.5 Este es el mismo versículo que se encuentra en Salmos 57:11.

108.13 Estos versículos (6-13) son en gran parte iguales a los que están en Salmos 60:5-12. Para referencias, ver Salmos 60.