6
Decreto de Darío
1 Entonces el rey Darío proclamó un decreto, y buscaron en los archivos donde se guardaban los tesoros allí en BabiloniaA Esd 5:17. 2 Y en Acmeta, en la fortaleza que está en la provincia de MediaA 2 Rey 17:6, hallaron un rollo en el que estaba escrito lo siguiente: Memorándum: 3 “En el año primero del rey Ciro, el rey Ciro proclamó un decreto: ‘En cuanto a la casa de Dios en Jerusalén, que sea reedificado el templo1 Lit la casa, y así en el vers 15A Esd 1:1; 5:13, el lugar donde se ofrecen los sacrificios, y que se conserven sus cimientos, con su altura de 24 metros (60 codos) y su anchura de 24 metros; 4 con tres hileras de piedras enormes y una hilera de maderaA 1 Rey 6:36; y que los gastos se paguen del tesoro real. 5 Y que también se devuelvan los utensilios de oro y de plata de la casa de Dios, los cuales Nabucodonosor sacó del templo en Jerusalén y trajo a Babilonia, y que se lleven a sus lugares en el templo en Jerusalén y sean colocados en la casa de DiosA Esd 1:7; 5:14.’
6 Ahora pues, Tatnai, gobernador de la provincia al otro lado del Río (Eufrates), Setar Boznai, y sus compañerosA Esd 5:3; 6:13, los oficiales del otro lado del río, aléjense de allí. 7 No impidan esta obra de la casa de Dios, y que el gobernador de los Judíos y los ancianos de los Judíos reedifiquen esta casa de Dios en su lugar. 8 Además, éste es mi decreto en cuanto a lo que han de hacer por estos ancianos de Judá en la reedificación de esta casa de Dios: del tesoro real de los tributos del otro lado del río se han de pagar todos los gastos a este puebloA Esd 6:4; 7:14-22, y esto sin demora. 9 Y todo lo que se necesite: novillos, carneros y corderos para holocausto al Dios del cielo, y trigo, sal, vino y aceite de unción, según lo pidan los sacerdotes que están en Jerusalén, se les dará día por día sin falta, 10 para que puedan ofrecer sacrificios agradables al Dios del cielo y orar por la vida del rey y de sus hijosA Esd 7:23; Jer 29:7; 1 Tim 2:1, 2.
11 He proclamado un decreto de que cualquiera que quebrante este edictoA Esd 7:26, se arranque un madero de su casa, y levantándolo, sea colgado1 O azotado en él, y que su casa sea reducida a escombrosB Dan 2:5; 3:29 a causa de esto. 12 Y que el Dios que ha hecho morar allí Su nombreA Dt 12:5, 11; 1 Rey 9:3 derribe a todo rey o pueblo que trate de cambiarlo para destruir esta casa de Dios en Jerusalén. Yo, Darío, he proclamado este decreto; que sea ejecutado con toda exactitud.”
13 Entonces Tatnai, gobernador de la provincia al otro lado del Río (Eufrates), Setar Boznai y sus compañerosA Esd 6:6 llevaron a cabo el decreto con toda exactitud, tal como el rey Darío había ordenado. 14 Y los ancianos de los Judíos tuvieron éxito en la edificación según la profecía del profeta Hageo y de Zacarías, hijo de IddoA Esd 5:1, 2. Y terminaron de edificar conforme al mandato del Dios de Israel y al decreto de CiroB Esd 1:1; 5:13, de DaríoC Esd 4:24; 6:12 y de Artajerjes, rey de PersiaD Esd 7:1. 15 Y este templo fue terminado el tercer día del mes de AdarA Est 3:7; era el año sexto del reinado del rey Darío.
Dedicación del Templo
16 Los Israelitas, los sacerdotes, los Levitas y los demás desterrados, celebraron con júbilo la dedicación de esta casa de DiosA 1 Rey 8:63; 2 Cró 7:5. 17 Y para la dedicación de esta casa de Dios ofrecieron 100 novillos, 200 carneros, 400 corderos, y como ofrenda por el pecado por todo Israel, doce machos cabríosA Esd 8:35, conforme al número de las tribus de Israel. 18 Entonces asignaron a los sacerdotes en sus seccionesA 1 Cró 24:1; 2 Cró 35:5 y a los Levitas en sus clasesB 1 Cró 23:6 para el servicio de Dios en Jerusalén, como está escrito en el Libro de MoisésC Núm 3:6; 8:9.
19 Los desterradosA Esd 1:11 celebraron la Pascua el día catorce del mes primeroB Ex 12:6. 20 Puesto que los sacerdotes y los Levitas se habían purificadoA 2 Cró 29:34; 30:15 juntos, todos ellos estaban purificados, entonces mataron al cordero de la PascuaB 2 Cró 35:11 para todos los desterrados, tanto para sus hermanos los sacerdotes como para sí mismos. 21 Los Israelitas que habían vuelto del destierro y todos aquéllos que se habían apartadoA Neh 9:2; 10:28 de la impureza de las naciones de la tierraB Esd 9:11 para unirse a ellos, comieron la Pascua para buscar al Señor, Dios de Israel. 22 Y por siete días celebraron gozosos la Fiesta de los Panes sin LevaduraA Ex 12:15, porque el Señor los había llenado de regocijo, y había vuelto hacia ellos el corazón del rey de AsiriaB Esd 7:27 para animarlos en la obra de la casa de DiosC Esd 1:1; 6:1, el Dios de Israel.