14
Dichoso el hombre que no ha resbalado con su boca,
y no sufre por el dolor de los pecados.
Dichoso aquel cuya alma no lo condena,
y que no ha perdido la esperanza.
 
Las riquezas no son apropiadas para una persona tacaña.
¿Qué haría un avaro con el dinero?
El que recoge negándose a sí mismo recoge para los demás.
Otros se deleitarán con sus bienes.
Si uno es malo consigo mismo, ¿con quién será bueno?
No disfrutará de sus posesiones.
No hay más malo que el que es rencoroso consigo mismo.
Esto es un castigo por su maldad.
Aunque haga el bien, lo hace en el olvido.
Al final, revela su maldad.
Un avaro es malo.
Se aleja y desprecia las almas.
El ojo del codicioso no está satisfecho con su porción.
La injusticia malvada seca su alma.
10 El avaro no da el pan,
y falta en su mesa.
 
11 Hijo mío, según lo que tengas, trátate bien,
y traer ofrendas dignas al Señor.
12 Recuerda que la muerte no esperará,
y que el pacto del Hades no te ha sido mostrado.
13 Haz el bien a tus amigos antes de morir.
De acuerdo con tu capacidad, tiende la mano y da a ellos.
14 No te prives de un buen día.
No dejes pasar tu cuota de un bien deseado.
15 ¿No dejarás tus labores a otro,
y que sus trabajos se dividan por sorteo?
16 Da, toma y trátate bien,
porque no hay búsqueda de lujo en el Hades.
17 Toda carne envejece como un vestido,
porque el pacto desde el principio es: “¡Debes morir!”
18 Como las hojas que florecen en un grueso árbol,
algunos se desprenden y otros crecen,
también lo son las generaciones de carne y hueso:
uno llega a su fin y nace otro.
19 Toda obra se pudre y cae,
y su constructor partirá con él.
 
20 Dichoso el hombre que medita en la sabiduría,
y que razona por su entendimiento.
21 El que considera sus caminos en su corazón
también tendrá conocimiento de sus secretos.
22 Ve tras ella como un cazador,
y acechan en sus caminos.
23 El que se asoma a sus ventanas
también escuchará a sus puertas.
24 El que se aloja cerca de su casa
también fijará un clavo en sus paredes.
25 Él montará su tienda cerca de ella,
y se alojará en un alojamiento donde hay cosas buenas.
26 Pondrá a sus hijos bajo su cobijo,
y descansará bajo sus ramas.
27 Por ella se cubrirá del calor,
y se alojará en su gloria.