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Y Saulo (Pablo) estaba de completo acuerdo con ellos en su muerteA Hech 7:58; 22:20; 26:10.
Saulo Persigue a la Iglesia
En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesiaB Hech 9:31 en Jerusalén, y todos fueron esparcidosC Hech 8:4; 11:19 por las regiones de Judea y SamariaD Hech 1:8; 8:5, 14; 9:31, excepto los apóstoles. Algunos hombres piadosos sepultaron a Esteban y lloraron a gran voz1 Lit e hicieron gran lamentación por él. Pero Saulo hacía estragos en la iglesiaA Hech 9:1, 13, 21; 22:4, 19; 26:10, 11; 1 Cor 15:9; Gál 1:13; Fil 3:6; 1 Tim 1:13 entrando de casa en casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en1 Lit entregaba a la cárcelB Sant 2:6.
Predicación de Felipe en Samaria
Así que los que habían sido esparcidosA Hech 8:1 iban predicando (anunciando las buenas nuevas de) la palabraB Hech 8:12; 15:35. FelipeA Hech 6:5; 8:26, 30, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo (el Mesías). Y las multitudes unánimes prestaban atención a lo que Felipe decía, al oír y ver las señales (los milagros) que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, éstos salían de ellosA Mar 16:17 gritando a gran voz; y muchos que habían sido paralíticos y cojos eran sanadosB Mat 4:24. Y había gran regocijoA Juan 4:40-42; Hech 8:39 en aquella ciudad.
Simón el Mago
Hacía tiempo que cierto hombre llamado Simón, estaba ejerciendo la magiaA Hech 8:11; 13:6 en la ciudad y asombrando a la gente de Samaria, pretendiendo ser un gran personajeB Hech 5:36; 10 y todos, desde el menor hasta el mayor, le prestaban atención, y decían: “Este es el que se llama el Gran Poder de DiosA Hech 14:11; 28:6.”
11 Le prestaban atención porque por mucho tiempo los había asombrado con sus artes mágicasA Hech 8:9; 13:6. 12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba las buenas nuevas (el evangelio) del reino de DiosA Hech 1:3; 8:4 y el nombre de Cristo Jesús, se bautizabanB Hech 2:38, tanto hombres como mujeres. 13 Y aun Simón mismo creyó; y después de bautizarse, continuó con Felipe, y estaba atónito al ver las señalesA Hech 8:6 y los grandes milagrosB Hech 19:11 que se hacían.
Pedro y Juan en Samaria
14 Cuando los apóstoles que estaban en JerusalénA Hech 8:1 oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a JuanB Luc 22:8, 15 quienes descendieron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu SantoA Hech 2:38; 19:2. 16 Porque todavía no había descendido el Espíritu Santo sobre ninguno de ellosA Hech 19:2; sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor JesúsB Mat 28:19; Hech 2:38. 17 Entonces Pedro y Juan les imponíanA Mar 5:23; Hech 6:6 las manos, y recibían el Espíritu SantoB Hech 2:4.
18 Cuando Simón vio que el Espíritu se daba por la imposición de las manos de los apóstoles, les ofreció dinero, 19 y les dijo: “Denme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquél sobre quien ponga mis manos reciba el Espíritu Santo.”
20 Entonces Pedro le contestó: “Que tu plata perezca1 Lit sea para perdición contigo, porque pensaste que podías obtener el don de Dios con dineroA 2 Rey 5:16; Isa 55:1; Dan 5:17; Mat 10:8; Hech 2:38. 21 No tienes parte ni suerteA Dt 10:9; 12:12; Ef 5:5 en este asunto (esta enseñanza), porque tu corazón no es recto delante de DiosB Sal 78:37. 22 Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te perdone el intento de tu corazónA Isa 55:7. 23 Porque veo que estás en hiel de amargura y en cadena1 O grillos, o, esclavitud de iniquidadA Isa 58:6.”
24 Pero Simón respondió: “Rueguen ustedes al Señor por mí, para que no me sobrevenga nada de lo que han dicho.”
25 Y ellos, después de haber testificado solemnementeA Luc 16:28 y hablado la palabra del SeñorB Hech 13:12, iniciaron el regreso a Jerusalén anunciando el evangelio (las buenas nuevas)C Hech 8:40 en muchas aldeas de los SamaritanosD Mat 10:5.
Felipe y el Etíope Eunuco
26 Un ángel del SeñorA Hech 5:19; 8:29 le dijo a FelipeB Hech 8:5: “Levántate y ve hacia el sur, al camino que desciende de Jerusalén a GazaC Gn 10:19.” Este es un camino desierto1 O Esta ciudad está desierta. 27 El se levantó y fue. Y había un1 Lit un hombre eunuco EtíopeA Sal 68:31; 87:4; Isa 56:3 y sig., alto oficial de Candace, reina de los Etíopes, el cual estaba encargado de todos sus tesoros, que había venido a Jerusalén para adorarB 1 Rey 8:41, 42; Juan 12:20. 28 Regresaba a su país sentado en su carruaje, y leía al profeta Isaías. 29 Y el Espíritu dijoA Hech 8:39; 10:19; 11:12; 13:2; 16:6, 7; 20:23; 21:11; 28:25; Heb 3:7 a Felipe: “Ve y júntate a ese carruaje.”
30 Cuando Felipe se acercó corriendo, le oyó leer al profeta Isaías, y le preguntó: “¿Entiende usted lo que lee?” 31 El eunuco le respondió: “¿Cómo podré, a menos que alguien me guíe?” E invitó a Felipe a que subiera y se sentara con él. 32 El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste:
A Isa 53:7, 8Como oveja fue llevado al matadero;
y como cordero, mudo delante del que lo trasquila,
no abre el Su boca.
33 En Su humillacion no se Le hizo justicia1 Lit su justicia fue quitada;
¿quien contara2 O describirá Su generacion3 O familia, u origen?
Porque Su vida es quitada de la tierra.”
34 El eunuco le dijo a Felipe: “Le ruego que me diga, ¿de quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo, o de algún otro?” 35 Entonces FelipeA Mat 5:2, comenzando con este pasaje de la Escritura, le anunció el evangelio (las buenas nuevas)B Luc 24:27; Hech 17:2; 18:28; 28:23 de JesúsC Hech 5:42. 36 Yendo por el camino, llegaron a un lugar donde había agua; y el eunuco dijo: “Ahí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizadoA Hech 10:47?” 37 1 Los mss. más antiguos no incluyen el vers 37Y Felipe le dijo: “Si usted cree con todo su corazón, puede.” “Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios,” respondió el eunuco.
38 Y mandó parar el carruaje; ambos descendieron al agua, y Felipe lo bautizó. 39 Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebatóA 1 Rey 18:12; 2 Rey 2:16; Ezq 3:12, 14; 8:3; 11:1, 24; 43:5; 2 Cor 12:2 a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso. 40 Pero Felipe se encontró1 O fue hallado en Azoto2 En el Antiguo Testamento, AsdodA Jos 11:22; 1 Sam 5:1, y por donde pasaba, anunciaba el evangelio en todas las ciudadesB Hech 8:25, hasta que llegó a CesareaC Hech 9:30; 10:1, 24; 11:11; 12:19; 18:22; 21:8, 16; 23:23, 33; 25:1, 4, 6, 13.

