1 A 2 Rey 22:1, 2; Jer 1:2; 3:6Josías tenía ocho años cuando comenzó a reinar, y reinó treinta y un años en Jerusalén. 2 El hizo lo recto ante los ojos del Señor y anduvo en los caminos de su padre DavidA 2 Cró 29:2; no se apartó ni a la derecha ni a la izquierda. 3 Porque en el octavo año de su reinado, siendo aún joven, comenzó a buscar al DiosA 2 Cró 15:2; Prv 8:17 de su padre David; y en el año doce empezó a purificar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, de las Aseras1 I.e. símbolos de madera de una deidad femenina, de las imágenes talladas y de las imágenes fundidasB 1 Rey 13:2; 2 Cró 33:22. 4 Y derribaron en su presencia los altares de los Baales; destrozó los altares del incienso1 O pilares del sol que estaban puestos en alto, encima de ellos; despedazó también las Aseras, las imágenes talladas y las imágenes fundidas y las redujo a polvo, que esparcióA Ex 32:20; 2 Rey 23:4, 5, 11 sobre las sepulturas de los que les habían ofrecido sacrificios. 5 Entonces quemó los huesos de los sacerdotes sobre sus altares y purificó a Judá y a JerusalénA 1 Rey 13:2; 2 Rey 23:20. 6 En las ciudades de Manasés, Efraín, Simeón y hasta en Neftalí, y en sus ruinas alrededorA 2 Rey 23:15, 19, 7 derribó también los altares y redujo a polvo las Aseras y las imágenes talladasA 2 Cró 31:1, y destrozó todos los altares de incienso por todas las tierras de Israel. Después regresó a Jerusalén.

8 A 2 Cró 34:8-33: 2 Rey 22:3-23:3En el año dieciocho de su reinado, cuando terminó de purificar el país y la casa (el templo), Josías envió a Safán, hijo de Azalía, y a Maasías, un oficial de la ciudad, y a JoaB 2 Cró 18:25, hijo de Joacaz, escriba, para que repararan la casa (el templo) del Señor su Dios. 9 Ellos vinieron al sumo sacerdote HilcíasA 2 Cró 35:8 y le entregaron el dinero que había sido traído a la casa de Dios, y que los Levitas guardianes del umbral habían recogido de1 Lit de la mano de Manasés y de EfraínB 2 Cró 30:10, 18 y de todo el remanente de Israel, y de todo Judá y Benjamín y de los habitantes de Jerusalén. 10 Entonces entregaron el dinero en manos de los obreros que estaban encargados de la casa del Señor; y los obreros que trabajaban en la casa del Señor lo usaron1 Lit dieron para restaurar y reparar la casa. 11 Ellos a su vez les dieron dinero a los carpinteros y a los constructores para comprar piedra de cantería y maderas para las uniones, y hacer vigas para los edificios1 Lit las casas que los reyes de Judá habían dejado que se arruinaranA 2 Cró 33:4-7. 12 Los hombres hicieron el trabajo fielmenteA 2 Rey 12:15 con estos capataces sobre ellos para dirigirlos: Jahat y Abdías, Levitas de los hijos de Merari, y Zacarías y Mesulam, de los hijos de Coat, y de los Levitas, todos los que eran hábiles con instrumentos musicalesB 1 Cró 25:1. 13 Ellos también estaban sobre los cargadoresA Neh 4:10 y dirigían, de trabajo en trabajo, a todos los que hacían la obra. Algunos de los Levitas eran escribas, oficiales y porteros.

