1 Aconteció después de esto que Absalón consiguió un carro y caballos, y cincuenta hombres que corrieran1 Lit hombres corredores delante de élA 1 Rey 1:5. 2 Absalón se levantaba temprano y se situaba junto al camino de la puertaA Rut 4:1; 2 Sam 19:8; y sucedía que todo aquél que tenía un pleito y venía al rey para juicio, Absalón lo llamaba y decía: “¿De qué ciudad eres?” Y éste respondía: “Tu siervo es de una de las tribus de Israel.” 3 Entonces Absalón le decía: “Mira, tu causa1 Lit tu palabra es buenaA Prv 12:2 y justa, pero nadie te va a escuchar de parte del rey.” 4 Decía además Absalón: “¡Quién me nombrara juez en la tierra! Entonces todo hombre que tuviera pleito o causa alguna podría venir a mí y yo le haría justiciaA Jue 9:29.” 5 Y sucedía que cuando alguien se acercaba y se postraba ante él, él extendía su mano, lo levantaba1 Lit asía de él y lo besabaA 2 Sam 14:33; 20:9. 6 De esta manera Absalón trataba a todo Israelita que venía al rey para juicio. Así Absalón robó el corazón de los hombres de IsraelA Rom 16:18.

7 Después de cuatro1 Así en algunas versiones antiguas; en el T.M., cuarenta años, Absalón dijo al rey: “Le ruego me deje ir a HebrónA 2 Sam 3:2, 3 a pagar mi voto que he hecho al Señor. 8 Pues su siervo prometió un voto mientras habitaba en GesurA 2 Sam 13:37, 38, en Aram y dijo: ‘Si en verdad el Señor me hace volver a Jerusalén, entonces yo serviré al SeñorB Gn 28:20, 21.’ ” 9 “Vete en paz,” le dijo el rey. Y él se levantó y fue a Hebrón. 10 Pero Absalón envió espías por todas las tribus de Israel y dijo: “Tan pronto oigan el sonido de la trompetaA 1 Rey 1:34; 2 Rey 9:13, entonces dirán: ‘Absalón es rey en Hebrón.’ ” 11 Con Absalón fueron 200 hombres de Jerusalén como invitadosA 1 Sam 9:13; fueron inocentemente1 Lit con su integridadB 1 Sam 22:15, sin saber nada. 12 Y Absalón envió por Ahitofel el GilonitaA 2 Sam 15:31, consejero de David, desde Gilo su ciudadB Jos 15:51, cuando ofrecía los sacrificios. Y la conspiración se hacía fuerte porque constantemente aumentaba la genteC Sal 3:1 que seguía a Absalón.

13 Entonces un mensajero vino a David y le dijo: “El corazón de los hombres de Israel está con1 Lit tras AbsalónA Jue 9:3; 2 Sam 15:6.” 14 Y David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: “Levántense y huyamos, porque si no, ninguno de nosotros escapará de Absalón. Vayan de prisa, no sea que nos alcance pronto, traiga desgracia sobre nosotrosA 2 Sam 12:11; Sal 3:Subtítulo y hiera la ciudad a filo de espada.” 15 Y los siervos del rey le dijeron1 Lit dijeron al rey: “Sus siervos están listos para hacer todo lo que nuestro2 Lit mi señor el rey quiera.” 16 Salió el rey, y toda su casa con él1 Lit a sus pies, dejando el rey a diez concubinas para cuidar la casaA 2 Sam 16:21, 22. 17 Salió, pues, el rey y toda la gente con él1 Lit a sus pies, y se detuvieron en la última casa. 18 Todos sus siervos pasaron junto a él, todos los Cereteos, los PeleteosA 2 Sam 8:18 y todos los Geteos, 600 hombres que habían venido con él1 Lit a sus pies desde Gat; todos pasaron delante del reyB 1 Sam 23:13; 25:13; 30:1, 9.

