1 “Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, la bendición y la maldición que he puesto delante de tiA Dt 11:26; 30:15, 19, y tú las recuerdes1 Lit las hagas volver a tu corazón en todas las naciones adonde el Señor tu Dios te haya desterradoB Lv 26:40-45; Dt 28:64; 29:28; 1 Rey 8:47, 2 y vuelvas al Señor tu Dios, tú y tus hijos, y Le obedezcas1 Lit y escuches Su vozA Dt 4:29, 30; Neh 1:9 con todo tu corazón y con toda tu almaB Dt 4:29 conforme a todo lo que yo te ordeno hoy, 3 entonces el Señor tu Dios te hará volver de tu cautividad1 O restaurará tu bienestarA Gn 28:15; 48:21; Sal 126:1, 4; Jer 29:14, y tendrá compasión de ti y te recogerá de nuevo de entre todos los pueblos adonde el Señor tu Dios te haya dispersadoB Dt 4:27; Sal 147:2; Jer 32:37; Ezq 34:13. 4 Si tus desterrados están en los confines de la tierra1 Lit del cielo, de allí el Señor tu Dios te recogerá y de allí te hará volver2 Lit tomaráA Neh 1:9; Isa 43:6; 48:20; 62:11. 5 Y el Señor tu Dios te llevará a la tierra que tus padres poseyeron, y tú la poseerásA Jer 29:14; 30:3; y El te prosperará y te multiplicará más que a tus padresB Dt 7:13; 13:17.

6 “Además, el Señor tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes1 Lit tu simiente, para que ames al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu almaA Dt 6:5; 10:16, a fin de que vivas. 7 El Señor tu Dios pondrá todas estas maldiciones sobre los enemigos y sobre los aborrecedoresA Dt 7:15 que te persiguieron. 8 Y tú volverás a escuchar la voz del Señor, y guardarás todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. 9 Entonces el Señor tu Dios te hará prosperar abundantemente1 Lit te hará tener exceso para bien en toda la obra de tu mano, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto2 Lit fruto de tu tierraA Jer 31:27, 28, pues el Señor de nuevo se deleitará en ti para bien, tal como se deleitó en tus padresB Jer 32:41, 10 si obedeces a1 Lit porque escucharás la voz del Señor tu Dios, guardando Sus mandamientos y Sus estatutos que están escritos en este Libro de la LeyA Dt 29:21, y si te vuelves al2 Lit escuchas la voz del Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu almaB Dt 4:29.

11 “Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance1 Lit ni está lejos. 12 No está en el cielo, para que digas1 Lit para decir: ‘¿Quién subirá por nosotros al cielo para traérnoslo y hacérnoslo oír a fin de que lo guardemosA Rom 10:6-8?’ 13 Ni está más allá del mar, para que digas1 Lit para decir: ‘¿Quién cruzará el mar por nosotros para traérnoslo y para hacérnoslo oír, a fin de que lo guardemos?’ 14 Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la guardes.

15 “Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien1 O la prosperidad, la muerte y el mal2 O la adversidadA Dt 11:26. 16 Hoy te ordeno amar al Señor tu DiosA Dt 6:5, andar en Sus caminos y guardar Sus mandamientos, Sus estatutos y Sus decretos, para que vivas y te multipliques, a fin de que el Señor tu Dios te bendiga en la tierra que vas a entrar para poseerlaB Dt 4:1; 30:19. 17 Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y los sirves, 18 Yo les declaro hoy que ciertamente pereceránA Dt 4:26; 8:19. No prolongarán sus días en la tierra adonde tú vas, cruzando el Jordán para entrar en ella y1 Lit a poseerla. 19 Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra ustedesA Dt 4:26 de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldiciónB Dt 30:1. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia1 Lit simiente, 20 amando al Señor tu DiosA Dt 6:5, escuchando Su voz y allegándote a ElB Dt 10:20; porque eso1 Algunas versiones dicen: El es tu vida y la largura de tus días, para que habitesC Dt 4:1; 32:47; Hech 17:25, 28 en la tierra que el Señor juró dar a tus padres Abraham, Isaac y JacobD Gn 12:7; 17:1-8.”