1 José ya no pudo contenerse delante de todos los que estaban junto a él, y exclamó: “Hagan salir a todos de mi lado.” Y no había1 Lit no quedó nadie con él cuando José se dio a conocer a sus hermanosA Hech 7:13. 2 Lloró tan fuerte1 Lit Y prorrumpió su voz en llantoA Gn 45:14, 15; 46:29 que lo oyeron los Egipcios, y la casa de Faraón se enteró2 Lit oyó de ello.

3 José dijo a sus hermanos: “Yo soy JoséA Hech 7:13. ¿Vive todavía mi padreB Gn 43:27?” Pero sus hermanos no podían contestarle porque estaban atónitos delante de élC Gn 37:20-28; 42:21, 22. 4 Y José dijo a sus hermanos: “Acérquense ahora a mí.” Y ellos se acercaron, y les dijo: “Yo soy su hermano José, a quien ustedes vendieron a EgiptoA Gn 37:28. 5 Ahora pues, no se entristezcan ni les pese1 Lit ni se enojen en sus ojos el haberme vendido aquíA Gn 37:28. Pues para preservar vidas me envió Dios delante de ustedesB Gn 45:7, 8; 50:20; Sal 105:17. 6 Porque en estos dos años ha habido hambre en la tierraA Gn 37:2; 41:46, 53 y todavía quedan otros cinco años en los cuales no habrá ni siembra1 Lit arada ni siega. 7 Dios me envió delante de ustedes para preservarles un remanente en la tierraA Gn 45:5, y para guardarlos con vida mediante una gran liberación1 Lit escapada.

8 “Ahora pues, no fueron ustedes los que me enviaron aquí, sino Dios. El me ha puesto por padre de Faraón y señor de toda su casaA Jue 17:10 y gobernador sobre toda la tierra de Egipto. 9 Dense prisa y suban adonde mi padre, y díganle: ‘Así dice tu hijo José: “Dios me ha hecho señor de todo Egipto. Ven1 Lit desciende a míA Hech 7:14, no te demores.

10 “Y habitarás en la tierra de GosénA Gn 46:28, 34; 47:1, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos y los hijos de tus hijos, tus ovejas y tus vacas y todo lo que tienes. 11 Allí proveeré también para tiA Gn 47:12, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no caigas en la miseria tú, ni tu casa y todo lo que tienes.” ’ 12 Y ahora, los ojos de ustedes y los ojos de mi hermano Benjamín ven que es mi boca la que les habla. 13 Notifiquen, pues, a mi padre toda mi gloria en Egipto y todo lo que han visto; dense prisa y traigan1 Lit desciendan aquí a mi padreA Hech 7:14.”

14 Entonces se echó sobre el cuello de su hermano Benjamín, y lloróA Gn 45:2. Y Benjamín también lloró sobre su cuello. 15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos. Después sus hermanos hablaron con él.

16 Cuando se oyó la noticia1 Lit voz en la casa de Faraón, de2 Lit diciendo que los hermanos de José habían venidoA Hech 7:13, le agradó a Faraón y a3 Lit fue bueno en los ojos de Faraón y en los ojos de sus siervos. 17 Entonces Faraón dijo a José: “Dile a tus hermanos: ‘Hagan esto: carguen sus animales y vayan1 Lit y vengan, vayan a la tierra de Canaán; 18 y tomen a su padre y a sus familias1 Lit casas y vengan a mí y yo les daré lo mejor2 Lit lo bueno de la tierra de Egipto, y comerán de la abundancia3 Lit grosura de la tierraA Gn 27:28.’

19 “Y a ti se te ordena decirles: ‘Hagan esto: tomen1 Lit tomen para ustedes carretasA Gn 45:21, 27; 46:5; Núm 7:3-8 de la tierra de Egipto para sus pequeños y para sus mujeres, y traigan a su padre y vengan. 20 Y no se preocupen por sus posesiones personales1 Lit Y que sus ojos no miren con pesar sus enseres, pues lo mejor2 Lit lo bueno de toda la tierra de Egipto es de ustedes.’ ”

21 Y así lo hicieron los Israelitas. José les dio carretas conforme a la orden1 Lit boca de FaraónA Gn 45:19, y les dio provisiones para el camino. 22 A todos ellos les dio1 Lit dio a cada uno mudas de ropaA 2 Rey 5:5, pero a Benjamín le dio 300 monedas de plata y cinco mudas de ropaB Gn 43:34. 23 Y a su padre le envió lo siguiente1 Lit así: diez asnos cargados de lo mejor2 Lit bueno de Egipto, y diez asnas cargadas de grano, pan y alimentos para su padre en3 Lit para el camino.

24 Luego despidió a sus hermanos, y cuando se iban les dijo: “No riñan1 Lit se agiten en el camino.” 25 Ellos subieron de Egipto y vinieron a la tierra de Canaán, a su padre Jacob. 26 Y le informaron: “José vive todavía y es gobernante en toda la tierra de Egipto.” Pero él se quedó atónito1 Lit su corazón languideció, porque no les podía creerA Gn 37:31-35.

27 Pero cuando ellos le contaron todas las cosas1 Lit palabras que José les había dicho, y cuando vio las carretas que José había enviado para llevarloA Gn 45:19, el espíritu de su padre Jacob revivió. 28 Entonces Israel dijo: “Basta. Mi hijo José vive todavía. Iré y lo veré antes que yo muera.”