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El Alma Sedienta Se Satisface en Dios
Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.
1 Oh Dios, Tú eres mi DiosA Sal 118:28; Te buscaré con afán.
Mi alma tiene sed de Ti, mi carne Te anhelaB Sal 42:2; 84:2; Mat 5:6
Cual tierra seca y árida donde no hay aguaC Sal 143:6.
2 Así Te contemplaba en el santuario,
Para ver Tu poder y Tu gloriaA Sal 27:4.
3 Porque Tu misericordia es mejor que la vidaA Sal 69:16,
Mis labios Te alabarán.
4 Así Te bendeciré mientras vivaA Sal 104:33; 146:2,
En Tu nombre alzaré mis manosB Sal 28:2; 143:6.
5 Como con médula y grasa está saciadaA Sal 36:8 mi alma;
Y con labios jubilosos Te alaba mi bocaB Sal 71:23.
6 Cuando en mi lecho me acuerdo de TiA Sal 4:4,
En Ti medito durante las vigilias de la nocheB Sal 16:7; 42:8; 119:55.
7 Porque Tú has sido mi ayudaA Sal 27:9,
Y a la sombra de Tus alasB Sal 17:8 canto gozoso.
8 A Ti se aferra mi almaA Núm 32:12; Dt 1:36; Os 6:3;
Tu diestra me sostieneB Sal 18:35; 41:12.
9 Pero los que buscan mi vida para destruirlaA Sal 40:14,
Caerán a las profundidades de la tierraB Sal 55:15.
10 Serán entregados al poder de la espadaA Jer 18:21; Ezq 35:5;
Presa serán de las zorrasB Lam 5:18.
11 Pero el rey se regocijará en DiosA Sal 21:1;
Y todo el que por El jura se gloriaráB Dt 6:13; Isa 45:23; 65:16,
Porque la boca de los que dicen mentiras será cerradaC Job 5:16; Sal 107:42; Rom 3:19.