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La imagen de oro
El rey Nabucodonosor hizo una estatua1 O, imagen, y así en el resto del cap. de oroA 1 Rey 12:28; Isa 46:6; Jer 16:20; Dan 2:31; Os 2:8; 8:4; Hab 2:19 cuya altura era de sesenta codos2 Un codo equivale aprox. a 45 cm. y su anchura de seis codos; la levantó en el llano de Dura, en la provincia de BabiloniaB Dan 2:48; 3:30. Y el rey Nabucodonosor mandó reunir a los sátrapas, prefectos y gobernadores, los consejeros, tesoreros, jueces, magistrados y todos los gobernantes de las provincias para que vinieran a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantadoA Dan 3:3, 27; 6:1-7. Entonces se reunieron los sátrapas, prefectos y gobernadores, los consejeros, tesoreros, jueces, magistrados y todos los gobernantes de las provincias para la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y todos estaban de pie delante de la estatua que Nabucodonosor había levantado. Y el heraldo proclamó con fuerza: Se os ordena a vosotros, pueblos, naciones y lenguasA Dan 3:7; 4:1; 6:25, que en el momento en que oigáis el sonido del cuerno, la flauta, la lira1 O, cítara, y así en el resto del cap., el arpa2 O, lira triangular, y así en el resto del cap., el salterio3 O, una especie de arpa, y así en el resto del cap., la gaita y toda clase de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantadoA Dan 3:7, 10, 15; pero el que no se postre y adore, será echado inmediatamente1 O, en la misma hora en un horno de fuego ardienteA Jer 29:22; Ezeq 22:18-22; Dan 3:11, 15, 21; 6:7; Mat 13:42, 50; Apoc 9:2; 14:11. Por tanto, en el momento en que todos los pueblos oyeron el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita1 Así en muchos mss. y en algunas versiones antiguas; el T.M. omite: la gaita y toda clase de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado.
Sin embargo1 Lit., Por tanto en aquel tiempo algunos caldeos se presentaronA Dan 2:2, 10; 4:7 y acusaron a2 Lit., comieron los pedazos de los judíosB Esd 4:12-16; Est 3:8, 9; Dan 6:12, 13. Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor: ¡Oh rey, vive para siempreA Dan 2:4; 5:10; 6:6, 21! 10 Tú, oh rey, has proclamado un decreto de que todo hombre que oiga el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, se postre y adore la estatua de oroA Est 3:12-14; Dan 3:4-7, 15; 6:12, 11 y el que no se postre y adore, será echado en un horno de fuego ardiente. 12 Pero hay algunos judíos a quienes has puesto sobre la administración de la provincia de Babilonia, es decir, Sadrac, Mesac y Abed-negoA Dan 2:49, y estos hombres, oh rey, no te hacen caso; no sirven a tus dioses ni adoran la estatua de oro que has levantado.
13 Entonces Nabucodonosor, enojado y furioso, dio orden de traer a Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos hombres, pues, fueron conducidos ante el reyA Dan 2:12; 3:19. 14 Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad Sadrac, Mesac y Abed-nego que no servís a mis dioses ni adoráis la estatua de oro que he levantadoA Isa 46:1; Jer 50:2; Dan 3:1; 4:8? 15 ¿Estáis dispuestos ahora, para que cuando oigáis el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, os postréis y adoréis la estatua que he hechoA Dan 3:5? Porque si no la adoráis, inmediatamente1 O, en la misma hora seréis echados en un horno de fuego ardienteB Dan 3:6; ¿y qué dios será el que os libre de mis manosC Ex 5:2; Isa 36:18-20; Dan 2:47? 16 Sadrac, Mesac y Abed-negoA Dan 1:7; 3:12 respondieron y dijeron al rey Nabucodonosor: No necesitamos darte una respuesta acerca de este asunto. 17 Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tu mano, oh reyA 1 Sam 17:37; Miq 7:7; 2 Cor 1:10, nos libraráB Job 5:19; Sal 27:1, 2; Isa 26:3, 4; Jer 1:8; 15:20, 21. 18 Pero si no lo hace, has de saber, oh rey, que no serviremos a tus diosesA Jos 24:15; 1 Rey 19:14, 18; Isa 51:12, 13; Dan 3:28 ni adoraremos la estatua de oro que has levantadoB Heb 11:25.
Librados del horno de fuego
19 Entonces Nabucodonosor se llenó de furor, y demudó su semblante contra Sadrac, Mesac y Abed-negoA Est 7:7; Dan 3:13. Respondió ordenando que se calentara el horno siete veces más de lo que se acostumbraba calentar. 20 Y mandó que algunos valientes guerreros de su ejército ataran a Sadrac, Mesac y Abed-nego, y los echaran en el horno de fuego ardiente. 21 Entonces estos hombres fueron atados y arrojados con sus mantos1 O, pantalones, sus túnicas2 O, calzas, sus gorros y sus otras ropas en el horno de fuego ardienteA Dan 3:27. 22 Como la orden1 Lit., palabra del rey era apremiante2 O, severaA Ex 12:33; Dan 2:15 y el horno había sido calentado excesivamente, la llama del fuego mató a los que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego. 23 Pero estos tres hombres, Sadrac, Mesac y Abed-nego cayeron, atados, en medio del horno de fuego ardienteA Isa 43:2.
24 Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y levantándose apresuradamente preguntó1 Lit., respondió y dijo a sus altos oficiales: ¿No eran tres los hombres que echamos atados en medio del fuego? Ellos respondieron y dijeron al rey: Ciertamente, oh rey. 25 El rey respondió y dijo: ¡Mirad! Veo a cuatro hombres sueltos que se pasean en medio del fuego sin sufrir daño alguno1 Lit., no hay daño en ellosA Sal 91:3-9; Isa 43:2; Jer 1:8, 19; 15:21, y el aspecto del cuarto es semejante al de un hijo de los dioses. 26 Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiente y1 Lit., respondió, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios AltísimoA Dan 3:17; 4:2, salid y venid acá. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuegoB Deut 4:20; 1 Rey 8:51; Jer 11:4. 27 Y los sátrapas, los prefectos, los gobernadores y los altos oficiales del rey se reunieronA Dan 3:2, 3 para ver a estos hombres, cómo el fuego no había tenido efecto1 Lit., poder alguno sobre sus cuerpos, ni el cabello de sus cabezas se había chamuscado, ni sus mantos2 O, pantalonesB Dan 3:21 habían sufrido daño alguno3 Lit., cambio, ni aun olor del fuego había quedado en ellosC Isa 43:2; Heb 11:34.
28 Habló Nabucodonosor y dijo: Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-negoA Dan 2:47; 3:15-17 que ha enviado a su ángelB Sal 34:7, 8; Isa 37:36; Dan 3:25; 6:22; Hech 5:19; 12:7 y ha librado a sus siervos que, confiando en ElC Sal 22:4, 5; 40:4; 84:12; Isa 12:2; 26:3, 4; 50:10; Jer 17:7, desobedecieron la orden1 Lit., y cambiaron la palabra del rey y entregaron sus cuerpos antes de servir y adorar a ningún otro dios excepto a su DiosD Dan 3:16-18. 29 Por tanto, proclamo un decreto de que todo pueblo, nación o lengua que diga blasfemia contra el DiosA Dan 6:26 de Sadrac, Mesac y Abed-negoB Dan 1:7, 19; 2:17, 49; 3:12 sea descuartizado y sus casas reducidas a escombros1 Lit., muladarC Esd 6:11; Dan 2:5, ya que no hay otro dios que pueda librar de esta maneraD Dan 2:47; 3:15. 30 Entonces el rey hizo prosperar a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de BabiloniaA Dan 2:49; 3:12.

