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Promesa de Dios a Zorobabel
1 El
día veintiuno del mes séptimo, vino la palabra del
Señor por medio
1 del profeta Hageo
A, diciendo:
2 Habla ahora a Zorobabel, hijo de Salatiel
A, gobernador de Judá, y al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac
B, y al remanente del pueblo, diciendo:
3 “¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto este templo
1A en su gloria primera
B? ¿Y cómo lo veis ahora? Tal como está, ¿no es como nada a vuestros ojos?
4 “Pero ahora, esfuérzate, Zorobabel” —declara el
Señor— “esfuérzate tú también, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, y esforzaos todos vosotros, pueblo de la tierra
A” —declara el
Señor— “y trabajad, porque yo estoy con vosotros
B” —declara el
Señor de los ejércitos.
5 “
Conforme a la promesa
1 que os hice
2 cuando salisteis de Egipto
A, mi Espíritu permanece
3 en medio de vosotros
B; no temáis
C.”
6 Porque así dice el
Señor de los ejércitos: “Una vez más
A, dentro de poco
1B, yo haré temblar los cielos y la tierra
C, el mar y la tierra firme.
7 “Y haré temblar a todas las naciones; vendrán entonces los tesoros
1 de todas las naciones
A, y yo llenaré de gloria esta casa
B” —dice el
Señor de los ejércitos.
8 “Mía es la plata y mío es el oro
A” —declara el
Señor de los ejércitos.
9 “La gloria postrera
A de esta casa será mayor que la primera
B” —dice el
Señor de los ejércitos— “y en este lugar daré paz
C” —declara el
Señor de los ejércitos.
10 El día veinticuatro del
mes noveno, en el año segundo de Darío, vino la palabra del
Señor al profeta Hageo
A, diciendo:
11 Así dice el
Señor de los ejércitos: “Pide ahora instrucción
1A a los sacerdotes
2:
12 ‘Si alguno lleva carne consagrada en la falda
1 de su vestidura, y toca con su falda
1 pan, alimento cocido, vino, aceite o cualquier
otro alimento, ¿quedará éste consagrado
A?’ ” Y los sacerdotes respondieron, y dijeron: No.
13 Y dijo Hageo: Si alguno, inmundo por el contacto con un cadáver
1, toca cualquiera de estas cosas, ¿quedará inmunda? Respondieron los sacerdotes, y dijeron: Quedará inmunda
A.
14 Entonces volvió a hablar Hageo y dijo: “Así es este pueblo y así es esta nación delante de mí” —declara el
Señor— “y así es toda obra de sus manos; y lo que aquí ofrecen, inmundo es
A.
15 “Ahora pues, considerad bien
1 esto de hoy en adelante
2A: antes que se pusiera piedra sobre piedra en el templo del
SeñorB,
16 desde aquel tiempo
1, venía
alguno a un montón de veinte
medidas, y había
sólo diez; venía
alguno al lagar para sacar cincuenta cántaros, y había
sólo veinte.
17 “Os herí con
viento abrasador, con añublo y con granizo en toda obra de vuestras manos
A; pero ninguno de vosotros
se volvió a mí
1” —declara el
Señor.
18 “Pero considerad bien
1 esto desde hoy en adelante
2A, desde el día veinticuatro del
mes noveno
B; desde el día en que se pusieron los cimientos del templo del
SeñorC, considerad bien
1:
19 “¿Está todavía la semilla en el granero? Todavía la vid, la higuera, el granado y el olivo no han dado
fruto; pero desde hoy yo
os bendeciré
A.”
20 Y la palabra del
Señor vino por segunda vez a Hageo
A, el
día veinticuatro del mes, diciendo:
21 Habla a Zorobabel, gobernador de Judá
A, diciendo: “Yo estremeceré los cielos y la tierra
B,
22 y volcaré el trono de los reinos y destruiré el poder de los reinos de las naciones
1A; y volcaré el carro y a los que montan en él, y caerán los caballos y sus jinetes
B, cada uno por la espada de su hermano
C.
23 “En aquel día” —declara el
Señor de los ejércitos— “te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Salatiel, siervo mío” —declara el
Señor— “y te pondré como
anillo de sello
A, porque yo te he escogido
B” —declara el
Señor de los ejércitos.