14 Mientras ellos sacaban el dinero que habían traído a la casa del Señor, el sacerdote HilcíasA 2 Cró 34:9 encontró el Libro de la Ley del Señor dada por Moisés. 15 Entonces Hilcías dijo al escriba Safán: “He hallado el Libro de la Ley en la casa del Señor.” Hilcías le dio el libro a Safán, 16 y éste llevó el libro al rey y le dio más noticias1 Lit y trajo de nuevo palabras al rey: “Todo lo que fue encomendado a2 Lit dado en mano de sus siervos, lo están haciendo. 17 También han tomado1 Lit vaciado el dinero que se encontraba en la casa del Señor, y lo han entregado en manos de los encargados y de los obreros.” 18 El escriba Safán informó también al rey: “El sacerdote Hilcías me ha dado un libro.” Y Safán leyó de él en la presencia del rey. 19 A Dt 28:3-68Cuando el rey oyó las palabras de la ley, rasgó sus vestidosB Jos 7:6. 20 Entonces el rey ordenó a Hilcías, a Ahicam, hijo de Safán, a Abdón, hijo de Micaía1 En 2 Rey 22:12, Acbor, hijo de Micaías, al escriba Safán y a Asaías, siervo del rey: 21 “Vayan, consulten al Señor por mí y por los que quedan en Israel y en Judá, acerca de las palabras del libro que se ha encontrado. Porque grande es el furor del Señor que se derrama sobre nosotrosA 2 Cró 29:8, por cuanto nuestros padres no han guardado la palabra del Señor, haciendo conforme a todo lo que está escrito en este libro.”

22 Entonces Hilcías fue con los que el rey había dicho1 Así en la versión Gr (Sept.); el T.M. no incluye, había dicho a la profetisa Hulda, mujer de Salum, hijo de Ticva, hijo de Harhas, encargado del vestuario. Ella habitaba en Jerusalén en el segundo sector, y hablaron con ella acerca de esto. 23 Y ella les dijo: “Así dice el Señor, Dios de Israel: ‘Digan al hombre que los ha enviado a Mí: 24 así dice el Señor: “Voy a traer mal sobre este lugar y sobre sus habitantesA 2 Cró 36:14-20, es decir, todas las maldiciones escritas en el libroB Dt 28:15-68 que ellos han leído en presencia del rey de Judá. 25 “Por cuanto Me han abandonado y han quemado incienso a otros diosesA 2 Cró 33:3 para provocarme a ira con todas las obras de sus manos, por tanto Mi furor se derramará sobre este lugar, y no se apagará.” ’ ” 26 Pero al rey de Judá que los envió a ustedes a consultar al Señor, así le dirán: ‘Así dice el Señor, Dios de Israel: “En cuanto a las palabras que has oído, 27 porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante de Dios cuando oíste Sus palabras contra este lugar y contra sus habitantes, y te humillaste delante de Mí, y rasgaste tus vestidos y lloraste delante de Mí, ciertamente te he oídoA 2 Rey 22:19; 2 Cró 12:7; 32:26,” declara el Señor. 28 “Te reuniré con tus padres y serás recogido en tu sepultura en paz, y tus ojos no verán todo el mal que Yo voy a traer sobre este lugar y sobre sus habitantes.” ’ ” Y llevaron la respuesta al rey.

29 A 2 Rey 23:1-3Entonces el rey mandó reunir a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. 30 Y subió el rey a la casa del Señor con todos los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los Levitas y todo el pueblo, desde el mayor hasta el menor, y leyó en su presencia1 Lit a oídos de ellos todas las palabras del Libro del PactoA Neh 8:1-3 que había sido hallado en la casa del Señor. 31 Después el rey se puso en pie en su lugarA 2 Rey 11:14; 23:3; 2 Cró 30:16 e hizo pacto delante del SeñorB 2 Cró 23:16; 29:10 de andar en pos del Señor y de guardar Sus mandamientos, Sus testimonios y Sus estatutos con todo su corazón y con toda su alma, para cumplir las palabras del pacto escritas en este libro. 32 Además, hizo suscribir el pacto a todos los que se encontraban en Jerusalén y en Benjamín. Y los habitantes de Jerusalén hicieron conforme al pacto de Dios, el Dios de sus padres. 33 Y Josías quitó todas las abominaciones de todas las tierras que pertenecían a los IsraelitasA 2 Cró 34:3-7, e hizo que todos los que se encontraban en Israel sirvieran al Señor su Dios. Mientras él vivió1 Lit Todos sus días no se apartaron de seguir al Señor, Dios de sus padres.