1 Entonces Josué reunió a todas las tribus de Israel en Siquem, llamó a los ancianos de Israel, a sus jefes, a sus jueces y a sus oficialesA Jos 23:2, y ellos se presentaron delante de Dios. 2 Y Josué dijo a todo el pueblo: “Así dice el Señor, Dios de Israel: ‘Al otro lado del Río (Eufrates) habitaban antiguamente los padres de ustedes, es decir, TaréA Gn 11:27-32, padre de Abraham y de1 Lit y el padre de Nacor, y servían a otros dioses. 3 Entonces tomé a Abraham, padre de ustedes, del otro lado del ríoA Gn 12:1; 24:7 y lo guié por toda la tierra de Canaán, multipliqué su descendencia1 Lit simienteB Gn 15:5 y le di a IsaacC Gn 21:3. 4 A Isaac le di a Jacob y a EsaúA Gn 25:25, 26, y a Esaú le di el Monte Seir para que lo poseyeraB Gn 36:8; Dt 2:5; pero Jacob y sus hijos descendieron a EgiptoC Gn 46:6, 7.

5 Entonces envié a Moisés y a AarónA Ex 4:14-17, y herí con plagas a Egipto conforme a lo que hice en medio de él. Después los saqué a ustedes. 6 A Ex 14:2-31Saqué a sus padres de Egipto y llegaron al mar, y Egipto persiguió a sus padres con carros y caballería hasta el Mar Rojo1 Lit mar de Cañas. 7 Pero cuando clamaron al Señor, El puso tinieblas entre ustedes y los Egipcios, e hizo venir sobre ellos el mar, que los cubrió. Sus propios ojos vieron lo que hice en Egipto. Y por mucho tiempo ustedes vivieron en el desiertoA Dt 1:46; 2:14.

8 Entonces los traje a la tierra de los Amorreos que habitaban al otro lado del Jordán, y ellos pelearon contra ustedes. Los entregué en sus manos, y tomaron posesión de su tierra cuando Yo los destruí delante de ustedesA Núm 21:21-32. 9 A Núm 22:2-6Después Balac, hijo de Zipor, rey de Moab, se levantó y peleó contra Israel, y envió a llamar a Balaam, hijo de Beor, para que los maldijera. 10 Pero Yo no quise escuchar a Balaam; y él tuvo que bendecirlos a ustedesA Dt 23:5, y los libré de su mano.

11 Ustedes pasaron el JordánA Jos 3:14-17 y llegaron a Jericó. Los habitantes de Jericó pelearon contra ustedes, y también los Amorreos, los Ferezeos, los Cananeos, los Hititas, los Gergeseos, los Heveos y los JebuseosB Ex 23:23, 28; Dt 7:1, pero yo los entregué en sus manosC Ex 23:31. 12 Entonces envié delante de ustedes avispas que1 Lit que los expulsaron a los dos reyes de los Amorreos de delante de ustedesA Ex 23:28; Dt 7:20, pero no fue por su espada ni por su arcoB Sal 44:3. 13 Y les di a ustedes una tierra en que no habían trabajado, y ciudades que no habían edificado, y habitan en ellas. De viñas y olivares que no plantaron, comenA Dt 6:10, 11.’

14 “Ahora pues, teman (reverencien) al Señor y sírvanle con integridad y con fidelidad. Quiten los dioses que sus padres sirvieron al otro lado del Río (Eufrates) y en Egipto, y sirvan al SeñorA Dt 10:12; 18:13; 1 Sam 12:24. 15 Y si no les parece bien servir al Señor, escojan hoy a quién han de servir: si a los dioses que sirvieron sus padres, que estaban al otro lado del río, o a los dioses de los Amorreos en cuya tierra habitanA Jue 6:10. Pero yo y mi casa, serviremos al Señor.”

16 Y el pueblo respondió: “Lejos esté de nosotros abandonar al Señor para servir a otros dioses. 17 Porque el Señor nuestro Dios es el que nos sacó, a nosotros y a nuestros padres, de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre1 Lit esclavos, el que hizo estas grandes señales delante de nosotros y nos guardó por todo el camino en que anduvimos y entre todos los pueblos por entre los cuales pasamos. 18 Y el Señor echó de delante de nosotros a todos los pueblos, incluso a los Amorreos, que moraban en la tierra. Nosotros, pues, también serviremos al Señor, porque El es nuestro Dios.”

19 Entonces Josué dijo al pueblo: “Ustedes no podrán servir al Señor, porque El es Dios santoA Lv 19:2; 20:7, 26. El es Dios celosoB Ex 20:5; 34:14; El no perdonará la transgresiónC Ex 23:21 de ustedes ni sus pecados. 20 Si abandonan al Señor y sirven a dioses extranjeros, El se volverá y les hará daño, y los consumiráA Dt 4:25, 26 después de haberlos tratado bien.”

21 Respondió el pueblo a Josué: “No, sino que serviremos al Señor.” 22 Y Josué dijo al pueblo: “Ustedes son testigos contra sí mismos de que han escogido al Señor para servirleA Sal 119:173.” “Testigos somos;” le contestaron. 23 “Ahora pues,” les dijo Josué, “quiten los dioses extranjeros que están en medio de ustedes, e inclinen su corazón al SeñorA 1 Rey 8:57, 58; Sal 119:36; 141:4, Dios de Israel.” 24 Y el pueblo respondió a Josué: “Al Señor nuestro Dios serviremos y Su voz obedeceremos (escucharemos)A Ex 19:8; 24:3, 7; Dt 5:27.”

25 Entonces Josué hizo un pacto con el pueblo aquel díaA Ex 24:8, y les impuso estatutos y ordenanzas en Siquem. 26 Josué escribió estas palabras en el Libro de la Ley de DiosA Dt 31:24. Tomó una gran piedra y la colocó debajo de la encina que estaba junto al santuario del Señor.

27 Y Josué dijo a todo el pueblo: “Ciertamente esta piedra servirá de testigo contra nosotros, porque ella ha oído todas las palabras que el Señor ha hablado con nosotrosA Jos 22:27, 34. Será, pues, testigo contra ustedes para que no nieguen a su Dios.” 28 Entonces Josué despidió al pueblo, cada uno a su heredad.

29 A Jos 24:29-31: Jue 2:6-10Después de estas cosas Josué, hijo de Nun, siervo del Señor, murió a la edad de 110 años. 30 Y lo sepultaron en la tierra de su heredad, en Timnat Sera, que está en la región montañosa de EfraínA Jos 19:50, al norte del Monte Gaas. 31 Israel sirvió al Señor todos los días de Josué y todos los días de los ancianos que sobrevivieron a1 Lit prolongaron días después de Josué y que habían conocido todas las obras que el Señor había hecho por IsraelA Jue 2:6, 7.

32 Los huesos de José, que los Israelitas habían traído de EgiptoA Gn 50:24, 25; Ex 13:19, fueron sepultados en Siquem, en la parcela de campo que Jacob había comprado a los hijos de Hamor, padre de Siquem, por 100 monedas de plataB Gn 33:19; Hech 7:15, 16. Y pasaron a ser posesión de los hijos de JoséC Juan 4:5. 33 Y murió Eleazar, hijo de Aarón. Lo sepultaron en Guibeá (en la colina) de su hijo FineesA Jos 22:13, que le había sido dada en la región montañosa de Efraín.