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El sueño del rey
En el año segundo del reinado de Nabucodonosor, éste tuvo sueños1 Lit., Nabucodonosor soñó sueños, y se turbó su espírituA Gén 40:5-8; 41:1, 8; Job 33:15-17; Dan 2:3; 4:5 y no podía dormir2 Lit., su sueño se fue de sobre élB Est 6:1; Dan 6:18. Mandó llamar el rey1 Lit., Dijo el rey que llamaran a los magos2 O, sacerdotes adivinos, los encantadores, los hechiceros y a los caldeos3 O, astrólogos, y así en el resto del cap., para que le explicaran al rey sus sueñosA Gén 41:8; Ex 7:11; Isa 47:12, 13; Dan 1:20; 2:10, 27; 4:6; 5:7. Vinieron, pues, y se presentaron ante el rey. Y el rey les dijo: He tenido un sueño1 Lit., Soñé un sueñoA Gén 40:8; 41:15; Dan 4:5, y mi espíritu se ha turbado por el deseo de entender2 Lit., saber el sueño.
Y hablaron los caldeos al rey en arameo1 El texto está escrito en aram. desde aquí hasta el cap 7:28A Esd 4:7; Isa 36:11: ¡Oh rey, vive para siempreB Dan 3:9; 5:10! Cuenta el sueño a tus siervos, y nosotros te declararemos la interpretaciónC Dan 2:7. El rey respondió y dijo a los caldeos: Mis órdenes son firmes1 Otra posible lectura es: La palabra se ha ido de mí; y así en el vers 8: si no me dais a conocer el sueño y su interpretación, seréis descuartizados y vuestras casas serán reducidas a escombros2 Lit., muladaresA Esd 6:11; Dan 2:12; 3:29. Pero si me declaráis el sueño y su interpretación, recibiréis de mí regalos, recompensas y grandes honores; por tanto, declaradme el sueño y su interpretaciónA Dan 2:48; 5:7, 16, 29. Respondieron ellos por segunda vez, y dijeron: Refiera el rey su sueño a sus siervos, y declararemos la interpretaciónA Dan 2:4. Respondió el rey, y dijo: Ciertamente sé que queréis ganar1 Lit., comprar tiempo, porque veis que mis órdenes son firmes, que si no me declaráis el sueño, hay una sola sentencia1 O, leyA Est 4:11; Dan 3:15 para vosotros. Porque os habéis concertado para hablar delante de mí palabras falsas y perversas2 Lit., palabra falsa y perversaB Isa 41:23 hasta que cambie la situación3 Lit., el tiempo. Por tanto, decidme el sueño para que yo sepa que me podéis dar su interpretación. 10 Los caldeos respondieron al1 Lit., delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto al2 Lit., del rey, puesto que ningún gran rey o gobernante jamás ha pedido cosa semejante a ningún mago3 O, sacerdote adivino, encantador o caldeoA Dan 2:2, 27. 11 Lo que el rey demanda es difícil y no hay nadie que lo pueda declararA Gén 41:39; Dan 5:11 al1 Lit., delante del rey sino los dioses cuya morada no está entre los hombres2 Lit., no está con carneB Ex 29:45; Isa 57:15. 12 A causa de esto el rey se indignó y se enfurecióA Sal 76:10; Dan 2:5; 3:13, 19 en gran manera y mandó matar a todos los sabios de Babilonia. 13 Y se publicó el decreto1 O, la ley de que mataran a todos los sabios; buscaron también a Daniel y a sus amigosA Dan 1:19, 20 para matarlos.
14 Entonces Daniel habló con discreción y sensatez a Arioc, capitán de la guardia1 O, los verdugos del rey, que había salido para matar a los sabios de BabiloniaA Dan 2:24; 15 habló y dijo a Arioc, capitán del rey: ¿Por qué es tan riguroso1 O, apremiante el decreto2 O, la ley del rey? Entonces Arioc informó a Daniel sobre el asunto. 16 Y Daniel fue a pedirle al rey que le diera tiempo1 O, le señalara un tiempo para declarar la interpretación al rey.
