1 “Después nos volvimos y salimos hacia el desierto por el camino del Mar Rojo1 Lit mar de CañasA Núm 21:4, como el Señor me había mandado2 Lit hablado, y por muchos días dimos vueltas al3 O anduvimos alrededor del Monte SeirB Dt 1:2. 2 Entonces el Señor me habló: 3 ‘Ustedes han dado ya bastantes vueltas alrededor de este monte. Vuélvanse ahora hacia el norte, 4 y da orden al pueblo, diciendo: “Ustedes van a pasar por el territorio de sus hermanosA Núm 20:14-21, los hijos de Esaú que habitan en SeirB Gn 36:8, y ellos les tendrán miedoC Ex 15:15, 16. Así que tengan mucho cuidado; 5 no los provoquen1 O entren en batalla, porque no les daré nada de su tierra, ni siquiera la huella de un pie2 Lit el pisar de la planta de un pie, porque a Esaú he dado el Monte Seir por posesiónA Gn 36:8; Jos 24:4. 6 Les comprarán con dinero los alimentos para comer, y también con dinero comprarán de ellos agua para beber. 7 Pues el Señor tu Dios te ha bendecido en todo lo que has hecho1 Lit toda la obra de tu mano; El ha conocido tu peregrinar2 Lit tus idas a través de este inmenso desiertoA Dt 1:19. Por3 Lit Estos cuarenta añosB Núm 14:33, 34; 32:13; Dt 2:14 el Señor tu Dios ha estado contigo; nada te ha faltado.” ’

8 “Pasamos, pues, de largo a nuestros hermanos, los hijos de Esaú que habitan en Seir, lejos del camino del ArabáA Núm 33:35; 1 Rey 9:26, lejos de Elat y de Ezión GeberB Dt 1:1. Y nos volvimos, y pasamos por el camino del desierto de Moab. 9 Entonces el Señor me dijo: ‘No molestes a Moab, ni los provoques a la guerra, porque no te daré nada de su tierra por posesión, pues he dado ArA Gn 19:36, 37 a los hijos de LotB Núm 21:15, 28; Dt 2:18, 29 por posesión. 10 (Antes habitaban allí los EmitasA Gn 14:5, un pueblo tan grande, numeroso y alto como los Anaceos. 11 Como los Anaceos, ellos también son considerados gigantes1 Heb refaímA Gn 14:5; Dt 2:20, pero los Moabitas los llaman Emitas. 12 Los Horeos habitaban antes en Seir, pero los hijos de Esaú los desalojaron y los destruyeron delante de ellos, y se establecieron1 Lit habitaron, y así en el resto del cap en su lugarA Gn 36:20; Dt 2:22, tal como Israel hizo con la tierra que el Señor les dio en posesiónB Núm 21:25, 35.)

13 ‘Levántense ahora, y crucen el torrente de Zered,’ dijo el Señor. Y cruzamos el torrente de Zered. 14 El tiempo que nos llevó para venir1 Lit Y los días en los cuales fuimos de Cades Barnea, hasta que cruzamos el torrente de Zered, fue de treinta y ocho añosA Dt 2:7; hasta que pereció toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamentoB Núm 14:29-35; 26:64, 65; Sal 106:26; 1 Cor 10:5, como el Señor les había juradoC Dt 1:34, 35. 15 Además, la mano del Señor fue contra ellos, para destruirlos de en medio del campamento, hasta que todos perecieronA Jud 5.

