1 Después Moisés y Aarón fueron y dijeron a Faraón: “Así dice el Señor, Dios de IsraelA Ex 3:18: ‘Deja ir a Mi pueblo para que Me celebre una fiesta en el desiertoB Ex 4:23; 6:11; 7:16.’ ” 2 Pero Faraón dijo: “¿Quién es el SeñorA 2 Rey 18:35; 2 Cró 32:14; Job 21:15 para que yo escuche Su voz y deje ir a Israel? No conozco al Señor, y además, no dejaré ir a IsraelB Ex 3:19.”

3 “El Dios de los Hebreos nos ha salido al encuentro,” contestaron ellos. “Déjenos ir, le rogamos, camino de tres días al desierto para ofrecer sacrificios al Señor nuestro DiosA Ex 3:18, no sea que venga sobre nosotros con pestilencia o con espada.”

4 Pero el rey de Egipto les dijo: “Moisés y Aarón, ¿por qué apartan1 Lit sueltan al pueblo de sus trabajos? Vuelvan2 Lit Id a sus labores (cargas)A Ex 1:11; 2:11; 6:5-7. 5 Miren,” añadió Faraón, “el pueblo de la tierra es mucho ahoraA Ex 1:7, 9, ¡y ustedes quieren que ellos cesen en sus labores!”

6 Aquel mismo día, Faraón dio órdenes a los capataces1 O sobrestantes de obras; y así en el resto del cap que estaban sobre el puebloA Ex 1:11; 3:7; 5:10, 13, 14, y a sus jefesB Ex 5:10, 14, 15, 19 y les dijo: 7 “Ya no darán, como antes, paja al pueblo para hacer ladrillos. Que vayan ellos y recojan paja por sí mismos. 8 Pero exigirán de1 Lit impondrán sobre ellos la misma cantidad de ladrillos que hacían antes. No la disminuyan en lo más mínimo. Porque son perezosos2 O están ociosos, por eso claman y dicen: ‘Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro DiosA Ex 5:17.’ 9 Recárguese el trabajo sobre estos1 Lit los hombres, para que estén ocupados en él y no presten atención a palabras falsas.”

10 Salieron, pues, los capataces del pueblo y sus jefes y hablaron al puebloA Ex 1:11; 3:7; 5:6 y dijeron: “Así dice Faraón: ‘No les daré paja. 11 Vayan ustedes mismos y recojan paja donde la hallen. Pero su tarea no será disminuida en lo más mínimo.’ ”

12 Entonces el pueblo se dispersó por toda la tierra de Egipto para recoger rastrojos en lugar de paja. 13 Los capataces los apremiaban, diciendo: “Acaben sus tareas, su tarea diaria1 Lit lo de un día en su día, como cuando tenían (había) paja.” 14 Y azotaban a los jefes de los Israelitas que los capataces de Faraón habían puesto sobre ellosA Ex 5:6, diciéndolesB Isa 10:24: “¿Por qué no han terminado, ni ayer ni hoy, la cantidad de ladrillos requerida como antes?”

15 Entonces los jefes de los Israelitas fueron y clamaron a Faraón y dijeron: “¿Por qué trata usted así a sus siervos? 16 No se da paja a sus siervos, sin embargo, siguen diciéndonos: ‘Hagan ladrillos.’ Y además sus siervos son azotados. Pero la culpa es de su pueblo.” 17 Pero él contestó: “Son perezosos1 O Están ociosos, muy perezososA Ex 5:8. Por eso dicen: ‘Déjanos ir a ofrecer sacrificios al Señor.’ 18 Ahora pues, vayan y trabajen. Pero no se les dará paja, sin embargo, deben entregar la misma cantidad de ladrillos.”

19 Los jefes de los Israelitas se dieron cuenta de que estaban en dificultades, cuando les dijeron1 Lit diciendo: “No deben disminuir su cantidad diaria de ladrillos2 Lit de sus ladrillos lo de un día en su día.” 20 Al salir de la presencia de Faraón, se encontraron con Moisés y Aarón, que los estaban esperando1 Lit estaban de pie para encontrarlos, 21 y les dijeronA Ex 14:11; 15:24; 16:2: “Mire el Señor sobre ustedes y los juzgueB Gn 16:5; 31:53, pues nos han hecho odiosos1 Lit han hecho que nuestro olor hieda ante los ojos de Faraón y ante los ojos de sus siervosC Gn 34:30; 1 Sam 13:4; 27:12; 2 Sam 10:6; 1 Cró 19:6, poniéndoles una espada en la mano para que nos maten.”

22 Entonces Moisés se volvió al Señor, y dijo: “Oh Señor, ¿por qué has hecho mal a este pueblo? ¿Por qué me enviasteA Núm 11:11; Jer 4:10? 23 Pues desde que vine a Faraón a hablar en Tu nombre, él ha hecho mal a este pueblo, y Tú no has hecho nada por librar a Tu puebloA Ex 3:8.”