1 Cuando Saúl regresó de perseguir a los FilisteosA 1 Sam 23:28, 29, le dieron aviso: “David está en el desierto de En GadiB 1 Sam 23:19.” 2 Entonces Saúl tomó de todo Israel 3,000 hombres escogidos, y fue en busca de David y de sus hombres por1 Lit delante de los peñascos de las cabras montesesA 1 Sam 26:2. 3 Llegó a unos rediles de ovejas en el camino, donde había una cueva, y Saúl entró en ella para hacer sus necesidades1 Lit cubrir sus piesA Jue 3:24. Y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cuevaB Sal 57:Subtítulo; 142:Subtítulo. 4 Y los hombres de David le dijeron: “Mira, este es el día del que el Señor te habló: ‘Voy a entregar a tu enemigo en tu mano, y harás con él como bien te parezca1 Lit lo que sea bueno ante tus ojosA 1 Sam 23:17; 25:28-30.’ ” Entonces David se levantó y cortó a escondidas la orilla del manto de SaúlB 1 Sam 26:8, 11.

5 Aconteció después de esto que la conciencia de David le remordía1 Lit el corazón...le heríaA 2 Sam 24:10, porque había cortado la orilla del manto de Saúl. 6 Y dijo a sus hombres: “El Señor me guarde de hacer tal cosa contra mi rey1 Lit señor, el ungido del Señor, de extender contra él mi mano, porque es el ungido del SeñorA 1 Sam 26:11.” 7 David contuvo1 Lit apartó a sus hombres con estas palabras y no les permitió que se levantaran contra Saúl. Y Saúl se levantó, salió de la cueva, y siguió su camino.

8 Después de esto David se levantó, salió de la cueva y dio voces tras Saúl, diciendo: “¡Mi señor el rey!” Y cuando Saúl miró hacia atrás1 Lit tras sí, David inclinó su rostro a tierra y se postróA 1 Sam 25:23, 24; 1 Rey 1:31. 9 Y dijo David a Saúl: “¿Por qué escucha usted las palabras de los hombres, que dicen: ‘Mire que David procura su mal’? 10 Hoy han visto sus ojos que el Señor lo ha puesto en mis manos en la cueva en este díaA Sal 7:3, 4; y algunos me dijeron que lo matara, pero mis ojos tuvieron piedad de usted, y dije: ‘No extenderé mi mano contra mi rey1 Lit señor, porque es el ungido del SeñorB 1 Sam 24:4.’ 11 Mire, padre mío, mire la orilla de su manto en mi manoA 2 Rey 5:13. Puesto que corté la orilla de su manto y no lo maté, reconozca y vea que no hay maldad ni rebelión1 Lit transgresión en mis manos y que no he pecado contra usted, a pesar de que usted acecha mi vida para quitármelaB 1 Sam 23:14, 23; 26:20. 12 Juzgue el Señor entre usted y yo y que el Señor me vengue de usted, pero mi mano no será contra ustedA Gn 16:5; 31:53; Jue 11:27; 1 Sam 26:10, 23. 13 Como dice el proverbio de los antiguos: ‘De los malos procede la maldadA Mat 7:16-20,’ pero mi mano no será contra usted. 14 ¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigue? ¿A un perro muertoA 2 Sam 9:8? ¿A una pulgaB 1 Sam 26:20? 15 Sea el Señor juez y decida1 O juzgue entre usted y yoA 1 Sam 24:12; que El vea y defienda mi causaB Sal 35:1; 43:1; 119:154; Miq 7:9 y me libre2 Lit vindique de su mano.”

16 Cuando David acabó de decir a Saúl estas palabras, Saúl dijo: “¿Es ésta tu voz, David, hijo míoA 1 Sam 26:17?” Entonces Saúl alzó su voz y lloró. 17 Y dijo a David: “Eres más justo que yoA 1 Sam 26:21, porque tú me has tratado bien mientras que yo te he tratado con maldadB Mat 5:44. 18 Tú has demostrado hoy que me has hecho bien, ya que el Señor me entregó en tu mano y sin embargo no me diste muerteA 1 Sam 26:23. 19 Porque si un hombre halla a su enemigo, ¿lo dejará ir sano y salvo1 Lit ¿lo enviará por buen caminoA 1 Sam 23:17? Que el Señor, por tanto, te recompense con bien por lo que has hecho por mí hoy. 20 Mira, ahora sé que ciertamente serás reyA 1 Sam 23:17, y que el reino de Israel será establecido en tu manoB 1 Sam 13:14. 21 Ahora pues, júrame por el Señor que no cortarás mi descendencia1 Lit simiente después de mí, y que no borrarás mi nombre de la casa de mi padreA Gn 21:23; 1 Sam 20:14-17; 2 Sam 21:6-8.” 22 Y David se lo juró a Saúl. Y Saúl se fue a su casa, pero David y sus hombres subieron al refugio1 O lugar fuerteA 1 Sam 23:29.