1 Palabra que vino a Jeremías de parte del Señor en el año décimo de Sedequías, rey de Judá, que fue el año dieciocho de NabucodonosorA 2 Rey 25:1, 2; Jer 39:1, 2. 2 En aquel tiempo el ejército del rey de Babilonia tenía sitiada a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba encerrado en el patio de la guardiaA Neh 3:25; Jer 33:1; 37:21; 38:6; 39:14, que estaba en la casa del rey de Judá, 3 porque Sedequías, rey de Judá, lo había encerradoA 2 Rey 6:32, diciéndole: “¿Por qué profetizas: ‘Así dice el SeñorB Jer 26:8, 9: “Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de BabiloniaC Jer 21:3-7; 34:2, 3, y él la tomaráD Jer 21:4-7; 32:28, 29; 34:2, 3; 4 y Sedequías, rey de Judá, no escapará de la mano de los Caldeos, sino que ciertamente será entregado en manos del rey de BabiloniaA 2 Rey 25:4-7; Jer 37:17; 38:18, 23; 39:4-7 que hablará con él cara a cara1 Lit boca a boca, y sus ojos verán sus ojos; 5 y Nabucodonosor llevará a Sedequías a Babilonia, y allí estará hasta que Yo lo visite,” declara el Señor, “y si ustedes pelean contra los CaldeosA Jer 27:22; 39:7; Ezq 12:12, 13, no tendrán éxitoB Ezq 17:9, 10, 15” ’?”

6 Entonces Jeremías dijo: “Vino a mí la palabra del Señor y me dijo: 7 ‘Hanamel, hijo de tu tío Salum, viene a verte y te dirá: “Cómprate el campo que tengo en AnatotA Jer 1:1; 11:21, porque tú tienes el derecho de rescate para comprarloB Lv 25:25; Rut 4:3, 4.” ’ 8 Y Hanamel, hijo de mi tío, vino a verme al patio de la guardia conforme a la palabra del Señor, y me dijoA Jer 32:2; 33:1: ‘Te ruego que compres el campo que tengo en Anatot, que está en la tierra de Benjamín, porque tú tienes el derecho de posesiónB Jer 1:1; 32:7 y el rescate es tuyo; cómpralo para ti.’ Entonces supe que ésta era la palabra del SeñorC 1 Sam 9:16, 17; 10:3-7; 1 Rey 22:25; Jer 32:25.

9 “Así que compré a Hanamel, hijo de mi tío, el campo que estaba en Anatot, y le pesé la plata, diecisiete siclos (194 gramos) de plataA Gn 23:16; 24:22; Ex 21:32; Neh 5:15; Ezq 4:10; Zac 11:12. 10 Firmé la escrituraA Isa 44:5; Jer 32:44 y la1 O Y escribí en el documento y lo selléB Dt 32:34; Job 14:17, llamé testigosC Rut 4:1, 9; Isa 8:2 y pesé la plata en la balanza. 11 Luego tomé la escrituraA Luc 2:27 de compra, la copia sellada con los términos y condiciones, y también la copia abierta; 12 y entregué la escritura de compra a Baruc, hijo de NeríasA Jer 32:16; 36:4, 5, 32; 43:3; 45:1, hijo de MaasíasB Jer 51:59, en presencia de Hanamel, hijo de mi tío, en presencia de los testigos que firmaron la escritura de compra y en presencia de todos los Judíos que se encontraban en el patio de la guardia. 13 Y en presencia de ellos, ordené a Baruc: 14 Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: “Toma estas escrituras, esta escritura de compra sellada y esta escritura abierta, y ponlas en una vasija de barro para que duren mucho tiempo1 Lit permanezcan muchos días.” 15 Porque así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: “De nuevo se comprarán casas, campos y viñas en esta tierraA Jer 30:18; 31:5, 12, 24; 32:37, 43, 44; 33:12, 13; Am 9:14, 15; Zac 3:10.” ’