A8:1 Hech 7:58; 22:20; 26:10

B8:1 Hech 9:31

C8:1 Hech 8:4; 11:19

D8:1 Hech 1:8; 8:5, 14; 9:31

18:2 Lit e hicieron gran lamentación

A8:3 Hech 9:1, 13, 21; 22:4, 19; 26:10, 11; 1 Cor 15:9; Gál 1:13; Fil 3:6; 1 Tim 1:13

18:3 Lit entregaba a

B8:3 Sant 2:6

A8:4 Hech 8:1

B8:4 Hech 8:12; 15:35

A8:5 Hech 6:5; 8:26, 30

A8:7 Mar 16:17

B8:7 Mat 4:24

A8:8 Juan 4:40-42; Hech 8:39

A8:9 Hech 8:11; 13:6

B8:9 Hech 5:36

A8:10 Hech 14:11; 28:6

A8:11 Hech 8:9; 13:6

A8:12 Hech 1:3; 8:4

B8:12 Hech 2:38

A8:13 Hech 8:6

B8:13 Hech 19:11

A8:14 Hech 8:1

B8:14 Luc 22:8

A8:15 Hech 2:38; 19:2

A8:16 Hech 19:2

B8:16 Mat 28:19; Hech 2:38

A8:17 Mar 5:23; Hech 6:6

B8:17 Hech 2:4

18:20 Lit sea para perdición

A8:20 2 Rey 5:16; Isa 55:1; Dan 5:17; Mat 10:8; Hech 2:38

A8:21 Dt 10:9; 12:12; Ef 5:5

B8:21 Sal 78:37

A8:22 Isa 55:7

18:23 O grillos, o, esclavitud

A8:23 Isa 58:6

A8:25 Luc 16:28

B8:25 Hech 13:12

C8:25 Hech 8:40

D8:25 Mat 10:5

A8:26 Hech 5:19; 8:29

B8:26 Hech 8:5

C8:26 Gn 10:19

18:26 O Esta ciudad está desierta

18:27 Lit un hombre

A8:27 Sal 68:31; 87:4; Isa 56:3 y sig.

B8:27 1 Rey 8:41, 42; Juan 12:20

A8:29 Hech 8:39; 10:19; 11:12; 13:2; 16:6, 7; 20:23; 21:11; 28:25; Heb 3:7

A8:32 Isa 53:7, 8

18:33 Lit su justicia fue quitada

28:33 O describirá

38:33 O familia, u origen

A8:35 Mat 5:2

B8:35 Luc 24:27; Hech 17:2; 18:28; 28:23

C8:35 Hech 5:42

A8:36 Hech 10:47

18:37 Los mss. más antiguos no incluyen el vers 37

A8:39 1 Rey 18:12; 2 Rey 2:16; Ezq 3:12, 14; 8:3; 11:1, 24; 43:5; 2 Cor 12:2

18:40 O fue hallado

28:40 En el Antiguo Testamento, Asdod

A8:40 Jos 11:22; 1 Sam 5:1

B8:40 Hech 8:25

C8:40 Hech 9:30; 10:1, 24; 11:11; 12:19; 18:22; 21:8, 16; 23:23, 33; 25:1, 4, 6, 13