19 Y el rey dijo a Itai el Geteo: “¿Por qué has de venir tú también con nosotros? Regresa y quédate con el reyA 2 Sam 18:2, porque eres un extranjero y también un desterrado; regresa a tu lugar. 20 Llegaste apenas ayer, ¿y he de hacer que vagues hoy con nosotros mientras yo voy por donde quiera irA 1 Sam 23:13? Regresa y haz volver a tus hermanos, y que sean contigo la misericordia y la verdad1 O fidelidadB 2 Sam 2:6.” 21 Pero Itai respondió al rey: “Vive el Señor y vive mi señor el rey, ciertamente dondequiera que esté mi señor el rey, ya sea para muerte o para vida, allí también estará su siervoA Rut 1:16, 17; Prv 17:17.” 22 Entonces David dijo a Itai: “Ve y pasa adelante.” Así Itai el Geteo pasó con todos sus hombres y con todos los pequeños que estaban con él. 23 Mientras todo el país lloraba en alta voz, todo el pueblo cruzó. El rey también cruzó el torrente CedrónA 1 Rey 15:13; 2 Cró 29:16, y todo el pueblo pasó en dirección al desiertoB 2 Sam 15:28; 16:2.

24 Y SadocA 2 Sam 8:17; 20:25 pasó también, y todos los Levitas con él, llevando el arca del pacto de DiosB Núm 4:15; 1 Sam 4:4, 5. Y asentaron el arca de Dios, y Abiatar subió después1 Lit hasta que había terminado de pasar todo el pueblo que salía de la ciudadC 1 Sam 22:20. 25 Entonces el rey dijo a Sadoc: “Haz volver el arca de Dios a la ciudad. Si hallo gracia ante los ojos del Señor, El me hará volverA Sal 43:3 y me mostrará tanto el arca1 Lit ella como Su moradaB Ex 15:13; Jer 25:30. 26 Pero si El dijera así: ‘No me complazco en tiA 2 Sam 11:27; 1 Cró 21:7,’ mira, aquí estoy, que haga conmigo lo que bien le parezca1 Lit lo que sea bueno ante sus ojosB 1 Sam 3:18.” 27 También el rey David dijo al sacerdote Sadoc: “¿No eres videnteA 1 Sam 9:6-9? Regresa en paz a la ciudad, y con ustedes sus dos hijos, tu hijo AhimaasB 2 Sam 17:17, y Jonatán, hijo de Abiatar. 28 Miren, esperaré en los vados del desierto hasta que venga palabra de ustedes para informarmeA Jos 5:10; 2 Sam 17:16.” 29 Sadoc y Abiatar hicieron volver el arca de Dios a Jerusalén, y se quedaron allí.

30 David subía a la cuesta del Monte de los Olivos, y mientras iba, llorabaA Est 6:12; Ezq 24:17, 23 con la cabeza cubierta y los pies descalzosB Isa 20:2-4. Entonces todo el pueblo que iba con él cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían. 31 Alguien dio aviso a David: “Ahitofel está entre los conspiradores con AbsalónA 2 Sam 15:12.” Y David dijo: “Oh Señor, Te ruego, haz necio el consejo de AhitofelB 2 Sam 16:23; 17:14, 23.”

32 Sucedió que mientras David se acercaba a la cumbre donde se adoraba a Dios, Husai el ArquitaA Jos 16:2 salió a su encuentro con su manto desgarrado1 O túnica desgarrada y polvo2 Lit tierra sobre la cabeza. 33 Y David le dijo: “Si pasas conmigo, entonces me serás una cargaA 2 Sam 19:35. 34 Pero si regresas a la ciudad, y dices a Absalón: ‘Seré su siervo, oh rey; como en el pasado he sido siervo de su padre, así ahora seré su siervo,’ entonces hará nulo el consejo de Ahitofel en favor míoA 2 Sam 16:19. 35 ¿Y no están allí contigo Sadoc y Abiatar los sacerdotes? Por tanto1 Lit Y será que, todo lo que oigas de la casa del rey lo comunicarás a los sacerdotes Sadoc y AbiatarA 2 Sam 17:15, 16. 36 También, sus dos hijos están allí con ellos, Ahimaas, hijo de Sadoc, y Jonatán, hijo de AbiatarA 2 Sam 15:27, y por medio de ellos me comunicarás todo lo que oigasB 2 Sam 17:17.” 37 Husai, amigo de David, entró en la ciudad cuando AbsalónA 2 Sam 16:16; 1 Cró 27:33 entraba en JerusalénB 2 Sam 16:15.