12
1 Sucedió que, mientras el león hablaba estas palabras al águila, vi,
2 y he aquí que la cabeza que le quedaba desapareció, y las dos alas que le acompañaban se levantaron y se pusieron a reinar; y su reino fue breve y lleno de alboroto.
3 Vi, y he aquí que desaparecieron, y todo el cuerpo del águila se quemó, de modo que la tierra tuvo gran temor.
Entonces me desperté a causa de una gran perplejidad mental y un gran temor, y dije a mi espíritu:
4 “He aquí que tú me has hecho esto, porque buscas los caminos del Altísimo.
5 He aquí que todavía estoy fatigado en mi mente, y muy débil en mi espíritu. No hay ni siquiera un poco de fuerza en mí, a causa del gran temor con que me he asustado esta noche.
6 Por eso voy a pedir ahora al Altísimo que me fortalezca hasta el final”.
7 Entonces dije: “Oh, Señor soberano, si he hallado gracia ante tus ojos, y si soy justificado ante ti más que muchos otros, y si mi oración ha surgido realmente ante tu rostro,
8 fortaléceme entonces, y muéstrame, tu siervo, la interpretación y el claro significado de esta temible visión, para que puedas consolar plenamente mi alma.
9 Porque me has juzgado digno de mostrarme el fin de los tiempos y los últimos acontecimientos de los tiempos.”
10 Me dijo: “Esta es la interpretación de esta visión que viste:
11 El águila que viste subir del mar es el cuarto reino que se le apareció en visión a tu hermano Daniel.
12 Pero a él no se lo explicaron, como yo te lo explico ahora o lo he explicado.
13 He aquí que vienen días en que un reino se levantará en la tierra, y será más temido que todos los reinos que hubo antes de él.
14 Doce reyes reinarán en él, uno tras otro.
15 De ellos, el segundo comenzará a reinar, y reinará más tiempo que los otros de los doce.
16 Esta es la interpretación de las doce alas que habéis visto.
17 En cuanto a cuando oísteis una voz que hablaba, no saliendo de las cabezas, sino de en medio de su cuerpo, ésta es la interpretación
18 Que después del tiempo de ese reino, surgirán no pocas contiendas, y estará en peligro de caer. Sin embargo, no caerá entonces, sino que será restaurado de nuevo a su antiguo poder.
19 Viste los ocho bajo las alas pegados a sus alas. Esta es la interpretación:
20 Que en ella se levantarán ocho reyes, cuyos tiempos serán cortos y sus años rápidos.
21 Dos de ellos perecerán cuando se acerque el tiempo medio. Cuatro serán guardados por un tiempo hasta que se acerque el tiempo del fin de ella; pero dos serán guardados hasta el fin.
22 Visteis tres cabezas descansando. Esta es la interpretación:
23 En sus últimos días, el Altísimo levantará tres reinos y renovará muchas cosas en ellos. Ellos gobernarán sobre la tierra,
24 y sobre los que la habitan, con mucha opresión, más que todos los que fueron antes de ellos. Por eso se les llama las cabezas del águila.
25 Porque éstos son los que llevarán a cabo su maldad, y los que terminarán sus últimas acciones.
26 Viste que la gran cabeza desapareció. Esto significa que uno de ellos morirá en su lecho, y aún con dolor.
27 Pero a los dos que quedaron, la espada los devorará.
28 Porque la espada de uno de ellos devorará al que estaba con él, pero él también caerá a espada en los últimos días.
29 Visteis dos bajo las alas que pasaban a la cabeza que está a la derecha.
30 Esta es la interpretación: Estos son los que el Altísimo ha guardado hasta su fin. Este es el breve reinado que estuvo lleno de problemas, como viste.
31 “El león, a quien viste levantarse del bosque, rugiendo, hablando con el águila, y reprendiéndola por su injusticia, y por todas sus palabras que has oído,
32 éste es el ungido, a quien el Altísimo ha guardado hasta el fin [de los días, que surgirá de la simiente de David, y vendrá y hablará] a ellos y los reprenderá por su maldad e injusticia, y amontonará ante ellos sus tratos despectivos.
33 Porque al principio los hará vivir en su juicio, y cuando los haya reprendido, los destruirá.
34 Porque él librará con misericordia al resto de mi pueblo, a los que han sido preservados a lo largo de mis fronteras, y los alegrará hasta la llegada del fin, el día del juicio, del cual te he hablado desde el principio.
35 Este es el sueño que viste, y esta es su interpretación.
36 Sólo tú has sido digno de conocer el secreto del Altísimo.
37 Por lo tanto, escribe todas estas cosas que has visto en un libro, y ponlo en un lugar secreto.
38 Las enseñarás a los sabios de tu pueblo, cuyos corazones sabes que son capaces de comprender y guardar estos secretos.
39 Pero espera aquí siete días más, para que se te muestre lo que al Altísimo le plazca mostrarte”. Entonces se alejó de mí.
40 Sucedió que cuando todo el pueblo vio que habían pasado los siete días y que yo no había vuelto a entrar en la ciudad, se reunieron todos, desde el más pequeño hasta el más grande, y vinieron a mí y me hablaron diciendo:
41 “¿Cómo te hemos ofendido? ¿Qué mal hemos hecho contra ti, para que nos hayas abandonado por completo y te hayas sentado en este lugar?
42 Porque de todos los profetas, sólo tú nos has quedado, como un racimo de la vendimia, y como una lámpara en un lugar oscuro, y como un puerto para una nave salvada de la tempestad.
43 ¿No son suficientes los males que nos han sobrevenido?
44 Si nos abandonan, ¡cuánto mejor hubiera sido para nosotros si también nos hubiéramos consumido en el incendio de Sión!
45 Porque no somos mejores que los que murieron allí”. Entonces lloraron a voz en grito. Yo les respondí:
46 “¡Anímate, Israel! No os entristezcáis, casa de Jacob;
47 porque el Altísimo se acuerda de vosotros. El Poderoso no se ha olvidado de vosotros para siempre.
48 En cuanto a mí, no os he abandonado. No me he alejado de ti, sino que he venido a este lugar para orar por la desolación de Sión, y para buscar misericordia por la humillación de tu santuario.
49 Ahora id, cada uno a su casa, y después de estos días vendré a vosotros.”
50 Así que el pueblo se fue a la ciudad, como les dije que hicieran.
51 Pero yo me senté en el campo durante siete días, como me lo había ordenado el ángel. En esos días, sólo comí de las flores del campo, y mi alimento era de las plantas.