1 Entonces Dios gritó a mis oídos con gran voz, diciendoA Isa 6:8: “Acérquense, verdugos de la ciudad, cada uno con su arma destructora en la mano.” 2 Y seis hombres venían por el camino de la puerta superior que mira al norte, cada uno con su arma destructora en la mano. Entre ellos había un hombre vestido de linoA Lv 16:4 con una cartera de escribano a la cintura. Y entraron y se pusieron junto al altar de bronce.

3 Entonces la gloria del Dios de Israel subió del querubín sobre el cual había estado, hacia el umbral del temploA Ezq 10:4; 11:22, 23. Y llamó al hombre vestido de lino que tenía la cartera de escribano a la cintura; 4 y el Señor le dijo: “Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombresA Ex 12:7, 13; Ezq 9:6; 2 Cor 1:22; 2 Tim 2:19; Apoc 7:2, 3; 9:4; 14:1 que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ellaB Sal 119:53, 136; Jer 13:17; Ezq 6:11; 21:6.” 5 Pero oí que a los otros les dijo: “Pasen por la ciudad en pos de él y hieran; no tenga piedad su ojo, no perdonen. 6 Maten a viejos, jóvenes, doncellasA 2 Cró 36:17, niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquen a ninguno sobre quien esté la señalB Ex 12:23; Apoc 9:4. Comenzarán por Mi santuarioC Jer 25:29; Am 3:2; Luc 12:47.” Comenzaron, pues, con los ancianos que estaban delante del templo. 7 Entonces les dijo: “Profanen el templo y llenen de muertos los atriosA 2 Cró 36:17; Ezq 7:20-22. ¡Salgan!” Y salieron, y fueron hiriendo por la ciudad. 8 Mientras herían, quedé yo solo y caí sobre mi rostroA 1 Cró 21:16; clamé y dije: “¡Ah, Señor Dios! ¿Destruirás a todo el remanente de Israel derramando Tu furor sobre JerusalénB Ezq 11:13; Am 7:2-6?”

9 Entonces el Señor me respondió: “La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es grande en extremo, la tierra está llena de sangre y la ciudad está llena de perversiónA 2 Rey 21:16; Jer 2:34; Ezq 7:3, 23; 22:2, 3, 29; Miq 3:1-3; porque dicen: ‘El Señor ha abandonado la tierra, el Señor nada veB Job 22:13; Sal 10:11; 94:7; Isa 29:15; Ezq 8:12.’ 10 Pero en cuanto a Mí, tampoco Mi ojo tendrá piedad, ni Yo perdonaréA Isa 65:6; Ezq 8:18; 24:14, sino que haré recaer su conducta sobre sus cabezasB Ezq 7:4; 11:21; Os 9:7.”

11 Entonces el hombre vestido de lino que tenía la cartera a la cintura, trajo un informe, diciendo: “He hecho tal como me ordenaste.”