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Liberación de Jerusalén
Profecía, palabra del Señor acerca de Israel.
El Señor que extiende los cielosA Isa 42:5; 44:24; Jer 51:15, pone los cimientos de la tierraB Job 26:7; Sal 102:25, 26; Heb 1:10-12 y forma el espíritu del hombre dentro de élC Isa 57:16; Heb 12:9, declara: “Yo haré de Jerusalén una copa de vértigo para todos los pueblos de alrededorA Sal 75:8; Isa 51:22, 23, y cuando haya asedio contra Jerusalén, también lo habrá contra JudáB Zac 14:14. Y sucederá en aquel día que haré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblosA Dan 2:34, 35, 44, 45. Todos los que la levanten serán severamente desgarradosB Mat 21:44, y contra ella se congregarán todas las naciones de la tierraC Zac 14:2.
“En aquel día,” declara el Señor, “heriré de espanto a todo caballo, y a su jinete, de locura. Pero sobre la casa de Judá abriré Mis ojos, mientras hiero de ceguera a todo caballo de los pueblos. Entonces los jefes de familias de Judá dirán en su corazón: ‘Gran apoyo para nosotros son los habitantes de Jerusalén por el Señor de los ejércitos, su Dios.’
“En aquel día haré de los jefes de familias de Judá como brasero de fuego entre leños, y como antorcha ardiendo entre gavillas, y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos de alrededorA Isa 10:17, 18; Abd 18; Zac 11:1, mientras que Jerusalén será habitada de nuevo en su lugar, en JerusalénB Zac 2:4; 8:3-5. El Señor salvará primero las tiendas de JudáA Jer 30:18, para que la gloria de la casa de DavidB Am 9:11 y la gloria de los habitantes de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá. En aquel día el Señor defenderá a los habitantes de JerusalénA Joel 3:16; Zac 9:14, 15, y el débil entre ellos aquel día será como DavidB Lv 26:8; Jos 23:10; Miq 7:8, y la casa de David será como DiosC Sal 8:5; 82:6, como el ángel del Señor delante de ellosD Ex 14:19; 33:2. Y sucederá en aquel día que me dispondré a destruir a todas las naciones que vengan contra JerusalénA Zac 14:2, 3.
Lamento por el Traspasado
10 “Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplicaA Isa 44:3; Ezq 39:29; Joel 2:28, 29, y Me mirarán a Mí, a quien han traspasadoB Juan 19:37; Apoc 1:7. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo únicoC Jer 6:26; Am 8:10, y llorarán por El, como se llora por un primogénito. 11 En aquel día habrá gran lamentaciónA Mat 24:30; Apoc 1:7 en Jerusalén, como la lamentación de Hadad Rimón en la llanura de Meguido. 12 Y se lamentará la tierra, cada familia por su lado: la familia de la casa de David por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de la casa de Natán por su lado, y sus mujeres por su lado; 13 la familia de la casa de Leví por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de los Simeítas por su lado, y sus mujeres por su lado; 14 todas las demás familias, cada familia por su lado, y sus mujeres por su lado.

A12:1 Isa 42:5; 44:24; Jer 51:15

B12:1 Job 26:7; Sal 102:25, 26; Heb 1:10-12

C12:1 Isa 57:16; Heb 12:9

A12:2 Sal 75:8; Isa 51:22, 23

B12:2 Zac 14:14

A12:3 Dan 2:34, 35, 44, 45

B12:3 Mat 21:44

C12:3 Zac 14:2

A12:6 Isa 10:17, 18; Abd 18; Zac 11:1

B12:6 Zac 2:4; 8:3-5

A12:7 Jer 30:18

B12:7 Am 9:11

A12:8 Joel 3:16; Zac 9:14, 15

B12:8 Lv 26:8; Jos 23:10; Miq 7:8

C12:8 Sal 8:5; 82:6

D12:8 Ex 14:19; 33:2

A12:9 Zac 14:2, 3

A12:10 Isa 44:3; Ezq 39:29; Joel 2:28, 29

B12:10 Juan 19:37; Apoc 1:7

C12:10 Jer 6:26; Am 8:10

A12:11 Mat 24:30; Apoc 1:7