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Para el músico jefe. Con la melodía de “No destruyas”. Un salmo de Asaf. Una canción.
1 Te damos gracias, Dios.
Damos gracias, porque tu Nombre está cerca.
Los hombres cuentan tus obras maravillosas.
2 Cuando elijo la hora señalada,
Yo juzgaré sin culpa.
3 La tierra y todos sus habitantes tiemblan.
Sostengo firmemente sus pilares. Selah.
4 Dije a los arrogantes: “¡No te jactes!”
Les dije a los malvados: “No levanten el cuerno.
5 No levantes tu cuerno en alto.
No hables con el cuello rígido”.
6 Porque ni desde el este, ni desde el oeste,
ni aún del sur, viene la exaltación.
7 Pero Dios es el juez.
Deja a uno y levanta a otro.
8 Porque en la mano de Yahvé hay una copa,
lleno de vino espumoso mezclado con especias.
Lo vierte.
En efecto, los malvados de la tierra beben y se lo beben hasta las heces.
9 Pero yo lo declararé para siempre:
Cantaré alabanzas al Dios de Jacob.
10 Cortaré todos los cuernos de los malvados,
pero los cuernos de los justos serán levantados.