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Para el músico principal; en un instrumento de Gath. Un salmo de David.
Yahvé, nuestro Señor, ¡qué majestuoso es tu nombre en toda la tierra!
Has puesto tu gloria por encima de los cielos.
De los labios de los bebés y de los niños has establecido la fuerza,
a causa de tus adversarios, para que acalles al enemigo y al vengador.
Cuando considero tus cielos, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas, que tú has ordenado,
¿Qué es el hombre, para que pienses en él?
¿Qué es el hijo del hombre, para que te preocupes por él?
Porque lo has hecho un poco más bajo que los ángeles, *
y lo coronó de gloria y honor.
Lo haces gobernar sobre las obras de tus manos.
Has puesto todas las cosas bajo sus pies:
Todas las ovejas y el ganado,
sí, y los animales del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
y todo lo que pasa por los caminos de los mares.
Yahvé, nuestro Señor,
¡qué majestuoso es tu nombre en toda la tierra!
* 8:5 Hebreo: Elohim. La palabra Elohim, utilizada aquí, suele significar “Dios”, pero también puede significar “dioses”, “príncipes” o “ángeles”. La Septuaginta lee aquí “ángeles”. Véase también la cita de la Septuaginta en Hebreos 2:7.