6
Y vino a la palabra del Señor, diciendo:
Hijo de hombre, vuélve tu rostro a los montes de Israel, y sé profeta para ellos, y di:
Ustedes, montañas de Israel, escuchen las palabras del Señor: esto es lo que el Señor ha dicho a las montañas y los montes, a los arroyos de agua y los valles: He aquí, yo, incluso yo, les envío una espada para la destrucción de tus lugares altos.
Y tus altares serán destruidos, y tus imágenes del sol serán destruidas; y tus hombres muertos serán colocados delante de tus imágenes.
Y pondré los cadáveres de los hijos de Israel delante de sus imágenes, enviando sus huesos en todas las direcciones alrededor de tus altares.
En todos tus lugares que habiten, las ciudades se convertirán en muros derribados, y los lugares altos se desecharán; de modo que sus altares puedan romperse y destruirse, y sus imágenes se rompan y se terminen, y para que sus imágenes del sol se puedan cortar y sus obras sean desechadas.
Y los muertos caerán entre ustedes, y sabrán que yo soy el Señor.
Pero aún así, mantendré un remanente a salvo de la espada entre las naciones, cuando seas enviado vagando entre los países.
Y aquellos de ustedes que están a salvo me tendrán en cuenta entre las naciones a las que fueron llevados como prisioneros, porque yo me quebranté a causa de su corazón fornicario que se apartó de , y en sus ojos que fueron dirigidos a sus falsos dioses, y estarán llenos de odio por mismos a causa de las cosas malas que han hecho en todas sus formas repugnantes.
10 Y sabrán de que yo soy el Señor: no por nada dije que les haría esta maldad.
11 Esto es lo que el Señor ha dicho: Da golpes con tu mano, golpeando con tu pie, y di: ¡Oh dolor! por todos los caminos malvados y repugnantes de los hijos de Israel: porque la muerte los alcanzará con la espada y por la necesidad de alimento y por enfermedad.
12 El que está lejos, morirá por enfermedad; el que está cerca será puesto a cuchillo; el que está encerrado morirá por necesidad de alimento; Y daré pleno efecto a mi furor contra ellos.
13 Y sabrán de que yo soy el Señor, cuando sus hombres muertos se estiren entre sus imágenes alrededor de sus altares en cada colina alta, en todas las cimas de las montañas, y debajo de cada árbol ramificado, y debajo de cada espeso roble, los lugares donde quemaban incienso a todas sus imágenes.
14 Y extenderé mi mano contra ellos, desechando la tierra desolada, haciéndola más desolada que él desierto hasta Diblat; en todas sus poblaciones y sabran de que yo soy Dios.