17 Entonces Daniel fue a su casa e informó el asunto a sus amigos Ananías, Misael y AzaríasA Dan 1:6, 18 para que pidieran misericordia del Dios del cielo acerca de este misterioA Est 4:15, 16; Isa 37:4; Jer 33:3; Ezeq 36:37; Dan 2:23, a fin de que no perecieran Daniel y sus amigos con el restoB Gén 18:28; Mal 3:18 de los sabios de Babilonia. 19 Entonces el misterio fue revelado a Daniel en una visión de nocheA Núm 12:6; Job 33:15, 16; Dan 1:17; 7:2, 7, 13. Daniel entonces bendijo al Dios del cielo. 20 Daniel habló, y dijo:
Sea el nombre de Dios bendito por los siglos de los siglosA Sal 103:1, 2; 113:1, 2; 115:18; 145:1, 2, 21,
porque la sabiduría y el poder son de ElB 1 Crón 29:11, 12; Job 12:13, 16-22; Dan 2:21-23.
21 El es quien cambia los tiempos y las edadesA Sal 31:15; Dan 2:9; 7:25;
quita reyes y pone reyesB Job 12:18; Sal 75:6, 7; Dan 4:17, 32;
da sabiduría a los sabios,
y conocimiento a los entendidos1 Lit., conocedores del entendimientoC 1 Rey 3:9, 10; 4:29; Sant 1:5.
22 El es quien revela lo profundo y lo escondidoA Job 12:22; Sal 25:14; Dan 2:19, 28;
conoce lo que está en tinieblasB Job 26:6; Sal 139:12; Isa 45:7; Jer 23:24; Heb 4:13,
y la luz mora con ElC Sal 36:9; Dan 5:11, 14; Sant 1:17; 1 Jn 1:5.
23 A ti, Dios de mis padresA Gén 31:42; Ex 3:15, doy yo gracias y alabo,
porque me has dado sabiduría y poderB Dan 1:17; 2:21,
y ahora me has revelado lo que te habíamos pedido,
pues el asunto del rey nos has dado a conocerC Sal 21:2, 4; Dan 2:18, 29, 30.
24 Después fue Daniel adonde estaba Arioc, a quien el rey había designado para dar muerte a los sabios de BabiloniaA Dan 2:12, 13; Hech 27:24. Fue y le habló así: No des muerte a los sabios de Babilonia; llévame ante el rey, y declararé al rey la interpretación.
25 Entonces Arioc se apresuró a llevar a Daniel ante el reyA Gén 41:14, y le dijo así: He hallado a un hombre entre los deportados1 Lit., hijos del destierro de JudáB Dan 1:6; 5:13; 6:13 que dará a conocer al rey la interpretación. 26 El rey respondió, y dijo a Daniel, a quien llamaban Beltsasar: ¿Eres tú capaz de darme a conocer el sueño que he visto y su interpretaciónA Dan 1:7; 4:8; 5:12? 27 Respondió Daniel ante el rey, y dijo: En cuanto al misterio que el rey quiere saber, no hay sabios, encantadores, magos1 O, sacerdotes adivinos ni adivinos que puedan declararlo al reyA Dan 2:2, 10, 11; 5:7, 8. 28 Pero hay un Dios en el cielo que revela los misteriosA Gén 40:8; 41:16; Dan 2:22, 45, y El ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los díasB Gén 49:1; Isa 2:2; Dan 10:14; Miq 4:1. Tu sueño y las visiones que has tenido1 Lit., de tu cabeza en tu camaC Dan 4:5 eran éstos: 29 A ti, oh rey, en tu cama te surgieron pensamientos sobre lo que habrá de suceder en el futuro1 Lit., después de esto, y el que revela los misterios te ha dado a conocer lo que sucederáA Dan 2:23, 47. 30 En cuanto a mí, me ha sido revelado este misterio, no porque yo tenga1 Lit., que esté en mí más sabiduría que cualquier otro viviente, sino con el fin de dar a conocer al rey la interpretaciónA Gén 41:16; Dan 1:17, y para que tú entiendas los pensamientosB Sal 139:2; Amós 4:13 de tu corazón.
31 Tú, oh rey, tuviste una visión, y he aquí, había una gran estatua; esa estatua era enorme y su brillo extraordinario; estaba en pie delante de ti y su aspecto era terribleA Hab 1:7. 32 La cabeza de esta estatua era de oroA Dan 2:38 puro, su pecho y sus brazos de plata, y su vientre y sus muslos de bronce, 33 sus piernas de hierro, sus pies en parte de hierro y en parte de barro. 34 Estuviste mirando hasta que una piedra fue cortada sin ayuda de manosA Dan 2:45; 8:25; Zac 4:6, y golpeó la estatua en sus pies de hierro y de barro, y los desmenuzóB Sal 2:9; Isa 60:12. 35 Entonces fueron desmenuzados, todos a la vez1 Lit., como uno, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro; quedaron como el tamoA Sal 1:4; Isa 17:13; 41:15, 16; Os 13:3 de las eras en verano, y el viento se los llevó sin que quedara rastro alguno de ellosB Sal 37:10, 36. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en un gran monteC Isa 2:2; Miq 4:1 que llenó toda la tierra.