16 “Después de haber entregado la escritura de compra a Baruc, hijo de Nerías, oré al SeñorA Gn 32:9-12; Jer 12:1; Fil 4:6, 7: 17 ‘¡Ah, Señor Dios1 Heb YHWH, generalmente traducido Señor! CiertamenteA Jer 1:6; 4:10, Tú hiciste los cielos y la tierra con Tu gran poder y con Tu brazo extendidoB 2 Rey 19:15; Sal 102:25; Isa 40:26-29; Jer 27:5. Nada es imposible para TiC Gn 18:14; Jer 32:27; Zac 8:6; Mat 19:26; Mar 10:27; Luc 1:37; 18:27, 18 que muestras misericordia a millares, pero que castigas la iniquidad de los padres en1 Lit en el seno de sus hijos después de ellosA Ex 20:6; 34:6, 7; Dt 5:9, 10; 7:9, 10; 1 Rey 14:9, 10; 16:1-3; Mat 23:32-36. Oh grandeB Sal 145:3 y poderoso DiosC Sal 50:1; Isa 9:6; Jer 20:11, el Señor de los ejércitos es Su nombreD Jer 10:16; 31:35. 19 ‘El es grande en consejo y poderoso en obrasA Isa 9:6; 28:29, cuyos ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombresB Job 34:21; Jer 23:24, para dar a cada uno conforme a sus caminos y conforme al fruto de sus obrasC Sal 62:12; Jer 17:10; 21:14; Mat 16:27; Juan 5:29. 20 ‘Tú realizaste1 Lit pusiste señales y portentos en la tierra de EgiptoA Sal 78:43; 105:27 hasta este día, y en Israel y entre los hombres, y te has hecho un nombre, como se ve hoyB Ex 9:16; Isa 63:12, 14; Dan 9:15. 21 Sacaste a Tu pueblo Israel de la tierra de Egipto con señales y portentos, con mano fuerte y con brazo extendido y con gran terrorA Ex 6:6; Dt 4:34; 7:19; 26:8; 2 Sam 7:23; 1 Cró 17:21; Sal 136:11, 22 y les diste esta tierra, que habías jurado dar a sus padres, tierra que mana leche y mielA Ex 3:8, 17; 13:5; Dt 1:8; Sal 105:9-11; Jer 11:5. 23 Ellos entraron y tomaron posesión de ellaA Sal 44:2, 3; 78:54, 55; Jer 2:7, pero no obedecieron Tu voz ni anduvieron en Tu leyB Esd 9:7; Jer 26:4; 44:10. No hicieron nada de todo lo que les mandaste hacerC Neh 9:26; Jer 11:8; Dan 9:10-14; por tanto Tú has hecho venir sobre ellos toda esta calamidadD Lam 1:18; Dan 9:11, 12. 24 Los terraplenes de asalto han llegado a la ciudad para tomarlaA Jer 33:4; Ezq 21:22. La ciudad va a ser entregada en manos de los Caldeos que pelean contra ella, por causa de la espada, el hambre y la pestilenciaB Jer 14:12; 20:5; 21:4-7; 29:17, 18; 32:5, 36; 34:17; Ezq 14:21. Lo que habías hablado ha venido a serC Dt 4:26; Jos 23:15, 16; Zac 1:6, y Tú lo estás viendo. 25 Tú me has dicho, oh Señor Dios1 Heb YHWH, generalmente traducido Señor: “Cómprate el campo con dinero, y llama testigos”; aunque la ciudad sea entregada en manos de los Caldeos.’ ”

