1 Después de esto vi a otro ángelA Apoc 17:1, 7 descender del cieloB Apoc 10:1, que tenía gran poder, y la tierra fue iluminada con su gloriaC Ezeq 43:2. 2 Y clamó con potente voz, diciendo: ¡Cayó, cayó la gran BabiloniaA Isa 21:9; Jer 51:8; Apoc 14:8! Se ha convertido en habitación de demoniosB Isa 13:21, 22; 34:11, 13-15; Jer 50:39; 51:37; Sof 2:14, 15, en guarida1 O, prisión de todo espíritu inmundoC Apoc 16:13 y en guarida1 O, prisión de toda ave inmunda y aborrecible. 3 Porque todas las naciones han bebido del1 Algunos mss. antiguos dicen: caído por el vino de la pasión2 Lit., furor de su inmoralidadA Jer 51:7; Apoc 14:8, y los reyes de la tierraB Apoc 17:2; 18:9 han cometido actos inmorales con ella, y los mercaderes de la tierraC Ezeq 27:9-25; Apoc 18:11, 15, 19, 23 se han enriquecido con la riqueza3 Lit., el poder de su sensualidad4 O, lujoD 1 Tim 5:11; Apoc 18:7, 9.

4 Y oí otra voz del cielo que decía: Salid de ella, pueblo míoA Isa 52:11; Jer 50:8; 51:6, 9, 45; 2 Cor 6:17, para que no participéis de sus pecados y para que no recibáis de sus plagas; 5 porque sus pecados se han amontonado1 Lit., juntado hasta el cieloA Jer 51:9, y Dios se ha acordado de sus iniquidadesB Apoc 16:19. 6 Pagadle tal como ella ha pagadoA Sal 137:8; Jer 50:15, 29, y devolvedle1 Lit., dobladle el doble según sus obras; en la copa que ella ha preparadoB Apoc 17:4, preparad2 Lit., mezclado, mezclad el doble para ella. 7 Cuanto ella se glorificó a sí mismaA Ezeq 28:2-8 y vivió sensualmente1 O, lujosamenteB 1 Tim 5:11; Apoc 18:3, 9, así2 Lit., de la misma manera dadle tormento y duelo3 O, llanto, porque dice en su corazón: “Yo estoy sentada como reinaC Isa 47:7, 8; Sof 2:15, y no soy viuda y nunca veré duelo3 O, llanto.” 8 Por eso, en un solo díaA Isa 47:9; Jer 50:31, 32; Apoc 18:10, vendrán sus plagas: muerte, duelo1 O, llanto y hambre, y será quemada con fuegoB Apoc 17:16; porque el Señor Dios que la juzga es poderoso2 O, fuerteC Jer 50:34; Apoc 11:17, 18. 9 Y los reyes de la tierraA Apoc 17:2; 18:3 que cometieron actos de inmoralidad y vivieron sensualmente1 O, lujosamenteB 1 Tim 5:11; Apoc 18:3, 7 con ella, llorarán y se lamentaránC Ezeq 26:16, 17; 27:35 por ella cuando vean el humo de su incendioD Apoc 14:11; 18:18; 19:3, 10 mirando de pie desde lejosA Apoc 18:15, 17 por causa del temor de su tormento, y diciendo: “¡Ay, ayB Apoc 18:16, 19, la gran ciudad, BabiloniaC Apoc 11:8; 16:19; 18:16, 18, 19, 21, la ciudad fuerte!, porque en una horaD Apoc 17:12; 18:8, 17, 19 ha llegado tu juicio.” 11 Y los mercaderes de la tierraA Ezeq 27:9-25; Apoc 18:3, 15, 19, 23 lloran y se lamentanB Ezeq 27:27-34 por ella, porque ya nadie compra sus mercaderías1 O, su cargamento: 12 cargamentos de oro, plata, piedras preciosas1 Lit., piedra preciosa, perlas, lino fino, púrpura, seda y escarlataA Ezeq 27:12-22; Apoc 17:4; toda clase de maderas olorosas2 O, cidros y todo objeto de marfil y todo objeto hecho de maderas preciosas, bronce, hierro y mármol; 13 y canela, especias aromáticas1 Lit., amomo, incienso, perfume, mirra, vino, aceite de oliva; y flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos, carros, esclavos2 Lit., cuerpos y vidas humanas3 Lit., almas de hombresA 1 Crón 5:21; Ezeq 27:13; 1 Tim 1:10. 