1 A 2 Sam 24:1-25: 1 Cró 21:1-26; 1 Cró 27:23, 24De nuevo la ira del Señor se encendió contra Israel, y provocó a David contra ellos y dijo: “Ve, haz un censo de Israel y de JudáB 2 Sam 21:1, 2.” 2 Y el rey dijo a Joab, comandante del ejército, que estaba con él: “Recorre todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y haz un censo del pueblo para que yo sepa el número de la genteA Jue 20:1; 2 Sam 3:10.” 3 Pero Joab respondió al rey: “Que el Señor su Dios añada al pueblo cien veces más de lo que sonA Dt 1:11, mientras todavía vean los ojos de mi señor el rey; pero, ¿por qué se complace mi señor el rey en esto?” 4 Sin embargo, la palabra del rey prevaleció contra Joab y contra los jefes del ejército. Salieron, pues, Joab y los jefes del ejército de la presencia del rey para hacer el censo del pueblo de Israel.

5 Pasaron el Jordán y acamparon en Aroer, a la derecha de la ciudad que está en medio del Valle de GadA Dt 2:36; Jos 13:9, 16, y en dirección a JazerB Núm 21:32; 32:35. 6 Luego fueron a Galaad y a la tierra de Tahtim Hodsi1 O Cades, en la tierra de los Hititas; fueron a Dan Jaán y doblaron para SidónA Jos 19:28; Jue 1:31. 7 Fueron a la fortaleza de TiroA Jos 19:29 y a todas las ciudades de los Heveos y de los CananeosB Jos 11:3; Jue 3:3, saliendo finalmente hacia el sur de Judá, a BeersebaC Gn 21:22-33. 8 Habiendo recorrido todo el país, volvieron a Jerusalén después de nueve meses y veinte días. 9 Joab dio al rey la cifra del censo del puebloA Núm 1:44-46: había en Israel 800,000 hombres valientes que sacaban espadaB 1 Cró 21:5, y los de Judá eran 500,000 hombres.

10 Después que David contó el pueblo le pesó en1 Lit lo hirió su corazónA 1 Sam 24:5. Y David dijo al Señor: “He pecado en gran manera por lo que he hechoB 1 Sam 13:13; 2 Cró 16:9. Pero ahora, oh Señor, Te ruego que quites2 Lit hagas desaparecer la iniquidad de Tu siervo, porque he obrado muy neciamenteC 2 Sam 12:13.” 11 Cuando David se levantó por la mañana, la palabra del Señor vino al profeta Gad, videnteA 1 Sam 9:9; 22:5; 1 Cró 29:29 de David, diciendo: 12 “Ve y dile a David: ‘Así dice el Señor: “Te ofrezco tres cosas; escoge para ti una de ellas, para que Yo la haga.” ’ ” 13 Así que Gad fue a David y se lo hizo saber, diciéndole: “¿Quieres que te vengan siete años de hambre en tu tierra, o que huyas por tres meses delante de tus enemigos mientras te persiguen, o que haya tres días de pestilencia en tu tierra? Considera ahora, y mira qué respuesta he de dar al que me envióA 1 Cró 21:12; Ezq 14:21.” 14 David respondió a Gad: “Estoy muy angustiado. Te ruego que nos dejes caer en manos del Señor porque grandes son Sus misericordiasA Sal 51:1; 130:4, 7, pero no caiga yo en manos de hombre.”

15 Y el Señor envió1 Lit dio pestilencia sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y desde Dan hasta Beerseba murieron 70,000 hombresA 1 Cró 21:14; 27:24 del puebloB 2 Sam 24:2. 16 Cuando el ángel extendió su mano hacia Jerusalén para destruirlaA Ex 12:23; 2 Rey 19:35; Hech 12:23, el Señor se arrepintió del malB Ex 32:14; 1 Sam 15:11, y dijo al ángel que destruía al pueblo: “¡Basta! ¡Detén ahora tu mano!” Y el ángel del Señor estaba junto a la era de Arauna1 En 1 Cró 21:15, Ornán el Jebuseo. 17 Entonces David habló al Señor, cuando vio al ángel que hería al pueblo, y dijo: “Yo soy el que ha pecado, y yo soy el que ha hecho malA 2 Sam 24:10; pero estas ovejas, ¿qué han hechoB 2 Sam 7:8; Sal 74:1? Te ruego que Tu mano caiga sobre mí y sobre la casa de mi padre.”

18 Y Gad vino a David aquel día y le dijo: “Sube, edifica un altar al Señor en la era de Arauna el JebuseoA 1 Cró 21:18.” 19 David subió conforme a la palabra de Gad, tal como el Señor había ordenado. 20 Y Arauna miró y vio al rey y a sus siervos que venían hacia él; y saliendo Arauna, se postró rostro en tierra delante del rey. 21 Entonces Arauna dijo: “¿Por qué ha venido mi señor el rey a su siervo?” Y David respondió: “A comprarte la era para edificar un altar al Señor a fin de detener la plaga del puebloA Núm 16:44-50.” 22 Y Arauna dijo a David: “Tome y ofrezca mi señor el rey lo que parezca bien a sus ojos. Mire, los bueyes para el holocausto, y los trillos y los yugos de los bueyes para la leñaA 1 Sam 6:14; 1 Rey 19:21. 23 Todo, oh rey, Arauna lo da al rey.” “Que el Señor su Dios le sea propicioA Ezq 20:40, 41,” dijo Arauna al rey. 24 Pero el rey dijo a Arauna: “No, sino que ciertamente por precio te lo compraré, pues no ofreceré al Señor mi Dios holocausto que no me cueste nada1 Lit gratuitamenteA Mal 1:13, 14.” Y David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos (570 gramos) de plataB 1 Cró 21:24, 25. 25 Y allí edificó David un altar al Señor, y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. El Señor escuchó la súplica por la tierraA 2 Sam 21:14 y la plaga fue detenida en Israel.