1 La serpiente era más astutaA 2 Cor 11:3; Apoc 12:9; 20:2 que cualquiera de los animales del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer: “¿Conque Dios les ha dicho: ‘No comerán de ningún árbol del huerto’?” 2 La mujer respondió a la serpiente: “Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, Dios ha dicho: ‘No comerán de él, ni lo tocarán, para que no mueranA Gn 2:16, 17.’ ” 4 Y la serpiente dijo a la mujer: “Ciertamente no moriránA Juan 8:44; 2 Cor 11:3. 5 Pues Dios sabe que el día que de él coman, se les abrirán los ojos y ustedes serán como Dios, conociendo el bien y el malA Isa 14:14; Ezq 28:2, 12-17.” 6 Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable1 O un deleite a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría2 O hacer a uno sabio, tomó de su fruto y comió. También dio a su marido que estaba con ella, y él comióA Rom 5:12-19; 1 Tim 2:14; Sant 1:14, 15; 1 Jn 2:16. 7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudosA Isa 47:3; Lam 1:8; y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales1 O fajas.

8 Y oyeron al1 Lit la voz del Señor Dios que se paseabaA Gn 18:33; Lv 26:12; Dt 23:14 en el huerto al fresco2 Lit aire del día. Entonces el hombre y su mujer se escondieronB Job 31:33; Sal 139:1-12; Os 10:8; Am 9:3; Apoc 6:15-17 de la presencia del Señor Dios entre los árboles del huerto. 9 Pero el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde estásA Gn 4:9; 18:9?” 10 Y él respondió: “Te oí1 Lit Oí Tu voz en el huerto, tuve miedoA Ex 20:18, 19; Dt 5:25 porque estaba desnudo, y me escondí.” 11 “¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo?” le preguntó Dios. “¿Has comido del árbol del cual Yo te mandé que no comieras?” 12 El hombre respondió: “La mujer que Tú me diste por compañera1 O para que estuviera conmigo me dio del árbol, y yo comíA Job 31:33; Prv 28:13.” 13 Entonces el Señor Dios dijo a la mujer: “¿Qué es esto que has hecho?” “La serpiente me engañóA 2 Cor 11:3; 1 Tim 2:14, y yo comí,” respondió la mujer.

14 Y el Señor Dios dijo a la serpiente:

17 Entonces el Señor dijo a Adán: “Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: ‘No comerás de él,’

20 El hombre le puso por nombre Eva1 I.e. viviente, o, vidaA 2 Cor 11:3; 1 Tim 2:13 a su mujer, porque ella era la madre de todos los vivientes. 21 El Señor Dios hizo vestiduras de piel para Adán y su mujer, y los vistió.

22 Entonces el Señor Dios dijo: “Ahora el hombre ha venido a ser como uno de NosotrosA Gn 1:26 (Padre, Hijo y Espíritu Santo), conociendo ellos el bien y el mal. Cuidado ahora, no vaya a extender su mano y tome también del árbol de la vidaB Gn 2:9; Apoc 22:14, y coma y viva para siempre.” 23 Y el Señor Dios lo echó del huerto del Edén, para que labrara la tierra de la cual fue tomado. 24 Expulsó, pues, al hombreA Ezq 31:11; y al oriente del huerto del EdénB Gn 2:8 puso querubinesC Ex 25:18-22; Sal 104:4; Ezq 10:1-20; Heb 1:7, y una espada encendida que giraba en todas direcciones para guardar el camino del árbol de la vidaD Gn 2:9.