36 Este es el sueño; ahora diremos ante el rey su interpretaciónA Dan 2:24. 37 Tú, oh rey, eres rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha dado el reino1 O, la soberaníaA Isa 47:5; Jer 27:6, 7; Ezeq 26:7, el poderB Sal 62:11, la fuerza y la gloria; 38 y dondequiera que habiten los hijos de los hombres, las bestias del campo o las aves del cieloA Sal 50:10, 11; Dan 4:21, 22, El los ha entregado en tu mano y te ha hecho soberano de todos ellos; tú eres la cabeza de oro. 39 Después de ti se levantará otro reino, inferior a ti, y luego un tercer reino, de bronce, que gobernará sobre toda la tierra. 40 Y habrá un cuarto reino, tan fuerte como el hierro; y así como el hierro desmenuza y destroza todas las cosas, como el hierro que tritura, así él desmenuzará y triturará a todos éstosA Dan 7:23. 41 Y lo que viste, los pies y los dedos, parte de barro de alfarero y parte de hierro, será un reino dividido; pero tendrá la solidez del hierro, ya que viste el hierro mezclado con barro corriente1 Lit., barro de lodo. 42 Y así como los dedos de los pies eran parte de hierro y parte de barro cocido, así parte del reino será fuerte y parte será frágil. 43 En cuanto al hierro mezclado con barro corriente1 Lit., barro de lodo que has visto, se mezclarán mediante2 O, con simiente humana; pero no se unirán el uno con el otro, como no se mezcla el hierro con el barro. 44 En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reinoA Dan 2:28, 37 que jamás será destruido, y este reino no será entregado1 Lit., dejadoB Isa 9:6, 7 a otro puebloC Sal 145:13; Ezeq 37:25; Dan 4:3, 34; 6:26; 7:14; Miq 4:7; Luc 1:32, 33; desmenuzaráD Sal 2:9; Isa 60:12; Dan 2:34, 35 y pondrá fin a todos aquellos reinos, y él permanecerá para siempre, 45 tal como viste que una piedra fue cortada del monte sin ayuda de manos y que desmenuzó el hierro, el bronce, el barroA Dan 2:34, la plata y el oro. El gran Dios ha hecho saber al rey lo que sucederá en el futuro1 Lit., después de estoB Deut 10:17; 2 Sam 7:22; Sal 48:1; Jer 32:18, 19; Dan 2:29; Mal 1:11. Así, pues, el sueño es verdadero y la interpretación fielC Gén 41:28, 32.
46 Entonces el rey Nabucodonosor cayó sobre su rostro, se postróA Dan 3:5, 7; Hech 10:25; 14:13; Apoc 19:10; 22:8 ante Daniel, y ordenó que le ofrecieran presentes1 O, una ofrenda e incienso2 Lit., y olores gratosB Lev 26:31; Esd 6:10. 47 El rey habló a Daniel, y dijo: En verdad que vuestro Dios es DiosA Dan 3:15; 4:25 de dioses, Señor de reyesB Deut 10:17; Sal 136:2, 3; Dan 11:36 y revelador de misterios, ya que tú has podido revelar este misterioC Dan 2:22, 30; Amós 3:7. 48 Entonces el rey engrandeció a Daniel y le dio muchos y espléndidos regalos, y le hizo gobernador sobre toda la provincia de Babilonia y jefe supremo1 Lit., jefe de los prefectosA Gén 41:39-43; Dan 2:6; 5:16, 29 sobre todos los sabios de BabiloniaB Dan 3:1, 12, 30. 49 Por solicitud de Daniel, el rey puso sobre la administración de la provincia de BabiloniaA Dan 1:7; 3:12 a Sadrac, Mesac y a Abed-nego, mientras que Daniel quedó en la corte1 Lit., puerta del reyB Est 2:19, 21; Amós 5:15.

