1 Entonces David dijo: “Esta es la casa del Señor Dios, y éste es el altar del holocausto para IsraelA 1 Cró 21:18-28; 2 Cró 3:1.”

2 Y David dio órdenes de reunir a los extranjeros que estaban en la tierra de IsraelA 1 Rey 9:20, 21; 2 Cró 2:17, y designó canteros para labrar piedras para edificar la casa de DiosB 1 Rey 5:17, 18. 3 David preparó grandes cantidades de hierroA 1 Cró 29:2, 7 para hacer clavos para las puertas de la entrada y para las grapas, y más bronce del que podía pesarseB 1 Cró 22:14; 4 y madera de cedro incalculable, porque los Sidonios y los Tirios trajeron grandes cantidades de madera de cedro a DavidA 1 Rey 5:6-10. 5 “Mi hijo Salomón,” dijo David, “es joven y sin experienciaA 1 Rey 3:7; 1 Cró 29:1, y la casa que ha de edificarse al Señor será de gran magnificencia, de renombre y de gloria por todas las tierras. Por tanto haré preparativos para ella.” Así que David hizo grandes preparativos antes de su muerte.

6 Entonces llamó a su hijo SalomónA 1 Rey 2:1, y le encargó que edificara una casa al Señor, Dios de Israel. 7 Y David le dijo a Salomón: “Hijo mío, yo tenía el propósito de edificar una casa al nombre del Señor mi DiosA 2 Sam 7:2, 3; 1 Cró 17:1. 8 Pero vino a mí la palabra del Señor, diciendo: ‘Tú has derramado sangre en abundancia, y has emprendido grandes guerras. No edificarás una casa a Mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de MíA 1 Cró 28:3. 9 Pero te nacerá un hijo que será hombre de paz; Yo le daré paz de todos sus enemigos en derredorA 1 Rey 4:20, 25, pues Salomón (Pacífico)B 2 Sam 12:24, 25 será su nombre y en sus días daré paz y reposo a Israel. 10 El edificará una casa a Mi nombre, y él será Mi hijo y Yo seré su padre; y estableceré el trono de su reino sobre Israel para siempreA 2 Sam 7:13, 14; 1 Cró 17:12.’

11 Ahora pues, hijo mío, el Señor sea contigoA 1 Cró 22:16 para que prosperes y edifiques la casa del Señor tu Dios tal como El ha hablado de ti. 12 Que el Señor te dé prudencia y entendimientoA 1 Rey 3:9-12; 2 Cró 1:10, y te dé dominio sobre Israel, para que guardes la ley del Señor tu DiosB 1 Rey 2:3. 13 Entonces prosperarás, si te cuidas de observar los estatutos y ordenanzas que el Señor ordenó a Moisés para IsraelA 1 Cró 28:7. Esfuérzate y sé valiente, no temas ni te acobardesB Jos 1:6-9. 14 Con grandes esfuerzos1 Lit en mi aflicción yo he preparado para la casa del Señor 3,400 toneladas de oro y 34,000 toneladas de plataA 1 Cró 29:4, y bronce y hierro sin medidaB 1 Cró 22:3, porque hay2 Lit es en abundancia. También he preparado madera y piedra, a lo cual tú podrás añadir. 15 Además, tienes contigo muchos obreros, canteros, albañiles, carpinteros y todo experto en toda clase de obra. 16 Del oro, de la plata, del bronce y del hierro no hay límite. Levántate y trabaja, y que el Señor sea contigoA 1 Cró 22:11.”

17 David también ordenó a todos los jefes de Israel que ayudaran a su hijo SalomónA 1 Cró 28:1-6, diciéndoles: 18 “¿No está con ustedes el Señor su Dios? ¿Y no les ha dado paz por todos ladosA 1 Cró 22:9; 23:25? Pues El ha entregado en mi mano a los habitantes de la tierra, y la tierra está sometida delante del Señor y delante de Su pueblo. 19 Dispongan ahora su corazón y su alma para buscar al Señor su DiosA 1 Cró 28:9. Levántense, pues, y edifiquen el santuario del Señor Dios, para que traigan el arca del pacto del SeñorB 1 Rey 8:6, 21; 2 Cró 5:7 y los utensilios sagrados de Dios a la casa que se ha de edificar para el nombre del SeñorC 1 Cró 22:7.”