13:1: O, imagen, y así en el resto del cap.

A3:1: 1 Rey 12:28; Isa 46:6; Jer 16:20; Dan 2:31; Os 2:8; 8:4; Hab 2:19

23:1: Un codo equivale aprox. a 45 cm.

B3:1: Dan 2:48; 3:30

A3:2: Dan 3:3, 27; 6:1-7

A3:4: Dan 3:7; 4:1; 6:25

13:5: O, cítara, y así en el resto del cap.

23:5: O, lira triangular, y así en el resto del cap.

33:5: O, una especie de arpa, y así en el resto del cap.

A3:5: Dan 3:7, 10, 15

13:6: O, en la misma hora

A3:6: Jer 29:22; Ezeq 22:18-22; Dan 3:11, 15, 21; 6:7; Mat 13:42, 50; Apoc 9:2; 14:11

13:7: Así en muchos mss. y en algunas versiones antiguas; el T.M. omite: la gaita

13:8: Lit., Por tanto

A3:8: Dan 2:2, 10; 4:7

23:8: Lit., comieron los pedazos de

B3:8: Esd 4:12-16; Est 3:8, 9; Dan 6:12, 13

A3:9: Dan 2:4; 5:10; 6:6, 21

A3:10: Est 3:12-14; Dan 3:4-7, 15; 6:12

A3:12: Dan 2:49

A3:13: Dan 2:12; 3:19

A3:14: Isa 46:1; Jer 50:2; Dan 3:1; 4:8

A3:15: Dan 3:5

13:15: O, en la misma hora

B3:15: Dan 3:6

C3:15: Ex 5:2; Isa 36:18-20; Dan 2:47

A3:16: Dan 1:7; 3:12

A3:17: 1 Sam 17:37; Miq 7:7; 2 Cor 1:10

B3:17: Job 5:19; Sal 27:1, 2; Isa 26:3, 4; Jer 1:8; 15:20, 21

A3:18: Jos 24:15; 1 Rey 19:14, 18; Isa 51:12, 13; Dan 3:28

B3:18: Heb 11:25

A3:19: Est 7:7; Dan 3:13

13:21: O, pantalones

23:21: O, calzas

A3:21: Dan 3:27

13:22: Lit., palabra

23:22: O, severa

A3:22: Ex 12:33; Dan 2:15

A3:23: Isa 43:2

13:24: Lit., respondió y dijo

13:25: Lit., no hay daño en ellos

A3:25: Sal 91:3-9; Isa 43:2; Jer 1:8, 19; 15:21

13:26: Lit., respondió, y

A3:26: Dan 3:17; 4:2

B3:26: Deut 4:20; 1 Rey 8:51; Jer 11:4

A3:27: Dan 3:2, 3

13:27: Lit., poder

23:27: O, pantalones

B3:27: Dan 3:21

33:27: Lit., cambio

C3:27: Isa 43:2; Heb 11:34

A3:28: Dan 2:47; 3:15-17

B3:28: Sal 34:7, 8; Isa 37:36; Dan 3:25; 6:22; Hech 5:19; 12:7

C3:28: Sal 22:4, 5; 40:4; 84:12; Isa 12:2; 26:3, 4; 50:10; Jer 17:7

13:28: Lit., y cambiaron la palabra

D3:28: Dan 3:16-18

A3:29: Dan 6:26

B3:29: Dan 1:7, 19; 2:17, 49; 3:12

13:29: Lit., muladar

C3:29: Esd 6:11; Dan 2:5

D3:29: Dan 2:47; 3:15

A3:30: Dan 2:49; 3:12