11
La sabiduría hizo prosperar sus obras de la mano de un santo profeta.
 
Viajaron por un desierto sin habitantes,
y acamparon en regiones sin caminos.
Resistieron a los enemigos y repelieron a los combatientes.
Tuvieron sed y te invocaron,
y se les dio agua de la roca de pedernal*,
y la curación de su sed de la dura piedra.
Pues con qué cosas fueron castigados sus enemigos,
por ellos se beneficiaron en su necesidad.
Cuando los enemigos se vieron turbados por la sangre coagulada
en lugar de la fuente siempre fluyente de un río,
para reprender el decreto de la matanza de bebés,
les diste agua abundante más allá de toda esperanza,
habiendo demostrado por la sed que habían sufrido
cómo castigó a los adversarios.
Porque cuando fueron probados, aunque castigados con misericordia,
aprendieron cómo los impíos fueron atormentados, siendo juzgados con ira.
10 Porque los has probado como un padre que los amonesta;
pero buscaste a esos como un rey severo condenándolos.
11 Sí y si estaban lejos o cerca,
estaban igualmente angustiados;
12 por una doble pena se apoderó de ellos,
y un gemido ante el recuerdo de las cosas pasadas.
13 Porque cuando oyeron que con sus propios castigos los demás se beneficiaban,
reconocieron al Señor.
14 Por el que mucho antes fue arrojado y expuesto dejaron de burlarse.
Al final de lo que pasó, se maravillaron,
habiendo tenido sed de otra manera que los justos.
 
15 Pero a cambio de las insensatas imaginaciones de su injusticia,
en la que se extraviaron para adorar a reptiles irracionales y a miserables alimañas,
enviaste sobre ellos una multitud de criaturas irracionales para castigarlos,
16 para que aprendan que por lo que peca el hombre, por eso es castigado.
17 Porque tu mano todopoderosa
que creó el mundo a partir de una materia sin forma
no le faltaron medios para enviar sobre ellos una multitud de osos, leones feroces,
18 o bestias salvajes recién creadas y desconocidas, llenas de rabia,
o exhalando una ráfaga de aliento ardiente,
o eructos de humo,
o que salgan chispas espantosas de sus ojos;
19 que tenía poder no sólo para consumirlos por su violencia,
sino para destruirlos incluso por el terror de su vista.
20 Sí, y sin ellos podrían haber caído por un solo soplo,
siendo perseguido por la Justicia, y dispersado por el soplo de tu poder;
sino que dispusiste todas las cosas por medida, número y peso.
 
21 Porque ser muy fuerte es tuyo en todo momento.
¿Quién podría resistir el poder de su brazo?
22 Porque el mundo entero ante ti es como un grano en una balanza,
y como una gota de rocío que desciende sobre la tierra por la mañana.
23 Pero tú tienes misericordia de todos los hombres, porque tienes poder para hacer todas las cosas,
y pasas por alto los pecados de los hombres para que se arrepientan.
24 Porque tú amas todo lo que es,
y no aborrezcas ninguna de las cosas que hiciste;
Porque nunca habrías formado nada si lo odiaras.
25 ¿Cómo habría perdurado algo si tú no lo hubieras querido?
O lo que no fue llamado por ti, ¿cómo se habría conservado?
26 Pero tú perdonas todas las cosas, porque son tuyas,
Oh Señor Soberano, tú que amas a los vivos.
* 11:4 Véase Deuteronomio 8:15; Salmo 114:8.