16 “Cuando todos los hombres de guerra ya habían perecido de entre el puebloA Dt 2:14, 17 el Señor me habló: 18 ‘Tú cruzarás hoy por Ar la frontera de MoabA Dt 2:9. 19 Y cuando llegues frente a los AmonitasA Gn 19:38, no los molestes ni los provoques, porque no te daré en posesión nada de la tierra de los Amonitas, pues se la he dado a los hijos de Lot por heredadB Dt 2:9.’ 20 (Esta región es también conocida como la tierra de los gigantes1 Heb refaímA Dt 2:11, porque antiguamente habitaban gigantes en ella1 Heb refaím, a los que los Amonitas llaman Zomzomeos, 21 pueblo grande, numeroso y alto como los Anaceos, pero que el Señor destruyó delante de ellos. Y los Amonitas los desalojaron y se establecieron en su lugar, 22 tal como Dios hizo con1 Lit para los hijos de Esaú, que habitan en SeirA Gn 36:8; Dt 2:5, cuando destruyó a los Horeos delante de ellos; y ellos los desalojaron, y se establecieron en su lugar hasta hoyB Dt 2:12. 23 Y a los Aveos que habitaban en aldeas hasta GazaA Jos 13:3, los Caftoreos (Filisteos)B Gn 10:14; 1 Cró 1:12, que salieron de Caftor (Creta)C Jer 47:4; Am 9:7, los destruyeron y se establecieron en su lugar.)

24 ‘Levántense; pónganse en marcha y pasen por el Valle1 O torrente del ArnónA Núm 21:13, 14; Jue 11:18. Mira, he entregado en tu mano a Sehón Amorreo, rey de Hesbón, y a su tierra; comienza a tomar posesión y entra2 Lit contiende en batalla con él. 25 Hoy comenzaré a infundir1 Lit poner el espanto y terror tuyoA Ex 23:27; Dt 11:25; Jos 2:9 sobre2 Lit delante de los pueblos debajo del cielo3 Lit debajo de todos los cielos, quienes, al oír tu fama, temblarán y se angustiarán a causa de tiB Ex 15:14-16.’

26 “A Dt 2:26-37: Núm 21:21-26; Dt 1:4; Jue 11:19-21Entonces, desde el desierto de Cademot, envié mensajeros a Sehón, rey de Hesbón, con palabras de paz, diciéndole: 27 ‘Déjeme pasar por su tierra; solamente iré por el camino, sin apartarme ni a la derecha ni a la izquierda. 28 Me venderá comestibles por dinero para que yo pueda comer, y me dará agua por dinero para que pueda beber; déjeme tan sólo pasar a pie1 Lit en mis piesA Núm 20:19, 29 tal como hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitan en Seir y los Moabitas que habitan en ArA Dt 2:9, hasta que cruce el Jordán a la tierra que el Señor nuestro Dios nos da.’ 30 Pero Sehón, rey de Hesbón, no quiso dejarnos pasar por su tierra1 Lit junto a élA Núm 21:23 porque el Señor tu Dios endureció su espíritu e hizo obstinado su corazónB Ex 4:21; Jos 11:20, a fin de entregarlo en tus manos, como lo está hoy. 31 Y el Señor me dijo: ‘Mira, he comenzado a entregar a Sehón y su tierra en tus manos1 Lit delante de ti. Comienza a ocuparla2 Lit poseer para que poseas la tierra.’

32 “Entonces Sehón salió con1 Lit él y todo su pueblo a encontrarnos en batalla en Jahaza. 33 Y el Señor nuestro Dios lo entregó a1 Lit delante de nosotrosA Ex 23:31; Dt 7:2; y lo derrotamos2 Lit herimosB Dt 29:7 a él, a sus hijos y a todo su pueblo. 34 En aquel tiempo tomamos todas sus ciudades, y exterminamos1 O dedicamos al anatema a hombres, mujeres y niños de cada ciudad2 Lit toda ciudad de hombresA Dt 3:6; 7:2. No dejamos ningún sobreviviente. 35 Tomamos solamente como nuestro botín los animales y los despojos de las ciudades que habíamos capturadoA Dt 3:7. 36 Desde Aroer, que está a la orilla del Valle del Arnón, y desde la ciudad que está en el valle1 O torrente, aun hasta GalaadA Dt 3:12; 4:48; Jos 12:2; 13:9, no hubo ciudad inaccesible2 O fuerte para nosotros; el Señor nuestro Dios nos3 Lit delante de nosotros las entregó todas. 37 Pero, conforme a todo lo que el Señor nuestro Dios había prohibido1 Lit ordenado, no te acercaste a la tierra de los AmonitasA Dt 2:19, a todo lo largo del arroyo JabocB Gn 32:22; Núm 21:24; Dt 3:16, ni a las ciudades del monte.