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Ocurrirá que, cuando hayan caído sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición, que he puesto delante de ti, y las recuerdes entre todas las naciones a las que Yahvé vuestro Dios te ha expulsado, y vuelvas a Yahvé vuestro Dios y obedezcas su voz según todo lo que hoy te ordeno, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, que entonces Yahvé vuestro Dios te liberará del cautiverio, tendrá compasión de ti, y volverá y te reunirá de todos los pueblos donde Yahvé vuestro Dios te ha dispersado. Si tus desterrados están en los confines de los cielos, de allí te reunirá Yahvé vuestro Dios, y de allí te hará volver. El Señor, tu Dios, te llevará a la tierra que poseyeron tus padres, y la poseerás. Te hará un bien y aumentará tu número más que el de tus padres. El Señor, tu Dios, circuncidará tu corazón y el de tu descendencia, para que ames al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, para que vivas. Yahvé vuestro Dios pondrá todas estas maldiciones sobre tus enemigos y sobre los que te odian, que te persiguen. Volverás y obedecerás la voz de Yahvé, y pondrás en práctica todos sus mandatos que hoy te ordeno. Yahvé vuestro Dios te hará prosperar en toda la obra de tu mano, en el fruto de tu cuerpo, en el fruto de tu ganado y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Yahvé volverá a alegrarse de ti para bien, como se alegró de tus padres, 10 si obedeces la voz de Yahvé vuestro Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos que están escritos en este libro de la ley, si te vuelves a Yahvé vuestro Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
11 Porque este mandamiento que hoy os ordeno no es demasiado duro para vosotros ni demasiado lejano. 12 No está en el cielo, para que digáis: “¿Quién subirá por nosotros al cielo, nos lo traerá y nos lo proclamará para que lo cumplamos?” 13 Tampoco está más allá del mar, para que digáis: “¿Quién irá por nosotros al mar, nos lo traerá y nos lo anunciará para que lo hagamos?” 14 Pero la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas. 15 He aquí que hoy he puesto ante vosotros la vida y la prosperidad, y la muerte y el mal. 16 Porque hoy te ordeno que ames a Yahvé, tu Dios, que sigas sus caminos y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus ordenanzas, para que vivas y te multipliques, y para que Yahvé, tu Dios, te bendiga en la tierra a la que entras a poseer. 17 Pero si vuestro corazón se aparta y no queréis escuchar, sino que os dejáis arrastrar y adoráis a otros dioses y les servís, 18 Yo os declaro hoy que pereceréis. No prolongaréis vuestros días en la tierra donde paséis el Jordán para entrar a poseerla. 19 Llamo a los cielos y a la tierra para que sean testigos hoy de que he puesto ante ustedes la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia, 20 para amar a Yahvé vuestro Dios, para obedecer su voz y para aferrarte a él; porque él es tu vida y la duración de tus días, para que habites en la tierra que Yahvé juró a tus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob, que les daría.