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Prosperidad del que Teme al Señor
¡Aleluya!
Cuán bienaventurado es el hombre que teme al SeñorA,
Que mucho se deleita en Sus mandamientosB.
Poderosa en la tierra será su descendenciaA;
La generación de los rectos será benditaB.
Bienes y riquezas hay en su casaA,
Y su justicia permanece para siempre.
Luz resplandece en las tinieblas para el que es rectoA;
El es clemente, compasivo y justoB.
Bien le va al hombre que se apiada y prestaA;
Arreglará sus asuntos con juicio.
Porque nunca será sacudidoA;
Para siempre será recordado el justoB.
 
No temerá recibir malas noticiasA;
Su corazón está firmeB, confiado en el SeñorC.
Su corazón está seguroA, no temeráB,
Hasta que vea vencidos a sus adversariosC.
Con liberalidad ha dado a los pobresA;
Su justicia permanece para siempre;
Su poder será exaltado con honorB.
 
10 Lo verá el impío y se irritaráA;
Rechinará los dientesB y se consumiráC;
El deseo de los impíos pereceráD.
A 112:1 Sal 128:1 B 112:1 Sal 1:2; 119:14, 16 A 112:2 Sal 102:28; 127:4 B 112:2 Sal 128:4 A 112:3 Prv 3:16; 8:18; Mat 6:33 A 112:4 Job 11:17; Sal 97:11 B 112:4 Sal 37:26 A 112:5 Sal 37:21 A 112:6 Sal 15:5; 55:22 B 112:6 Prv 10:7 A 112:7 Prv 1:33 B 112:7 Sal 57:7; 108:1 C 112:7 Sal 56:4 A 112:8 Heb 13:9 B 112:8 Sal 27:1; 56:11; Prv 1:33; 3:24; Isa 12:2 C 112:8 Sal 54:7; 59:10 A 112:9 2 Cor 9:9 B 112:9 Sal 75:10; 89:17; 92:10; 148:14 A 112:10 Sal 86:17 B 112:10 Sal 35:16; 37:12; Mat 8:12; 25:30; Luc 13:28 C 112:10 Sal 58:7 D 112:10 Job 8:13; Prv 10:28; 11:7