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Pero llega de un extremo a otro con toda su fuerza,
y ordena todas las cosas bien.
 
La amé y la busqué desde mi juventud.
Busqué tomarla como mi novia.
Me enamoré de su belleza.
Glorifica su nobleza de nacimiento viviendo con Dios.
El Soberano Señor de todo la ama.
Porque ella está iniciada en el conocimiento de Dios,
y elige sus obras.
Pero si las riquezas son una posesión deseada en la vida,
¿qué es más rico que la sabiduría, que hace todas las cosas?
Y si el entendimiento es efectivo,
¿quién más que la sabiduría de* es artífice de las cosas que existen?
Si un hombre ama la justicia,
los frutos del trabajo de la sabiduría son virtudes,
ya que enseña la sobriedad, la comprensión, la rectitud y el valor.
No hay nada en la vida más rentable para la gente que esto.
Y si alguien anhela una amplia experiencia,
conoce las cosas de antaño, e infiere las que están por venir.
Entiende las sutilezas de los discursos y las interpretaciones de los dichos oscuros.
Prevé signos y maravillas, y las cuestiones de las estaciones y los tiempos.
 
Por eso decidí llevarla a vivir conmigo,
sabiendo que es una persona que me daría buenos consejos,
y anímame en las preocupaciones y en las penas.
10 Por ella, tendré gloria entre las multitudes,
y el honor a la vista de los mayores, aunque soy joven.
11 Seré hallado entusiasta cuando dicte sentencia.
Seré admirado en presencia de los gobernantes.
12 Cuando esté en silencio, me esperarán.
Cuando abra mis labios, prestarán atención a lo que digo.
Si sigo hablando, se pondrán las manos en la boca.
13 Gracias a ella, tendré la inmortalidad,
y dejar un recuerdo eterno a los que vengan después de mí.
14 Yo gobernaré a los pueblos.
Las naciones se someterán a mí.
15 Los temibles monarcas me temerán cuando oigan hablar de mí.
Entre la gente, me mostraré bueno y valiente en la guerra.
16 Cuando entre en mi casa, encontraré descanso con ella.
Porque la conversación con ella no tiene amargura,
y vivir con ella no tiene dolor, sino alegría y gozo.
17 Cuando consideré estas cosas en mí mismo,
y pensé en mi corazón cómo la inmortalidad está en parentesco con la sabiduría,
18 y en su amistad hay un buen deleite,
y en el trabajo de sus manos está la riqueza que no falla,
y la comprensión está en su compañía,
y un gran renombre al tener comunión con sus palabras,
Me puse a buscar cómo llevarla a mí mismo.
19 Yo era un niño inteligente y recibí un alma buena.
20 O más bien, siendo bueno, entré en un cuerpo sin mancha.
21 Pero percibiendo que no podía poseer la sabiduría de otra manera, a menos que Dios me la diera...
sí, y saber y entender por quién se da la gracia —
Le supliqué al Señor y le imploré, y con todo mi corazón le dije:
* 8:6 Gr. ella. 8:7 Gr. sus trabajos