12:1: Lit., Nabucodonosor soñó sueños

A2:1: Gén 40:5-8; 41:1, 8; Job 33:15-17; Dan 2:3; 4:5

22:1: Lit., su sueño se fue de sobre él

B2:1: Est 6:1; Dan 6:18

12:2: Lit., Dijo el rey que llamaran

22:2: O, sacerdotes adivinos

32:2: O, astrólogos, y así en el resto del cap.

A2:2: Gén 41:8; Ex 7:11; Isa 47:12, 13; Dan 1:20; 2:10, 27; 4:6; 5:7

12:3: Lit., Soñé un sueño

A2:3: Gén 40:8; 41:15; Dan 4:5

22:3: Lit., saber

12:4: El texto está escrito en aram. desde aquí hasta el cap 7:28

A2:4: Esd 4:7; Isa 36:11

B2:4: Dan 3:9; 5:10

C2:4: Dan 2:7

12:5: Otra posible lectura es: La palabra se ha ido de mí; y así en el vers 8

22:5: Lit., muladares

A2:5: Esd 6:11; Dan 2:12; 3:29

A2:6: Dan 2:48; 5:7, 16, 29

A2:7: Dan 2:4

12:8: Lit., comprar

12:9: O, ley

A2:9: Est 4:11; Dan 3:15

22:9: Lit., palabra falsa y perversa

B2:9: Isa 41:23

32:9: Lit., el tiempo

12:10: Lit., delante del

22:10: Lit., del

32:10: O, sacerdote adivino

A2:10: Dan 2:2, 27

A2:11: Gén 41:39; Dan 5:11

12:11: Lit., delante del

22:11: Lit., no está con carne

B2:11: Ex 29:45; Isa 57:15

A2:12: Sal 76:10; Dan 2:5; 3:13, 19

12:13: O, la ley

A2:13: Dan 1:19, 20

12:14: O, los verdugos

A2:14: Dan 2:24

12:15: O, apremiante

22:15: O, la ley

12:16: O, le señalara un tiempo

A2:17: Dan 1:6

A2:18: Est 4:15, 16; Isa 37:4; Jer 33:3; Ezeq 36:37; Dan 2:23

B2:18: Gén 18:28; Mal 3:18

A2:19: Núm 12:6; Job 33:15, 16; Dan 1:17; 7:2, 7, 13

A2:20: Sal 103:1, 2; 113:1, 2; 115:18; 145:1, 2, 21

B2:20: 1 Crón 29:11, 12; Job 12:13, 16-22; Dan 2:21-23

A2:21: Sal 31:15; Dan 2:9; 7:25

B2:21: Job 12:18; Sal 75:6, 7; Dan 4:17, 32

12:21: Lit., conocedores del entendimiento

C2:21: 1 Rey 3:9, 10; 4:29; Sant 1:5

A2:22: Job 12:22; Sal 25:14; Dan 2:19, 28

B2:22: Job 26:6; Sal 139:12; Isa 45:7; Jer 23:24; Heb 4:13

C2:22: Sal 36:9; Dan 5:11, 14; Sant 1:17; 1 Jn 1:5

A2:23: Gén 31:42; Ex 3:15

B2:23: Dan 1:17; 2:21

C2:23: Sal 21:2, 4; Dan 2:18, 29, 30

A2:24: Dan 2:12, 13; Hech 27:24

A2:25: Gén 41:14

12:25: Lit., hijos del destierro

B2:25: Dan 1:6; 5:13; 6:13

A2:26: Dan 1:7; 4:8; 5:12

12:27: O, sacerdotes adivinos

A2:27: Dan 2:2, 10, 11; 5:7, 8

A2:28: Gén 40:8; 41:16; Dan 2:22, 45

B2:28: Gén 49:1; Isa 2:2; Dan 10:14; Miq 4:1

12:28: Lit., de tu cabeza

C2:28: Dan 4:5

12:29: Lit., después de esto

A2:29: Dan 2:23, 47

12:30: Lit., que esté en mí

A2:30: Gén 41:16; Dan 1:17

B2:30: Sal 139:2; Amós 4:13

A2:31: Hab 1:7

A2:32: Dan 2:38

A2:34: Dan 2:45; 8:25; Zac 4:6

B2:34: Sal 2:9; Isa 60:12

12:35: Lit., como uno

A2:35: Sal 1:4; Isa 17:13; 41:15, 16; Os 13:3

B2:35: Sal 37:10, 36

C2:35: Isa 2:2; Miq 4:1

A2:36: Dan 2:24

12:37: O, la soberanía

A2:37: Isa 47:5; Jer 27:6, 7; Ezeq 26:7

B2:37: Sal 62:11

A2:38: Sal 50:10, 11; Dan 4:21, 22

A2:40: Dan 7:23

12:41: Lit., barro de lodo

12:43: Lit., barro de lodo

22:43: O, con

A2:44: Dan 2:28, 37

12:44: Lit., dejado

B2:44: Isa 9:6, 7

C2:44: Sal 145:13; Ezeq 37:25; Dan 4:3, 34; 6:26; 7:14; Miq 4:7; Luc 1:32, 33

D2:44: Sal 2:9; Isa 60:12; Dan 2:34, 35

A2:45: Dan 2:34

12:45: Lit., después de esto

B2:45: Deut 10:17; 2 Sam 7:22; Sal 48:1; Jer 32:18, 19; Dan 2:29; Mal 1:11

C2:45: Gén 41:28, 32

A2:46: Dan 3:5, 7; Hech 10:25; 14:13; Apoc 19:10; 22:8

12:46: O, una ofrenda

22:46: Lit., y olores gratos

B2:46: Lev 26:31; Esd 6:10

A2:47: Dan 3:15; 4:25

B2:47: Deut 10:17; Sal 136:2, 3; Dan 11:36

C2:47: Dan 2:22, 30; Amós 3:7

12:48: Lit., jefe de los prefectos

A2:48: Gén 41:39-43; Dan 2:6; 5:16, 29

B2:48: Dan 3:1, 12, 30

A2:49: Dan 1:7; 3:12

12:49: Lit., puerta

B2:49: Est 2:19, 21; Amós 5:15