14 Y el fruto que tanto has anhelado1 Lit., del deseo de tu alma se ha apartado de ti, y todas las cosas que eran lujosas y espléndidas se han alejado2 O, perecido de ti, y nunca más las hallarán. 15 Los mercaderesA Apoc 18:3 de estas cosasB Apoc 18:12, 13 que se enriquecieron a costa de ella, se pararán lejosC Apoc 18:10 a causa del temor de su tormento, llorando y lamentándose, 16 diciendo: “¡Ay, ayA Apoc 18:10, 19, la gran ciudadB Apoc 18:10, 18, 19, 21, que estaba vestida de lino fino, púrpura y escarlataC Apoc 17:4, y adornada de oro, piedras preciosas y perlas1 Lit., piedra preciosa y perla!, 17 porque en una horaA Apoc 18:10 ha sido arrasadaB Apoc 17:16; 18:19 tanta riqueza.” Y todos los capitanes, pasajeros1 Lit., los que navegan a cualquier parte y marineros, y todos los que viven del marC Ezeq 27:28, 29, se pararon a lo lejosA Apoc 18:10, 18 y al ver el humo de su incendioA Apoc 18:9 gritabanB Ezeq 27:30, diciendo: “¿Qué ciudad es semejanteC Ezeq 27:32; Apoc 13:4 a la gran ciudadD Apoc 18:10?” 19 Y echaron polvo sobre sus cabezasA Jos 7:6; Job 2:12; Lam 2:10, y gritaban, llorando y lamentándose, diciendo: “¡Ay, ayB Apoc 18:10, la gran ciudad en la cual todos los que tenían naves en el mar se enriquecieron a costa de sus riquezasC Apoc 18:3, 15!, porque en una horaB Apoc 18:10 ha sido asoladaD Apoc 17:16; 18:17.” 20 Regocíjate sobre ellaA Jer 51:48; Apoc 12:12, cielo, y también vosotros, santos, apóstoles y profetasB Luc 12:49, 50, porque Dios ha pronunciado juicioC Apoc 6:10; 18:6 y sig.; 19:2 por vosotros contra ella1 Lit., juzgado vuestro juicio de ella.

21 Entonces un ángel poderoso1 O, fuerteA Apoc 5:2; 10:1 tomó una piedra, como una gran piedra de molinoB Jer 51:63, 64, y la arrojó al mar, diciendo: Así será derribada con violencia Babilonia, la gran ciudadC Apoc 18:10, y nunca más será halladaD Ezeq 26:21. 22 Y el sonido de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeterosA Isa 24:8; Ezeq 26:13; Mat 9:23 no se oirá más en ti; ni artífice de oficio alguno se hallará más en ti; ni ruido de molinoB Ecl 12:4; Jer 25:10 se oirá más en ti; 23 luz de lámpara no alumbrará más en ti; tampoco la voz del novio1 O, desposado y de la novia2 O, desposadaA Jer 7:34; 16:9 se oirá más en ti; porque tus mercaderesB Isa 23:8; Apoc 6:15; 18:3 eran los grandes de la tierra, pues todas las naciones fueron engañadas por tus hechiceríasC Nah 3:4; Apoc 9:21. 24 Y en ella fue hallada la sangre de los profetas, de los santosA Apoc 16:6; 17:6 y de todos los que habían sido muertos sobre la tierraB Mat 23:35.