26 Entonces vino palabra del Señor a Jeremías: 27 “Yo soy el Señor, el Dios de toda carneA Núm 16:22; 27:16, ¿habrá algo imposible para MíB Jer 32:17; Mat 19:26?” 28 Por tanto, así dice el Señor: “Voy a entregar esta ciudad en mano de los Caldeos y en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él la tomaráA 2 Rey 25:11; 2 Cró 36:17-21; Jer 19:7-12; 32:3, 24, 36; 34:2, 3. 29 Los Caldeos que atacan esta ciudad entrarán y prenderán fuego a la1 Lit esta ciudad y la quemaránA 2 Cró 36:19; Jer 21:10; 37:8, 10; 39:8, junto con las casas en las que han ofrecido incienso a Baal sobre sus terrazas y han derramado libaciones a otros diosesB Jer 19:13; 44:17-19, 25; 52:13 para provocarme a ira. 30 Porque los Israelitas y los hijos de Judá sólo han hecho lo malo ante Mis ojos desde su juventud. Ciertamente los Israelitas no han hecho más que provocarme a ira con la obra de sus manosA Dt 9:7-12; Isa 63:10; Jer 2:7; 7:22-26,” declara el SeñorB Jer 8:19; 11:17; 25:7. 31 “Porque motivo de Mi ira y de Mi furor ha sido esta ciudad para Mí, desde el día en que la edificaronA 1 Rey 11:7, 8; 2 Rey 21:4-7, 16; Jer 5:9-11; 6:6, 7; Mat 23:37 hasta hoy, de modo que será quitada de Mi presenciaB 2 Rey 23:27; 24:3, 4; Jer 27:10 32 por todo el mal que los Israelitas y los hijos de Judá hicieron para provocarme a ira, ellos, sus reyes, sus jefes, sus sacerdotes, sus profetas, los hombres de Judá y los habitantes de JerusalénA Esd 9:7; Isa 1:4-6, 23; Jer 2:26; 44:17, 21; Dan 9:8. 33 Ellos Me dieron la espalda, y no el rostro. Aunque les enseñaba, enseñándoles una y otra vez1 Lit madrugando y enseñando, no escucharon ni aceptaron2 Lit para correcciónA 2 Cró 36:15, 16; Jer 7:13; 25:3; 26:5; 35:15; Juan 8:2, 34 sino que pusieron sus abominaciones en la casa que es llamada por Mi nombre, profanándolaA 2 Rey 21:1-7; Jer 7:30; 19:4-6; Ezq 8:5. 35 También edificaron los lugares altos de Baal que están en el Valle de Ben Hinom, para hacer pasar por el fuego a sus hijos y a sus hijas en honor de MolocA Lv 18:21; 20:2-5; 1 Rey 11:7; 2 Rey 23:10; Hech 7:43. Esto nunca les había mandado, ni Me pasó por la mente1 Lit ni vino a mi corazón que ellos cometieran tal abominaciónB 2 Cró 28:2, 3; 33:6; Jer 7:31; 19:5, para hacer que Judá pecara.

36 “Ahora pues, así dice el Señor, Dios de Israel, en cuanto a esta ciudad de la cual ustedes dicen: ‘Va a ser entregada en mano del rey de Babilonia por la espada, por el hambre y por la pestilenciaA Jer 32:24.’ 37 Yo los reuniré de todas las tierras a las cuales los he echado en Mi ira, en Mi furor y con gran enojo, y los haré volver a este lugar y los haré morar segurosA Dt 30:3; Sal 106:47; Isa 11:11-16; Jer 16:14, 15; 23:3, 8; Ezq 11:17; Os 1:11; Am 9:14, 15; Jer 23:6; Ezq 34:25, 28; Zac 14:11. 38 Ellos serán Mi pueblo, y Yo seré su DiosA Jer 24:7; 39 y les daré un solo corazónA 2 Cró 30:12; Jer 31:33; Ezq 11:19; Juan 17:21; Hech 4:32 y un solo camino, para que Me teman siempre, para bien de ellos y de sus hijos después de ellosB Dt 11:18-21; Ezq 37:25. 40 Haré con ellos un pacto eternoA Isa 55:3; Jer 31:33, 34; 50:5; Ezq 37:26, de que Yo no me apartaré de ellosB Dt 31:6, 8; Ezq 39:29 para hacerles bien, e infundiré Mi temor en sus corazones para que no se aparten de MíC Jer 24:7; 31:33. 41 Me regocijaré en ellos haciéndoles bienA Dt 30:9; Isa 62:5; 65:19, y ciertamente los plantaré en esta tierraB Jer 24:6; 31:28; Am 9:15, con todo Mi corazón y con toda Mi almaC Os 2:19, 20. 42 Porque así dice el Señor: ‘Como he traído a este pueblo toda esta gran calamidad así he de traer sobre ellos todo el bienA Jer 31:28; Zac 8:14, 15 que les prometoB Jer 33:14. 43 Y se comprarán campos en esta tierra de la cual ustedes dicen: “Es una desolación, sin hombres ni animalesA Jer 33:10; entregada está en mano de los CaldeosB Jer 32:15, 25; Ezq 37:11-14.” 44 La gente comprará campos por dinero, firmarán y sellarán escrituras1 O escribirán...en el documento y llamarán a testigosA Jer 32:10, en la tierra de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén, en las ciudades de Judá, en las ciudades de la región montañosa, en las ciudades de la llanura y en las ciudades del Neguev (región del sur)B Jer 17:26; 33:13, porque restauraré su bienestar2 O haré volver a sus cautivos,’ ” declara el SeñorC Jer 31:23; 33:7, 11, 26.